No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

SEGUIDORES

domingo, 11 de mayo de 2014

los músicos de plasencia


Hace ya unos meses publiqué una entrada donde describía los ángeles músicos que aparecen en una de las puertas de bronce que dan acceso a la iglesia del Monasterio de Guadalupe. Después resultó que dichas puertas solo eran una réplica (las originales se encuentran en el interior) y que aquellos músicos no eran los únicos que podemos encontrar en el Monasterio, tal y como me hizo ver Samuel Rodriguez Carrero por medio de un correo electrónico. (Samuel es el autor de Extremadura; caminos de cultura, un blog donde puedes encontrar amplia información sobre algunos de los monumentos extremeños más desconocidos.)

En dicho correo, Samuel me indicaba también algunos otros lugares donde es posible encontrar representaciones de músicos, tanto en edificios religiosos como civiles. Entre los primeros, citaba los músicos que adornan las fachadas de las catedrales de Coria y Plasencia, el interior de la Ermita del Humilladero de Guadalupe y el ya citado monasterio. En cuanto a arquitectura civil, señalaba las doce figuras de piedra que coronan el palacio de los Pizarro en Trujillo. 

Como siempre, la información aportada por Samuel me pareció muy detallada e interesante, y además, me revelaba aspectos absolutamente desconocidos. Por eso, hace unos días, ante la gran mole de las dos catedrales de Plasencia estuve buscando algunos de las figuras que Samuel me había indicado, aunque no tuve demasiado éxito. En el interior, sin embargo, pude encontrar un buen número de figuras portando diversos instrumentos. 

Entre la Catedral Nueva y la Vieja, se encuentra este pequeño grupo de
 ángeles músicos. Uno de ellos toca lo que parece ser un
órgano portativo, ayudado por otro que parece accionar una manivela.
Un tercer ángel cantor les acompaña.

Los primeros no se hicieron esperar demasiado, puesto que se encuentran justo en la unión de las dos catedrales, sobre una pequeña puerta. Como podéis ver en la imagen, se trata de un grupo de tres ángeles. Para Samuel, la presencia de ángeles músicos en el interior de los templos, así como en pinturas donde los mismos circundan a María, a Jesús o a algún personaje religioso, responde al deseo de alabar a Dios a través de la música, basándose en la idea que se tenía (y se tiene) de que una corte celestial canta y toca los instrumentos eternamente. Los instrumentos musicales representados suelen ser siempre los mismos, propios de la época de creación de la obra y usados mayoritariamente en la Edad Media. Algunos derivan del mundo antiguo. Son instrumentos usados en la música religiosa o de cámara, y por ello aptos para ser representados en la iconografía religiosa, pues de los mismos surgía una música que endulzaba el alma. Sin embargo hay instrumentos que se consideraban profanos, pues se solían utilizar en festejos por el pueblo donde los pecados afloraban, especialmente el de la lujuria. Es el caso de la gaita. Estos músicos lejos de estar dentro de recintos sagrados, podían por el contrario coronar los templos convertidos en gárgolas. Las mismas, aunque no se conoce con certeza su función, solían representar vicios y pecados, así como figuras practicando los mismos, algo que les impide entrar dentro de la casa de Dios y que servirían como advertencia al pueblo que les imitase, alejándose por ello de la salvación. 

Una vez en el interior de la Catedral Nueva, observé que esos no eran los únicos músicos representados por los distintos artistas puesto que también aparecen en dos importantes elementos del templo; el coro y el órgano. Del primero tal vez hayáis oído hablar, sobre todo de su sillería, puesto que en ella aparecen representados extrañas e irreverentes estatuillas de difícil interpretación, que resultan muy sorprendentes en el interior de una catedral.  De ellas y del triste final de su autor, Rodrigo Alemán, ya traté en 2011 en un articulo que titulé Icaro. 

Lamentablemente, la reja del coro impide el acceso al interior de este y por tanto, no pude tomar demasiadas imágenes del sinfín de figuras que adornan la impresionante sillería de nogal, aunque es de suponer que debe haber más representaciones de músicos. Sin embargo, precisamente en la parte superior de esta reja también aparecen dos ángeles de doradas alas y suntuosos ropajes que tocan sendos instrumentos de cuerda muy parecidos a la actual guitarra española. En los extremos aparecen también dos imágenes de gran tamaño, correspondiendo una de ellas al rey David. 

Sillería del coro de la Catedral de Plasencia. Arriba a la derecha se observa un flautista
de pequeño tamaño.
Detalle de la reja del coro. La búsqueda de la simetría con otro ángel
de similares características convierte al  ángel de la imagen en
un guitarrista peculiar, puesto que coge la guitarra como lo haría
un zurdo.
En uno de los extremos de la reja del coro aparece el
rey David portando un arpa, instrumento que
 suele portar en la iconografía religiosa.

Otro de los elementos en los que aparecen un buen número de músicos, algunos de ellos ángeles, es el gran órgano de finales del siglo XVII. La gran altura que alcanza la parte superior del órgano impide observar y fotografiar con nitidez las figura que lo coronan, y por ello he tenido que recurrir al articulo El órgano grande de la Catedral de Plasencia. Nuevas aportaciones para su historia. (Vicente Méndez Hernán). En este artículo, el autor identifica y hace una completa descripción de las figuras que adornan el monumento. Llama la atención la alternancia de personajes bíblicos y paganos en la composición del monumental órgano.


Así, en la parte superior aparece la Fama, triunfante y portando una gran trompeta. Bajo ella, el rey David con su correspondiente arpa, San Pablo y San Francisco de Asís. Como os digo, la falta de luz y la altura a la que están situadas estas esculturas me impidieron obtener imágenes con un mínimo de calidad. En el articulo citado anteriormente podéis ver más información sobre ellas y sobre otros aspectos.

Si se aprecian con más claridad, a ambos lados de la caja del órgano, dos torres cilíndricas con hornacinas en las que aparecen Orfeo y Jubal, considerados tradicionalmente como padres de la música. El primero, a nuestra derecha, aparece tañendo un laúd. Sobre él, tres figuras con diversos instrumentos.

Orfeo, dios de la música en la mitología griega. 
Sobre Orfeo, tres figuras con distintos instrumentos.
La figura situada en la parte superior porta una trompeta
de varas, mientras que los otros parecen sujetar un laúd
y una gaita.

Simétricamente, a nuestra izquierda, podemos ver a Jubal, unos de los descendientes de Caín. En la parte superior se sitúan otros tres músicos con diversos instrumentos de cuerda y viento. Si observáis la imagen que sigue a continuación, podréis ver también un pequeño ángel soplando un cuerno, situado sobre Jubal. Un angelillo de las mismas características aparece sobre Orfeo.

Jubal, personaje del Antiguo Testamento, tocando una lira.
Sobre él, un angelillo soplando un cuerno. En la parte
superior, otros tres músicos.


los seis músicos de guadalupe
Si habéis estado alguna vez en Guadalupe, tal vez os hayáis fijado en las dos grandes puertas de bronce que guardan el acceso a la iglesia del monasterio, y en las figuras repujadas en medio relieve que representan diversos pasajes de la vida de Jesús, desde la Anunciación del ángel a María hasta la Resurrección.

Seguro que todos conocéis la leyenda de Ícaro, el joven que quiso volar tan alto que provocó que el calor del sol derritiera sus alas de cera. Hoy he descubierto que en Plasencia hubo también un Ícaro y que éste, como el griego, tuvo un desgraciado final de viaje.