Uno de los grandes atractivos de Portugal es la presencia de numerosos megalitos distribuidos por gran parte de su geografía. Aquí, en Extremadura, nos resultan relativamente familiares los dólmenes, los cuales como sabéis, tenían función funeraria. Sin embargo, en el territorio portugués es fácil también encontrar menhires e incluso algún crómlech. Hace tiempo publiqué en este mismo blog un artículo referido a dos de estos crómlechs (dos Almendres y de Xarez) y a un espectacular dolmen, el Anta Grande do Zambujeiro, situados en las inmediaciones de Évora y Monsaraz.
Pero, hace unos días, algo más al norte, pude tomar unas fotografías de otros megalitos igualmente interesantes. El primero de ellos, conocido como el menhir da Meada, es sencillamente espectacular. Según la carteleria mide completo 7.15 metros, sobresaliendo del suelo 6 metros, y fue descubierto en 1965, roto en dos partes. En los noventa fue restaurado y puesto en pie. Esos mismos paneles informativos destaca su forma fálica y su resalte final semejante a un glande, otorgando por tanto a este monumento una simbología relacionada con la fertilidad. (Más información sobre este menhir y su proceso de reconstrucción en Dolmenes y menhires)
Otro de los monumentos a visitar en las inmediaciones de Castelo de Vide es el anta da Melrica, un dolmen situado, como el menhir descrito anteriormente, en las cercanías de una dehesa de alcornoques realmente bonita. Este dolmen, no presenta corredor y cuenta con siete ortostatos con una altura máxima aproximada, según mis cálculos, de 4 metros. Tiene, por tanto, cierta similitud con los que podemos ver en los alrededores de Valencia de Alcántara, a menos de treinta kilómetros de Castelo de Vide. Por cierto, esto no es lo único que tienen en común ambas poblaciones pues las dos poseen juderías de gran interés patriomonial e histórico con elementos arquitectónicos que presentan grandes coincidencias.
