Me resulta sumamente curioso las similitudes existentes entre el sistema constructivo utilizado en el yacimiento tartésico-orientalizante de la Mata (Campanario) y cualquier ejemplo de arquitectura popular rural que podamos encontrar en amplias zonas de Extremadura. Me refiero a similitudes en cuanto a procedimientos y materiales.
Así, sí observamos las paredes y muros del edificio protohistórico podremos diferenciar con claridad la base de piedras que hacía las veces de cimientos, sobre las cuales se levantaban las paredes de ladrillos y adobe, es decir, de barro y paja. Posteriormente, las paredes eran recubiertas de cal. Los trabajos arqueológicos pusieron de evidencia también que los techos estaban formados por un entramado de madera, cañas y tierra.
Molinos barquiformes en el yacimiento de la Mata. Al fondo, Magacela. |
Dicho esto, dejemos la Mata y vayamos a Magacela, población situada a solo ocho kilómetros, más concretamente a la parte más baja de la población, el Barrio del Pilar, donde existen un buen número de antiguas y arruinadas casas de labranza. Allí podremos observar de nuevo -al igual que en el citado yacimiento- paramentos de mampuesto, paredes de adobe y ladrillos de barro cocido. Igualmente son perceptibles los restos de caolín en algunas de estas viviendas y corralones.
Es decir, al menos durante 2500-3000 años, en el medio agropecuario, no hubo muchas variaciones en este tipo de construcciones rurales, como se puede apreciar en las fotografías. Únicamente habría que matizar que mientras las cubiertas del milenario edificio eran aterrazadas y planas, las cubiertas del barrio bajo de Magacela se hacían a dos aguas utilizando en la mayoría de las veces la teja árabe y en ocasiones la teja plana o romana. Por norma general, esta tipología de tejados (que también emplea madera, barro y cañas para las techumbres) es la más extendida en la arquitectura popular de la península, exceptuando zonas costeras e isleñas.
Me atrevería a decir que este tipo de construcción perduró, al menos en ciertas zonas, hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, quizás mediados de los sesenta, en pleno desarrollismo, cuando hicieron su aparición vigas y estructuras de hierro, uralitas, azulejos y otros elementos que tanto daño visual y material provocaron en nuestros pueblos y ciudades.
(*Recordemos que la Mata (Campanario-La Coronada), al igual que los yacimientos de Cancho Roano y Casas de Turuñuelo, es un claro exponente de la presencia en el este de la provincia de Badajoz, durante la conocida por los especialistas como Primera Edad del Hierro, de una cultura con marcada influencia mediterránea, presumiblemente de ascendencia tartesia. Los dos primeros yacimientos son visitables. El tercero ha pasado por varias campañas de excavación presentándose como un yacimiento que en un futuro inmediato puede aportar y clarificar numerosas cuestiones sobre este periodo.)
edificio protohistórico de la mata. campanario. badajoz.
cancho roano. la conexión atlante.
cancho roano. un lugar de culto.
Como nos dices esas técnicas también fueron usadas en las zonas de mi Castilla y León en algunos lugares el basamento era mampostería y otras canto rodado dependiendo de lo mas accesible.
ResponderEliminarSaludos.