Se ha escrito mucho sobre el continuado expolio al que el magnate de la prensa amarilla William Hearst sometió al patrimonio español. Hay que tener en cuenta el inmenso poder económico y mediático de este personaje. Según numerosos historiadores y estudiosos Hearst fue, nada más y nada menos, uno de los causantes del inicio de la guerra hispano-estadounidense de 1898 al acusar a España a través de sus periódicos, junto al también magnate de la prensa Pullitzer, de la explosión intencionada del acorazado Maine. Como sabéis esta guerra hizo perder a España su última colonia, la isla de Cuba. En 1975 un informe del ejercito estadounidense concluyó que la explosión del acorazado fue debido a una causa interna.
Algunos recordaréis también a la actriz Patty Hearst, nieta del millonario, porque allá por los setenta saltó a los medios por unirse a los terroristas que la habían secuestrado para obtener un gran rescate de la familia. Una vez detenida, tras asaltar un banco y ser fotografiada rifle en mano, adujo que había sido victima del Síndrome de Estocolmo. Tras el juicio fue condenada a varios años de prisión aunque fue indultada dos años después por el presidente Carter. Recuerdo bien ese episodio por una novela sobre este asunto que andaba por casa cuando yo era niño y que leí con avidez, y también por una celebre fotografía en la una atractiva joven aparece con un arma en la mano ante el símbolo del grupo terrorista que la había secuestrado.
Es probable, por tanto, puesto que había nacido en San Francisco, que Patty se criara entre capiteles, columnas románicas y otras obras de arte procedentes de España y del resto de Europa, aunque es muy posible también que ella desconociera su verdadero origen. Por cierto, los que hayáis visto Ciudadano Kane, no habréis olvidado los cientos de cajas que aparecen en los planos finales, rebosantes de jarrones, candelabros, estatuas y otras antigüedades resultantes del expolio a que fue sometido gran parte del patrimonio del continente europeo.
Pero, ¿qué supuso Ciudadano Kane para el cine? Para contestar esta pregunta, nadie mejor que mi amigo Manu Tena García, experto cinéfilo e impulsor desde hace años del Ciclo de Cine Clásico en Villanueva de la Serena, a quien por cierto, quiero dar las gracias por este estupendo artículo y por su colaboración siempre desinteresada:
CIUDADANO KANE.
A pesar de haber transcurrido casi 80 años desde que
se filmó, "Ciudadano Kane” (O. Welles,1941) sigue siendo tan actual que pareciera que Orson Welles hubiera visto
con sus propios ojos las formas de hacer cine de tiempos que están por venir…
Una película que, sin duda, marca un antes y un después en la historia del
séptimo arte.
Dirigida, coescrita, protagonizada y coproducida por Orson
Welles, 'Ciudadano Kane' fue un caso
excepcional en el cine del Hollywood dorado, realizada con una
libertad creativa inusual. Fue precisamente esa singularidad la que provocó
que, en su estreno inicial, fuese boicoteada y despreciada por cierto sector de
la prensa y el público. No era de extrañar, ya que 'Ciudadano Kane' era una
crítica abierta en forma de sátira no solo de la vida del magnate
estadounidense William Randolph Hearst, una de las figuras más influyentes de
la política y, sobre todo, de la prensa de la época, sino también del propio “establishment” estadounidense.
¿LA
MEJOR PELÍCULA DE LA HISTORIA DEL CINE?
Desde mediados de los años cincuenta (no desde su estreno en
1941 por las razones señaladas), la crítica norteamericana y, por extensión, la
del resto del mundo, ha considerado a ‘Ciudadano Kane’ la mejor película de la historia del
cine. Y en las listas de las revistas especializadas, cada vez que se lleva a
cabo una votación entre las mejores películas de la historia del cine, este
título encabeza la lista de manera invariable. Aunque decir esto pueda resultar
arriesgado, existen numerosos factores que confluyeron en la realización de
esta obra maestra, sobre todo la cristalización de diversos valores técnicos,
narrativos y artísticos, estrictamente cinematográficos, y la importante fecha
en que tuvo lugar su realización.
En contadas ocasiones se ha reunido un equipo técnico tan
monumental como en esta película. Una gran cantidad de talentos unidos para
este proyecto, no pueden dar otro resultado que una obra maestra. Orson Welles
como director de orquesta, acompañado de Hermann J. Mankiewicz (hermano mayor de Joseph L. Mankiewicz) como guionista, el compositor Bernard
Hermann, el director de fotografía Gregg Toland… o actores de la talla de
Joseph Cotten, son ya leyendas de la historia del cine.
ORSON WELLES-R.K.O.
Mientras Europa se desgarraba en
una guerra sanguinaria, al otro lado del charco, RKO, que en ese momento estaba
presidida por George J. Schaefer, ofreció a un joven de 24 años llamado Orson
Welles, una oferta completamente extraordinaria para la época, más aún, teniendo en cuenta que se está
hablando del Hollywood dorado. Orson Wells firmó un contrato para producir,
dirigir, escribir y protagonizar dos películas. El estudio sólo tenía que dar
su visto bueno para la trama si el presupuesto del filme sobrepasaba los
500.000 dólares (la película costó 686.000 dólares). Welles tendría plena
libertad creativa, no sólo en la historia, sino también en la contratación de
actores y equipo de rodaje, así como pleno derecho en la toma de decisión del
llamado Montaje Final, algo completamente excepcional teniendo en cuenta que se
trataba de un realizador novel y muy joven. Welles cobraría por su trabajo la
nada despreciable suma de 100.000
dólares. Lo nunca visto en Hollywood.
Tal excepcionalidad, al principio, era una auténtica cárcel creativa, ya que Welles se tiró los
primeros cincos meses del contrato con RKO intentando que se aprobaran varios
proyectos suyos, que eran constantemente rechazados por la compañía. The
Hollywood Reporter llegó a bromear con la situación de Welles: "En
los platós de RKO se hacen apuestas sobre si el acuerdo con Orson Welles
acabará sin que Orson haya hecho una sola película". Harto de que le
rechazasen todas las adaptaciones que proponía, Welles decidió empezar a
escribir una historia original, un desafío que le daría muy buenos frutos.
RODAJE
El rodaje duró 85 días… Pero, cuando los jefes de la RKO
quisieron darse cuenta, Welles llevaba
ya varios días filmando, y no precisamente pruebas.
Cuentan que cuando llegó al primer día de rodaje, Orson
Welles enseguida se puso a colocar los focos de luz y a preparar las cámaras,
hasta que le dijeron que para eso ya había un tipo al mando, nada menos
que Gregg Toland.
Trabajaba 16, 18 horas diarias, y las más de las veces
comenzaba a las cinco de la mañana. Cuatro horas tardaba el maquillador en
envejecer a Orson para
las escenas de su retiro en Xanadú. Apoltronado en un sillón de barbero, Welles pasaba aquellas horas de
aparente inactividad ensayando con los actores las escenas que iban a filmar y
consultando con Toland las
posibilidades de mejorar la fotografía. Mientras tanto, el maquillador
trabajaba: aparte de las orejas, las narices y las barbillas postizas de
material plástico, que le aumentaban hasta cinco décadas su aspecto físico (de
los 25 años del Kane joven, al comienzo del filme, a los 75
del Kane viejo, cuando le abandona Susan), Welles tuvo que sufrir unas
lentillas de contacto especialmente tratadas para envejecer los ojos. No veía
muy bien con ellas, y hubo que contratar a un médico para que se las ajustase.
DETALLES TÉCNICOS REVOLUCIONARIOS
Tratamiento del Tiempo
En esta película asistimos en poco más de hora y media a unos
cincuenta años de la vida del personaje. El director y el guionista (Herman J. Mankiewicz) concibieron
multitud de elipsis en la planificación, para comprimir el tiempo, pero,
además, decidieron que, lejos de contar linealmente la vida de Kane, iban a
hacerlo con flashbacks (saltos atrás en el tiempo), con las
evocaciones de los personajes que le conocieron.
Iluminación, cámara y óptica
La puesta de luces de esta película es especial y está inspirado
en el modo de iluminar, generalizando, del cine expresionista alemán. En
Welles, desde esta primera película, las zonas en sombra (o en negro) de los
planos, son tan importantes, o más, que las zonas iluminadas.
En Ciudadano Kane, el sistema de puesta de luces es diferente
a lo que se usaba en Europa. Los fotógrafos de los estudios estadounidenses
trabajaban con la puesta lumínica del sistema triangular de
luces que generaba un contraste manejable sobre los personajes a través de las
luces y sombras (principales y rellenos), y las luces laterales y desde los
fondos. En conjunto, esta forma de iluminar generaba volumen, profundidad, y la
aparente sensación de tener la tercera dimensión (profundidad) en un arte que
es bidimensional. En Ciudadano Kane la luz aparece con un juego de luces y
sombras que ayudan a dar mayor dramatismo y valor psicológico a cada una de las
escenas, dirigiendo a los espectadores a los centros de atención generados por
el contraste lumínico que aportaban al estado anímico de cada uno de los
personajes. Se distinguen dos estilos: una luz de contrastes suaves relacionada
con la juventud y la llegada al poder de Kane, y una luz muy contrastada con
fuertes penumbras (expresionista) que caracteriza a la corrupción y la
decadencia del personaje. La escena en la que Kane escribe su declaración de
principios es bien notable el uso de la iluminación con fines dramáticos y
expresionistas.
Encuadres y composición en el plano
Abundan las posiciones de cámara en contrapicado, y también
en picado enalteciendo o disminuyendo a los personajes y sus interlocutores.
También realiza tomas desde abajo integrando los pisos en el decorado como así
también los techos.
El montaje en profundidad
La labor del montajista Robert Wise estuvo totalmente
supeditada a la dirección artística de Welles ya que este último disponía
de total libertad, poco común en Hollywood, para definir el corte
final. Debido a su experiencia teatral, Welles utilizo abundantes planos
largos eliminando el muy utilizado plano-contraplano de Hollywood, permitiendo
de esa manera mayor libertad y linealidad a los actores. Para los cambios de
secuencia utilizo preferentemente los fundidos y los encadenados.
Efectos Especiales
En el caso de Ciudadano Kane, Welles no conocía la existencia
de la impresora óptica (también llamada Truca) que
permitía hacer combinación de tomas. Se hacían por separado y luego de
combinaban. La conoció en el laboratorio de cine en donde le explicaron su
funcionamiento y lo que se podía hacer con ella, y desde ese momento fue un
equipo muy importante para la película.
UNA TEMÁTICA POLÍTICAMENTE INCORRECTA
También en este campo, la película supuso una auténtica
revolución, pues trató multitud de temas con una actitud crítica y analítica. El
poder de la prensa, la búsqueda de la inocencia perdida, la hipocresía del
aparato político estadounidense, la ambición despiadada de los bancos, el
empleo del dinero en el cada vez más voraz sistema capitalista... y todo ello
sin perder la dimensión humana de una historia de amistades traicionadas,
amantes fugaces, la lucha de un hombre por cambiar el mundo y siendo derrotado de manera
irremisible por él.
Aunque “Ciudadano
Kane” contase más o menos la vida de William Randolph Hearst, en años posteriores el propio Orson
Welles revelaría en alguna entrevista, cómo esa historia era la historia de su
propia vida, con ciertos matices claro.
La primera escena, con el fallecimiento de Kane, al que no
vemos el rostro (no me parece casual, como nada en ella) representa en sí misma
el mayor misterio de la película. Y aunque pronto comprenderemos qué es
Rosebud, y no será muy difícil acceder al sentimiento de nostalgia que provoca
la nieve en el protagonista, nunca conseguiremos acceder, aunque creamos que
toda la película se dedica a ello, cuál es la personalidad y los sentimientos
más profundos de Kane, quien según va haciéndose más anciano, y le van
sucediendo algunas desgracias personales y financieras, y se amontonan las
preguntas y algunas respuestas poco convincentes, se va encerrando más y más en
sí mismo, hasta que se queda completamente solo. Y es que es tan difícil saber
por qué Kane era lo que era, como lo es preguntarse lo mismo acerca de Orson
Welles.
ANÉCDOTAS
- Orson Welles afirmó
que, antes de realizar Ciudadano Kane, se había preparado viendo la
cinta La diligencia de John Ford 40 veces.
- La sensación de
antigüedad en las noticias que aparecen al inicio de la película se logró
generando un efecto de grano al arrastrar el negativo sobre la arena.
- Hay quienes creen que
el nombre del trineo, Rosebud –que traduce en español capullo de
rosa–, era el sobrenombre que Hearst tenía a la vagina de su amante, pero
todo indica que sólo se trata de un mito.
- RKO Pictures recibió
ofertas monetarias para destruirla antes de su estreno público. Tras una
negociación con los abogados de Hearst, RKO Pictures presionó a Welles para
eliminar algunos fragmentos de la película. Debido a ese acuerdo, Ciudadano
Kane pasó de durar 2 horas, 2 minutos y 40 segundos a 1 hora, 59
minutos y 16 segundos.
CONCLUSIÓN
La película consiguió
nueve nominaciones a los Oscar y recibió la estatuilla al mejor guión original,
escrito por Wells quien también es el protagonista. El “niño prodigio”, se había convertido en
una estrella que hoy brilla más que nunca.
(Manuel Tena García)
Más información sobre el triste y continuado expolio descrito en los siguientes enlaces:
http://www.caleradeleon.es/repositorio/20150314105352.pdf
http://www.extremaduramisteriosa.com/orson-welles-y-los-conventuales-de-alcantara-y-calera-de-leon
https://books.google.es/books?id=Rmyi0QWqj7UC&pg=PA30&dq=hearst+conventos&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiSpInn8JXhAhVFxoUKHRtaBisQ6AEIOTAD#v=onepage&q=hearst%20conventos&f=false