En Romangordo han tenido la feliz idea de pintar paredes y puertas con preciosas escenas de la vida cotidiana. Curiosa iniciativa que hace de este municipio un lugar peculiar y muy agradable de recorrer. Algunas de estas escenas son ya irrepetibles e imposibles de ver en la vida real (el vendedor de gaseosa o la siega del cereal con hoces). Otras, sin embargo, (la saca del corcho, el llenado de los chorizos o el herrado de un caballo) son escenas todavía frecuentes en muchos pueblos extremeños. Son, en definitiva, imágenes que marcan la identidad de un pueblo...
No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río. Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.
Una maravilla.
ResponderEliminarMuy logradas las pinturas. Preciosas
ResponderEliminarEs precioso e estado varias veces y es precioso
ResponderEliminarEs precioso e estado varias veces y es precioso
ResponderEliminarEs precioso e estado varias veces y es precioso
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