Siempre me ha parecido una genial idea la de llenar los espacios urbanos y naturales con arte; creo que es la manera más directa de hacerlo llegar a los ciudadanos y de alegrar la existencia del transeúnte. Tal cosa, frecuente en algunas ciudades del norte, ocurre también en Don Benito. En esta ciudad pacense se puede disfrutar, desde hace unos pocos años, de algunas piezas del escultor Torres Isunza, diseminadas por ciertas calles y plazas. El arte en la calle, al alcance de todos.
Como se puede observar en las imágenes que siguen a continuación, Pedro de Torres Isunza (Don Benito, 1892-Madrid, 1982), tuvo en la mujer a una de obsesiones, a las que quiso representar en esta serie de figuras, desnuda, sencilla y libre de ornamentos. En el Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz, se puede contemplar gran parte de su creación; 120 obras donadas por el propio autor a esta institución. Su intención era cederlas a su pueblo natal para la creación de un museo, aunque finalmente este hecho no se produjo. Desconozco los motivos, aunque son fáciles de imaginar...
Muy bonitas esculturas, por lo sencillas que son.
ResponderEliminar¿ Sabes si esa obsesión por la mujer tenía un origen concreto ?
Saludos.
Las esculturas de este estilo, a la altura de los ojos del paseante, conforman un entorno apacible en las ciudades.
ResponderEliminarBuen fin de semana
Cristina
Josito, no tengo ni idea. Tal vez habría que echar mano de la teoría del psicoanalisis.
ResponderEliminarCris. Tu los has dicho, un entorno apacible. Debería haber más lugares así.
Saludos y hasta pronto.
Yo siempre me quejo de las pocas esculturas que pueblan nuestras ciudades, en comparación con otras como Oviedo, por ejemplo
ResponderEliminarMuchas gracias por tus ánimos
Seguro que nos vemos pronto en Trujillo
Un abrazo
JM