Para percibir la explosión de luz, olores, colores y diversas sensaciones que produce la breve pero intensa primavera extremeña nada mejor que adentrarnos en cualquier dehesa de las muchas que aún sobreviven a lo largo de la geografía extremeña. El parque periurbano Dehesa de Moheda Alta, perteneciente al Ayuntamiento de Navalvillar, muy cerca ya de la provincia de Cáceres, es uno de esos lugares donde la primavera se muestra con todo su esplendor. Apenas los amantes de la naturaleza se han repuesto del espectaculo que supone presenciar cientos de grullas en los azules cielos y sus idas y venidas de las dehesas a los cultivos de arroz, un manto de flores cubre el suelo bajo las copas de las recias encinas.
Un Centro de Interpretación ayuda al viajero a conocer en profundidad la fauna y flora de este lugar y sobre todo a esta elegante y grisacea ave, a la que acuden a ver ornitólogos de los más remotos lugares. Para ello, estrategicamente situados se han instalado varios observatorios que permiten seguir al aficionado las andanzas de estas y de otras aves. Para completar la jornada y como guinda al pastel nada mejor que un paseo por la sierra de Pela o quizás por las empinadas calles de la Puebla de Guadalupe.
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