Hay investigadores que afirman que ciertos lugares poseen un magnetismo especial y son elegidos por los hombres, desde antiguo, para adorar a sus dioses. Esto ocurre por ejemplo en la localidad asturiana de Cangas de Onis, donde existe una iglesia construida sobre un dolmen o en la
basílica visigoda de Santa Lucia del Trampal (Alcuescar, Cáceres), en la que se han encontrado numerosos exvotos romanos en forma de cabras que representaban a la diosa indígena Ataecina, sincretizada posteriormente en Proserpina.
Esto viene al caso por que el pasado domingo visitamos la maltrecha ermita de Alta Gracia (Higuera de la Serena, Badajoz) donde me llamó poderosamente la atención la existencia de un contrapeso de una prensa olearia romana, parecida a la que aparece en la cercanías de la mencionada Santa Lucia del Trampal. Esto me hizo pensar que en el lugar escogido para levantar la ermita de Alta Gracia existió probablemente una villae romana, (núcleos agrícolas, por otra parte, muy frecuentes en la comarca de la Serena) y tal vez un centro de culto.
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Contrapeso de prensa olearia en la ermita de Alta Gracia. |
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Contrapeso y bloques de granito. |
La ermita de Alta Gracia fue fundada a finales del siglo XV por
don Juan de Zúñiga y Pimentel, importante noble y señor de la Serena que se rodeó, en su palacio de la cercana Zalamea, de maestros y sabios entre los que destacaba
Antonio de Nebrija, El lugar elegido para levantar dicha ermita fue un montículo cercano al río Guadamez, separado 4 Kilómetros de Higuera, en el supuesto lugar donde se aparecía la Virgen María.
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Interior de las ruinas de la ermita. |
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Aspecto exterior de la antigua ermita. |
Pronto la ermita se convirtió en un importante lugar de peregrinación y por ello hubo de construirse en sus inmediaciones un edificio para acoger a los numerosos peregrinos. De esta hospedería y del cercado de piedra que rodeaba el conjunto, todavía existen restos medianamente conservados. Nada queda, sin embargo, de los frescos que adornaban las paredes de la ermita ni del altar e imágenes que existían en su interior. Incomprensiblemente el santuario cayó poco a poco en el abandono hasta llegar al lamentable estado en que se encuentra en la actualidad.
Con toda probabilidad las desamortizaciones y las guerras tuvieron mucho que ver y hoy día apenas quedan cuatro paredes construidas en mampuesto con las esquinas de cantería y algunos ladrillos rojos en los huecos de puertas y ventanas, lo cual indica que quizás los moriscos de Magacela o Benquerencia intervinieron en su construcción.
Pero realmente, lo que me resultó más llamativo de esta ermita fue la existencia, al igual que en Santa Lucia del Trampal, de una prensa olearia en sus inmediaciones... ¿Coincidencia?
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Basílica visigoda de Santa Lucia del Trampal y olivo centenario. |
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Contrapeso de prensa olearia en Santa Lucia del Trampal. |