No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

SEGUIDORES

jueves, 22 de diciembre de 2011

plaza alta. badajoz.


Era una de mis asignaturas pendientes y por fin, hace unas semanas estuvimos por allí. La verdad es que todo el conjunto, recuperado de la marginalidad y de la degradación y transformado en un importante espacio para la ciudad, nos sorprendió gratamente.

Situada bajo la impresionante alcazaba y luciendo vivos colores en sus arquerías y en los edificios que soportan, la Plaza Alta es ahora un referente en Badajoz. Ya lo fue hace cientos de años, cuando los árabes establecieron allí el zoco y posteriormente, tras una serie de actuaciones que comenzaron en 1485 y que se desarrollaron a lo largo de varios siglos. De este modo, y tras la construcción de los mencionados soportales, de dos arcos o puertas de entrada (Arco del Toril y Arco del Peso) o de las Casas Consistoriales, la Plaza Alta adquirió el desigual y atractivo aspecto que presenta en la actualidad.

Casas Consistoriales y torres de la Alcazaba.

Casas Coloradas.

Arco del Peso.

Que queréis que os diga. Tal vez la Plaza Alta no tenga la monumentalidad de otras grandes plazas repartidas por la geografía española pero sin duda merece estar entre ellas, entre otras cosas por el carácter histórico de sus edificios y por el lugar que ocupa, al pie de la alcazaba que los árabes empezaron a levantar allá por el siglo XI...


Plaza Mayor de Madrid.


Plaza Mayor de Valladolid.


Plaza de la Corredera de Córdoba.


Plaza Mayor de Ávila. Mercado Chico.

En la siguiente web, podéis obtener una completisima información, proporcionada por Isaac Corbacho Cuello, sobre la Plaza Alta y sobre otros lugares de Badajoz, ciudad poco conocida en el resto de España pero con lugares y restos históricos más que interesantes;

http://www.monumentosdebadajoz.es/palta.htm

domingo, 11 de diciembre de 2011

don benito. badajoz.

Ya os he hablado alguna vez de Luis Bello, autor del Viaje por las Escuelas de España, colección de artículos escritos a lo largo de varios años para el diario El Sol, en los que se describen las escuelas de principios del siglo XX.

Haciendo uso de un prosa clara, fácil y directa, Bello dejó un buen número de estampas costumbristas y una valiosa información sobre el mundo escolar, pero también sobre los pueblos y las ciudades por donde pasó. Hace unos días, hojeando la parte dedicada a las escuelas extremeñas me llamó la atención un aspecto que desconocía de Don Benito...

En el extracto que sigue a continuación, este autor describe como jornaleros y albañiles se acercan por la mañana hasta la plaza en busca de su jornal. Pero luego, hace mención de otro gremio de Don Benito, ciudad eminentemente agrícola, cuando menos sorprendente...


En la plaza hay, por las mañanas, trabajadores de todos los oficios, especialmente jornaleros del campo y albañiles, que aguardan ajuste en las esquinas y alrededor del cafetín. Suelen ir un rato hasta los obreros fijos y los que ya tienen jornal; pero pronto se ve cuales son los que van a jugarse el albur del jornal módico o del paro forzoso. Aumenta el número de días difíciles como el de hoy. A medida que la mañana va avanzando, se desparraman y, a falta de jornal, buscan ocupaciones libres. Serán pajareros, pescadores, esparragueros...Cuando el campo no da nada, en épocas en que todo se riega, son las mujeres las que salen a los portales demandando socorro. Los pobres se ayudan unos a otros y el primer remedio es el préstamo de pan entre compañeros. A largas temporadas es necesario llegar al repartimiento de trabajadores entre los hacendados y, según estos, siempre se atiende a los más pobres, de modo que en Don Benito nadie se acueste sin comer. El campo y los oficios antiguos sostienen malamente a esta población jornalera.

Más suerte tienen los pescadores aventureros, que no se conforman con el pescado blanco del Guadiana y del Gévora y salen a trabajar otras riberas hasta la desembocadura del Guadalquivir. Esta gente sabe por tradición Ictiología, Geografía, Hidrografía y hasta Naútica, valiendose de viejas artes; garlitos, nasas, redejones, butrones y distintos trebejos, unos buenos y otros malos. Es además tropa muy dura, con lo cual gozan fama, bien ganada, los pescadores de Don Benito. Viven casi todos en el barrio alto de San Sebastián, cerca de la primitiva ermita de la Peña, desfigurada hoy por un barracón pegadizo que le roba toda su gracia. Si Orellana resucita y hubiera otro Amazonas que descubrir, encontraría sus cincuenta y tres hombres sólo con dar una voz al pie de la ermita de San Sebastián.

Luis Bello. Viaje a las escuelas de España. 1927.


martes, 6 de diciembre de 2011

grus grus


Mi vecino y sin embargo amigo, Rafa, ha querido sumarse a la fiesta de las grullas y me ha cedido estas bonitas fotos, en las que se puede observar el comportamiento de estos animales deambulando entre la niebla y los rastrojos de arroz...Gracias, Rafa.




jueves, 1 de diciembre de 2011

edificio protohistórico de la mata. campanario. badajoz.



En el término municipal de Campanario (Badajoz), a dieciocho kilómetros en linea recta del santuario de Cancho Roano, se encuentra el yacimiento arqueológico conocido como Edificio protohistórico de la Mata. Construido hace unos dos mil quinientos es, por tanto, contemporáneo del citado santuario, presentando, según los estudios de diversos investigadores, muchas similitudes entre ambos...

Así, los dos yacimientos tienen en común su aparente aislamiento geográfico, la orientación este, su cronología, sus dimensiones y planta cuadrada o los fosos que rodean sus murallas. Esto, unido al carácter aristocrático de las construcciones e incluso su posición como centro de poder ante la población autóctona son razones más que suficientes para pensar en que hubo una fuerte relación entre la Mata y Cancho Roano...

La función de la Mata estaría, sin embargo, más orientada al aprovechamiento agrícola, ganadero, forestal y cinegético, mientras que Cancho Roano tendría vocación religiosa y comercial. La Mata sería, por tanto, una hacienda o casa de campo señorial, aunque construida probablemente sobre algún antiguo símbolo religioso como alguna estela de guerrero o algún enterramiento.

Este edificio, situado al contrario que Cancho Roano, sobre una pequeña elevación natural, tuvo diferentes fases constructivas aunque finalmente tendría el aspecto de una fortaleza de dos plantas rodeada de una muralla y un foso. En el interior, además de la correspondiente zona residencial, habría otras dedicadas a almacén y a la realización de las labores de transformación de los productos. Así, durante las excavaciones, se encontraron numerosos molinos e incluso un lagar.


Además, esta casa de campo no alcanzaría la monumentalidad que si tuvo en sus últimas fases el santuario tartésico. El final de ambos tampoco sería el mismo. Mientras que Cancho Roano fue abandonado y ocultado a propósito, la Mata pudo ser objeto de algún ataque y de un posterior expolio, que explicaría la diferencia de piezas de prestigio encontradas en ambos yacimientos, según explica Javier Jimenez Ávila en el completo artículo "La construcción del poder en el mundo post-orientalizante".

Pero ¿quién eran estos hombres que hace 2500 años habitaron y construyeron este edificio en medio de la enorme extensión boscosa tan diferente del paisaje de pastos y estepas, sin apenas arboleda, que hoy podemos ver cuando recorremos la comarca de la Serena? Probablemente habría que hablar de una aristocracia procedente de las costas del sur, de ascendencia tartesia y muy influenciados por griegos y fenicios, que se extendió hace 2500 años por parte del suroeste de la península, protagonizando un fenómeno o unidad cultural. Este fenómeno, desconocido hasta hace pocas décadas y definido en 1978 por M. Almagro-Gorbea como "cultura post-orientalizante", se extinguió tan misteriosamente como apareció, dejándonos, eso si, importantes muestras de su arquitectura, de su arte y de su modo de vida...




sábado, 26 de noviembre de 2011

cancho roano y el caballo.


Todos los especialistas y estudiosos están de acuerdo en que el motivo que indujo a la construcción de un santuario tartésico tierra adentro y en mitad de un territorio boscoso y desconocido, como sería por entonces la comarca de la Serena, fue fundamentalmente religioso, sin rechazar cierto componente comercial y de expansión hacia nuevos territorios.

Hay, lógicamente, diversas teorías respecto a quien o a quienes estaban dirigidas las ofrendas y rituales de los antiguos pobladores. Una de ellas indica que, a juzgar por la gran cantidad de objetos relacionados con la mujer, esta tendría un papel muy importante en este santuario. Tal vez sus moradores fueran sacerdotisas consagradas a alguna deidad desconocida por los investigadores. O tal vez fueran mujeres dedicadas al sexo revestido de cierto componente sagrado, hipótesis esta última, rechazada por José María Blázquez Martínez en el articulo "El santuario de Cancho Roano".

En cualquier caso, solo son teorías, porque hasta ahora no se ha encontrado nada que permita poner nombre al objeto del culto en esta zona. ¿Melkart, el dios al que los fenicios erigieron un templo en la costa gaditana? ¿Astarté, diosa de la fecundidad que pudo posteriormente sincretizarse en Ataecina y después en la romana Proserpina? Precisamente esta diosa, Astarté, vinculada con los caballos y representada por fenicios e indígenas junto a ellos, podría ser la figura que aparece en este bocado de bronce, sobre una barca con dos cabezas equinas. (Siguiente imagen.)



De esta manera, quizás se podría explicar la gran cantidad de estatuillas, huesos de caballos y de objetos relacionados con este animal y su monta, que se han hallado durante las excavaciones y que demuestra la importancia vital que tuvo este animal para los moradores del templo. En las siguientes imágenes se muestran algunos de los atalajes encontrados en el palacio santuario.








Entre estas piezas destaca un caballo de bronce de algo menos de 1,5 Kg. dividido, como se puede apreciar en la fotografía, en dos partes, una ensamblada en la otra. Para Sebastián Celestino Pérez y José Manuel Julián Rodríguez, autores del interesante y detallado articulo "El caballo de bronce de Cancho Roano", esta estatuilla formaría parte de un conjunto de caballo y jinete dispuestos sobre una plataforma representando una escena de caza. Según estos mismos investigadores, no se ha encontrado ninguna otra pieza similar, ni dentro de la península ni fuera de ella. Ello, unido a la belleza de la pequeña estatua, hace que nos encontremos ante una obra excepcional actualmente expuesta, como las anteriores piezas, en el Museo Arqueológico de Badajoz.





En los siguientes enlaces y artículos podéis profundizar mucho más sobre este y sobre otros temas relacionados con el santuario de Cancho Roano:



"El santuario de Cancho Roano". José María Blázquez Martínez.

"El caballo de bronce de Cancho Roano". Sebastián Celestino Pérez y José Manuel Julián Rodríguez.

"Santuarios, centros comerciales y paisajes sacros". Sebastian Celestino Pérez.

domingo, 20 de noviembre de 2011

festival de las grullas 2011.


El próximo 4 de diciembre se va a celebrar en la Dehesa de la Moheda Alta de Navalvillar de Pela el Festival de las Grullas 2011. "Han volado 4000 kilómetros para llegar a Extremadura y vamos a celebrarlo..."





jueves, 17 de noviembre de 2011

cancho roano. un lugar de culto.



Independientemente del origen, más o menos incierto, de los constructores y moradores de Cancho Roano, los hallazgos arqueológicos han permitido a los investigadores recrear con bastante exactitud como sería la última fase del santuario tartésico. Construido en piedra y adobe y enlucido con arcilla, el conjunto tiene planta cuadrada (23x23 m.) y está situado en un terreno llano, rodeado de viejas encinas y algunos olivos, junto al arrroyo Cagancha. Este curso de agua surtiría de agua a sus pobladores y al foso que excavaron alrededor de la sacra construcción. Actualmente el yacimiento se encuentra cubierto por una antiestética pero necesaria cubierta que lo protege de los elementos meteorológicos adversos.




En realidad, Cancho Roano son cuatro construcciones superpuestas. Al menos así lo afirman los distintos arqueólogos que desde 1978 han intervenido en las excavaciones. El origen, según algunas hipótesis, podría ser el túmulo o enterramiento de un importante guerrero, a juzgar por los restos encontrados y por la estela funeraria que se encuentra formando parte de la escalera de acceso. En dicha estela aparece un guerrero situado junto a una serie de círculos concéntricos, similar a esta que veis a continuación, encontrada en el mismo marco geográfico.




¿Podrían estos círculos representar a la legendaria Atlántida, descrita por Platón como una serie de canales concéntricos en cuyo centro se encontraría un templo erigido para el culto a Poseidón?

Posteriormente se construiría un santuario, modesto y pequeño, del que se conserva un altar y sobre él un tercer edificio. Sobre este, a su vez, un cuarto, que es el que podemos ver en gran parte hoy día. Finalmente el santuario fue incendiado, enterrado y abandonado. Se desconoce el motivo exacto de este abandono aunque es de suponer que formaría parte de un ritual motivado por los augurios de los sacerdotes o brujos, que tanta influencia ejercerían sobre los pobladores autóctonos. Precisamente este enterramiento y posterior abandono es lo que ha propiciado que el edificio nos llegara en tan buen estado.

Estas fotos muestran el primitivo altar donde se celebraban las ceremonias religiosas, relacionado por algunos estudiosos, como M. Maira Gil Camarón, con la imagen de la diosa egipcia Tanit.




El hecho de que hubiera cuatro fases constructivas diferentes a lo largo del tiempo dificulta bastante la descripción del edificio. Las dos primeras fases, el enterramiento citado anteriormente y el santuario del altar circular, son poco conocidas por los arqueólogos puesto que su estudio implicaría la destrucción de las construcciones superpuestas. A estas le seguirían dos santuarios bastante complejos, con distintos niveles y con zonas bien diferenciadas de distintos usos; de almacén, de residencia y de uso religioso.

Las estancias dedicadas a este último uso, es decir, a la realización de los diferentes rituales y ofrendas, son las más interesantes y las que más pueden aportar para entender las inquietudes y creencias de este fascinante pueblo, que habitó esta zona de Extremadura hace unos 2500 años. Y sobre todo, para entender que llevó a estos hombres a levantar un santuario tartésico-fenicio en mitad de la Serena...




lunes, 14 de noviembre de 2011

cancho roano. la conexión atlante.




En mitad de la inmensidad de la comarca pacense de La Serena se halla el santuario tartésico de Cancho Roano, sin lugar a dudas, uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes que podemos encontrar por toda la geografía extremeña. La importancia de este yacimiento radica en su antigüedad (se empezó a construir quinientos años antes del inicio de nuestra era), en el buen estado de conservación en que se encuentra y en la gran cantidad de piezas que se han extraído de dicho yacimiento. Además, últimamente ha adquirido más importancia si cabe, sobre todo para el gran público, a raíz de que National Geographic lo citara en un documental como posible destino de los supervivientes de la Atlántida. Según esta prestigiosa organización, la legendaria ciudad-estado se encontraba en algún lugar de lo que conocemos actualmente como el Parque Nacional de Doñana y fue destruida por una catástrofe natural, posiblemente un maremoto.

Está claro que estas suposiciones no dejan de ser parte de una teoría arriesgada. Más cierto y menos conocido es, sin embargo, que no muy lejos del yacimiento existe una cueva donde los ocupantes del templo tartesico continuaron durante siglos sus ofrendas y sus ceremonias religiosas. Esta oquedad, conocida como cueva del Valle, se sitúa en la cima del Cerro Quemado, y es citada por ciertos autores como el lugar donde, tras la destrucción del santuario, se trasladó la función religiosa del edificio pero no la comercial. Eso al menos es lo que apunta el investigador Sebastián Celestino Pérez en su artículo "Santuarios, centros comerciales y paisajes sacros" que afirma también que el culto en este lugar se prolongó ocho siglos tras el abandono de Cancho Roano. En las siguientes fotografías se muestra un idolillo procedente de la cueva del Valle y Cerro Quemado, elevación donde se encuentra dicha cueva. Según diversos estudios, el paisaje que predominaba hace 2500 años no sería muy distinto al paisaje de encinas y otras plantas autóctonas que hoy día podemos ver alrededor del yacimiento.

















Es también muy curioso, y tal vez esto pueda mantener en pie la teoría de la conexión atlante de Cancho Roano, el hecho de que nunca se han encontrado tan lejos del mar restos de una civilización tan influenciada por las culturas del Mediterráneo como la que construyó y destruyó, en sucesivas ocasiones, el edificio. Existe en el Centro de Interpretación de Cancho Roano, un panel que muestra un mapa donde se puede observar como las civilizaciones fenicias y griegas colonizaron las costas mediterráneas pero apenas se adentraron tierra adentro. ¿Que hizo entonces que este pueblo tan orientalizado salvara Sierra Morena y se adentrara tanta distancia hasta aposentarse en este territorio, por aquellos tiempos inhóspito y boscoso?

Dejando a un lado la teoría atlante, parece indudable que Cancho Roano fue un importante centro comercial. ¿Fue la búsqueda de nuevos territorios donde mercadear lo que impulsó al establecimiento de este templo en la actual comarca de La Serena? En las siguientes imágenes, podemos ver el castillo de San Sebastian y la isla de Sancti-Petri. En ambos lugares, situados en la costa de Cádiz, se han encontrado importantes restos fenicios y de otras culturas posteriores. Probablemente estas y otras colonias fenicias surtirían al santuario de los diversos productos que servirían después para las transacciones comerciales con la población indígena.





La siguiente fotografía muestra un trozo de cerámica, encontrado durante una de las campañas arqueológicas, en la que aparece la imagen de un búho, símbolo de la ciudad griega de Atenas. Esto da una idea de la influencia que tuvo esta cultura en los ocupantes del santuario.

sábado, 12 de noviembre de 2011

vamos a llenar de grullas la red...


El próximo 27 de Noviembre se van a celebrar en el Convento de la Coria de Trujillo, las II Jornadas "Extremadura en la Red". En esta ocasión el encuentro va a girar en torno a uno de los recursos naturales más interesantes que tiene esta tierra; la invasión por parte de miles y miles de grullas procedentes del norte de Europa, de los arrozales, lagunas y dehesas extremeñas.

Además, con el bonito objetivo de promocionar este recurso y el Festival de las Grullas que se va celebrar en Navalvillar de Pela el próximo 4 de Diciembre, se está trabajando en la publicación de un libro divulgativo que va a contar con las magníficas imágenes y textos de un buen número de blogueros.

Estáis avisados; durante las próximas semanas, vamos a llenar de grullas la red...

jueves, 3 de noviembre de 2011

torres isunza.


Siempre me ha parecido una genial idea la de llenar los espacios urbanos y naturales con arte; creo que es la manera más directa de hacerlo llegar a los ciudadanos y de alegrar la existencia del transeúnte. Tal cosa, frecuente en algunas ciudades del norte, ocurre también en Don Benito. En esta ciudad pacense se puede disfrutar, desde hace unos pocos años, de algunas piezas del escultor Torres Isunza, diseminadas por ciertas calles y plazas. El arte en la calle, al alcance de todos.

Como se puede observar en las imágenes que siguen a continuación, Pedro de Torres Isunza (Don Benito, 1892-Madrid, 1982), tuvo en la mujer a una de obsesiones, a las que quiso representar en esta serie de figuras, desnuda, sencilla y libre de ornamentos. En el Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz, se puede contemplar gran parte de su creación; 120 obras donadas por el propio autor a esta institución. Su intención era cederlas a su pueblo natal para la creación de un museo, aunque finalmente este hecho no se produjo. Desconozco los motivos, aunque son fáciles de imaginar...





sábado, 29 de octubre de 2011

más tortilla de patatas.


Puede que todavía alguien tenga dudas sobre la posibilidad de que el cura de Linares, mencionado en la anterior entrada, tuviera algo que ver con la invención de la tortilla de patatas, ya que el hecho de que fuera citado por el propio Joseph de Tena Godoy y Malfeito podía inducir a pensar en el religioso como precursor de este plato.

Poco sabemos de él; solo que, tal y como dejó escrito en el "Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los párrocos", era un cura de aldea que vivía entre castaños, sin libros, ni sociedad y que firmaba como el cura de Linares en el Obispado de Salamanca. Es decir, que ejercía su ministerio en la localidad salmantina de Linares de Riofrío. También sabemos que estaba muy interesado en las nuevas técnicas agrícolas y en la implantación de un cultivo que hiciera desaparecer de la tierra, el hambre y la miseria.

Esto le llevó a estudiar el cultivo y los usos de la citada solanacea y a publicar, en 1797, sus estudios en una extensa carta que dirigió al citado Semanario. En ella, después de explicar concienzudamente las fases de su cultivo, las distintas variedades y las formas de conservar este tubérculo, describía de esta manera algunas de sus bondades:

(...) Las patatas simplemente cocidas al vapor del agua hirviendo y sazonadas con un poco de sal son por consiguiente el alimento más cómodo, más económico y saludable que se puede comparar con el pan. La naturaleza parece que las ha destinado para comerse de esta suerte, así se mantienen con ellas naciones enteras y este buen alimento se sazona en tan poco tiempo que se puede ir a desenterrar a las once del día y tenerle a las doce dispuesto para ponerle a la mesa. (...)

Posteriormente, tras explicar con detenimiento las distintas maneras de cocerlas y los utensilios a emplear para ello, el sacerdote dejaba estos consejos:

No dexaremos de repetir que las patatas se deben consumir en su estado natural; con un poco de manteca de leche, de grasa, de tocino, de aceyte, de nata, de leche o de miel se hace un plato delicado. Pero el cultivador que recoge muchas no debe de pensar tanto en regalarse quanto en aumentar y perfeccionar su pan, ahorrando consumo de granos.

Como vemos, el afán del párroco era conseguir un pan de patatas que sustituyera, al menos en parte, al pan de cereales, tan costoso y escaso en los años en que la climatología no ayudaba. Y es que para él, el pan de patatas tenía propiedades que llegaban a superar a las de pan de trigo:

El almidón o harina de las patatas se compone igualmente para días de carne y de viernes y la papilla que de él se hace es muy nutritiva y muy preferible a la de trigo: sirve al mismo tiempo de alimento y de remedio, convienen a los niños, a los ancianos y a los convalecientes, aumenta la leche a las nodrizas y precave el exceso de ella.


Podemos comprobar, por tanto, que el entendido cura en ningún momento habla de freír las patatas ni de mezclarlas con huevos, algo a lo que sí se refiere el villanovense Joseph de Tena Godoy y Malfeito. Por consiguiente, y sin acritud, hemos de concluir que no hay ningún dato en el que apoyarse para afirmar que fue el párroco de Linares de Riofrío el precursor y menos aún el inventor de la tortilla de patatas.

Si existen datos, sin embargo, para afirmar que fueron el hacendado Joseph de Tena Godoy y Malfeito y su amigo el marqués de Robredo, tal y como se puede leer en el número 85 del "Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los Párrocos", los primeros en disponer patatas en una sartén con aceite y mezclarlas con huevos. Esta carta, fechada en 1798 en Villanueva de la Serena, lugar donde residía el citado hacendado, es hasta ahora, la primera referencia escrita que da cuenta de este hecho.