Los centros de muchos de nuestros pueblos y ciudades se mueren. Eso es fácil de comprobar solo dando un pequeño paseo por cualquiera de nuestros núcleos urbanos. Donde antes había tiendas de ropas, de alimentación o de menaje y pequeño electrodoméstico, ahora hay locales comerciales con grandes cartelones de se alquila o se traspasa. Y cuando algunos de estos locales libres se ocupan de nuevo, son tiendas de comercio oriental o conocidas marcas y franquicias (o lo que es peor, casas de apuestas deportivas.)
Seguramente hay muchísimos factores, algunos de los cuales los ciudadanos de a pie ni siquiera llegamos a entender. Sin embargo hay otros muy claros, como el espectacular incremento de las compras online o la proliferación de grandes centros comerciales. Y en ese punto si que podríamos influir con pequeños gestos, como por ejemplo, ir a la ferretería de toda la vida, comprar el pan debajo de casa o consumir quesos de la zona en lugar de esa archiconocida marca con gran soporte publicitario. No nos quejemos de que en nuestro pueblo no podemos comprar tal o cual cosa, cuando en ocasiones somos los primeros en tirar de internet o en acudir a los grandes centros comerciales para hacer nuestras compras diarias.
Mientras tantos, las autoridades -al menos muchas de ellas- a lo suyo, muy contentas de haberse conocidos así mismo. Pues eso...
Es una realidad muy compleja, hay muchas causas, entre ellas la que menciona. Podemos ver que el que llevaba el negocio de toda la vida se jubila y sus hijos no quieren llevarlo, a fin de cuentas puso el negocio para que sus hijos viviviesen mejor que él, de forma que se traspasa, se vende o se alquila. Probablemente tenga más posibilidades de transformarse en un piso turístico. Nuestro pequeño gesto de hacer la muchas compras en muchos puestos o de hacer toda la compra en un solo local o incluso sin salir de casa depende de nuestra comodidad. Es una evolución dolorosa.
ResponderEliminarUn saludo