Entre las numerosas gárgolas que adornan la iglesia de la Purísima Concepción de Montemolín (Badajoz), hay una que llama poderosamente la atención por representar a un varón practicando "el pecado de Onán". Tal cosa, por supuesto, tiene un sentido. O mejor dicho un significado. Según la web del Ayuntamiento de Montemolín, dicha gárgola representaría uno de los siete pecados capitales establecidos por la moral cristiana, en esta caso la lujuria. Cumpliría así uno de los tres cometidos que se les atribuyen a estos canalones antropomorfos o zoomorfos; el simbolismo. Recordemos que las otros dos son su carácter decorativo y su funcionalidad, ya que recogían el agua de lluvia y la expulsaban por los orificios de desagüe.
La altura que alcanza el citado edificio impide, sin embargo, identificar los otros seis pecados pues desde el suelo resulta imposible estudiar y observar con claridad las esculturas. Las fotografías tampoco ayudan mucho, aunque permiten distinguir diversas expresiones en los rostros esculpidos. Unos parecen reflejar almas atormentadas, otros tienen gesto bobalicón, algunos transmiten miedo o ira... Es posible, por tanto, que sean realmente los pecados capitales lo que el cantero quiso encarnar en algunas de las numerosas gárgolas que pueblan las alturas de la parroquia. O simplemente se tratan de extraños seres mitológicos extraídos de bestiarios medievales (grifos, faunos, basiliscos, etcétera).
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En el mismo lateral donde se encuentra la gárgola onanista coexisten figuras antropomorfas y zoomorfas. |
A unos metros de la gárgola que simboliza la lujuria mediante el pecado de Onán, se sitúa un simple canalón sin ningún tipo de decoración. |
Gárgola zoomorfa con rasgos porcinos. |
Algunas de las gárgolas de Montemolín parecen representar seres de los bestiarios medievales |
Otras, simplemente, parecen personalizar atormentadas criaturas. |
Curiosamente, la gárgola de Montemolin no es la única que podemos encontrar en actitud onanista en tierras extremeñas. Así, por ejemplo, en 2012, Samuel Rodriguez Carrero, autor del blog Extremadura: caminos de cultura) da cuenta en un completísimo articulo de la presencia de gárgolas en esta disposición, en este caso en la cacereña localidad de Montehermoso. En concreto, son séis las gárgolas (de un total de dieciséis) las figuras que para Samuel se encuentran en actitudes no demasiado acordes a un inmueble religioso, sino fuera porque con toda seguridad pretenden educar, comunicar o expresar algo que hoy día se nos escapa.
Así mismo, en febrero de 2015, Rubén Núñez, otro gran bloguero, mostró en su blog Cáceres Al Detalle una gárgola femenina en este intimo acto situada en el palacio del Marqués de la Isla de Cáceres. Para Rubén, el hecho de que esta escultura se encuentre en un edificio civil y no en una iglesia, como es más habitual, se debe a desavenencias entre distintas ramas de familias nobles. Esa gárgola simbolizaría, por tanto, una burla.
Cuentan que hay más iglesias en Extremadura en cuyas cumbreras y campanarios habitan gárgolas onanistas o eróticas, y que desde allí nos observan en silencio. ¿Serías capaz de encontrar alguna...?