Los altares rupestres son manifestaciones del arte rupestre que habitualmente suelen pasar desapercibidas siendo, desde mi punto de vista, una de las más emocionantes; simplemente, me resulta sobrecogedor pensar que sobre esas piedras nuestros antepasados realizaban sus rituales, ceremonias y sacrificios en sus intentos de comunicarse con el más allá.
La primera vez que fui consciente de que me hallaba ante uno de esos altares fue en un lugar conocido como La Molineta, cerca de Trujillo. De dicho lugar, conocido así por la existencia de un antiguo molino de viento construido sobre los restos de una atalaya islámica, se puede decir que es un lugar privilegiado y singular por las vistas que la monumental ciudad ofrece, pero también por la existencia de dos grandes piedras consideradas por los expertos como altares o santuarios.
El primero de esos bolos graníticos presenta una escalera perfectamente visible formada por escalones irregulares cuya finalidad sería facilitar la subida al punto más alto donde, presumiblemente, tendrían lugar rituales relacionados con la vida, la muerte, la fecundidad o la abundancia de alimentos. En el artículo "El altar rupestre de la Molineta (Trujillo) y su entorno arqueológico" de Julio Esteban Ortega, José Antonio Ramos Rubio y Oscar de San Macario Sánchez se puede leer que la altura máxima de este bolo es de 4.10 metros y que los ejes mayores y menores de este bolo miden respectivamente 4.60 y 2.50 metros. Estos mismos autores estiman que estas peñas sacras fueron utilizadas mayormente durante el Calcolítico y Bronce Final y que es muy probable la existencia en los alrededores de un poblado construido durante esa época. Estamos por tanto ante una obra realizada entre 3000 y 2000 años a.C. Recordemos que a este periodo pertenecen gran parte de las pinturas esquemáticas que podemos encontrar en territorio extremeño así como dólmenes, crómlechs y menhires. Tras la romanización de la zona, estos altares cayeron en desuso.
El primero de esos bolos graníticos presenta una escalera perfectamente visible formada por escalones irregulares cuya finalidad sería facilitar la subida al punto más alto donde, presumiblemente, tendrían lugar rituales relacionados con la vida, la muerte, la fecundidad o la abundancia de alimentos. En el artículo "El altar rupestre de la Molineta (Trujillo) y su entorno arqueológico" de Julio Esteban Ortega, José Antonio Ramos Rubio y Oscar de San Macario Sánchez se puede leer que la altura máxima de este bolo es de 4.10 metros y que los ejes mayores y menores de este bolo miden respectivamente 4.60 y 2.50 metros. Estos mismos autores estiman que estas peñas sacras fueron utilizadas mayormente durante el Calcolítico y Bronce Final y que es muy probable la existencia en los alrededores de un poblado construido durante esa época. Estamos por tanto ante una obra realizada entre 3000 y 2000 años a.C. Recordemos que a este periodo pertenecen gran parte de las pinturas esquemáticas que podemos encontrar en territorio extremeño así como dólmenes, crómlechs y menhires. Tras la romanización de la zona, estos altares cayeron en desuso.
Detalle de la oquedades talladas a modo de escalones. La Molineta. |
Escalera tallada en la roca. La Molineta. |
Durante mi visita a la Molineta pude observar la existencia de una tercera escalera a la cual no hacen referencia los autores antes citados. Dicha escalera es totalmente diferente a los escalones tipo cazoletas que aparecen habitualmente en este tipo de altares ya que presenta escalones de gran anchura y de líneas rectas. Tal vez fueron construidos en una etapa posterior aunque parece indudable la intervención del hombre. En el artículo El complejo arqueológico de San Juan el Alto (Santa Cruz de la Sierra) de José Antonio Ramos Rubio, Julio Esteban Ortega, Oscar de San Macario Sánchez y Pilar Ruiz Bulnes aparece una fotografía de un elemento de características similares a este, identificado por los autores como asientos tallados desde donde se presenciaban las ceremonias que se llevaban a cabo en un lugar abierto usado como espacio ritual. Igualmente los autores señalan la tipología de este tipo de altar de ofrendas como poco común.
La Molineta. Escalones de líneas rectas o tal vez asientos tallados desde donde presenciar los rituales. En la Sierra de Santa Cruz se encuentra una roca tallada de características similares. |
Precisamente, la Sierra de Santa Cruz a la que se refiere el completo artículo antes citado se sitúa no muy lejos de Trujillo, concretamente a 17 kilómetros, y esconde innumerables restos arqueológicos, pertenecientes en gran parte al periodo perromano, entre ellos varios altares rupestres. (Abro paréntesis para señalar que bajo la inmensa mole de esta sierra-isla se halla el pueblo de Santa Cruz de la Sierra, poseedor de una plaza mayor preciosa muy bien conservada y de otros muchos atractivos). Dichos altares, desconocidos para mi hasta estos momentos, son descritos como bolos de pequeño y mediano tamaño que presentan cazoletas, grabados lineales, cubetas talladas y canalillos de desagüe. Estaríamos, por tanto, ante altares donde se realizarían sacrificios y cremaciones.
Pero en esta sierra podemos encontrar otros posibles altares provistos de escalones mucho más visibles, tallados con líneas rectas y aparentemente hechos con mayor precisión y con herramientas más modernas. En la cartelería instalada recientemente en el sendero por el que se asciende a la sierra, se indica vagamente la presencia de estos altares y también la existencia de menhires y de un poblado protohistórico. Mucho más precisa se muestra María Joao Correia Santos en el artículo El santuario rupestre del Pico de San Gregorio. Santa Cruz de la Sierra, Cáceres en el cual se puede leer una detallada información sobre la existencia de un posible santuario situado en el punto más alto de la sierra. Dicho santuario consistiría en una formación rocosa semicircular provista de dos altares separados 10 metros entre si y un buen número de cazoletas dispersas por todo el conjunto. Igualmente Correia Santos describe una cruz ramiforme con doce líneas paralelas transversales al eje principal.
Escalera de acceso al altar rupestre situado en la cima del Pico de San Gregorio, en la Sierra de Santa Cruz. |
Lagareta con desagüe sin datar.. |
Otro de los altares sacros que presenta oquedades en la roca a modo de escalones se encuentra en las inmediaciones del famoso dolmen de Lácara, considerado por los expertos como uno de los más monumentales de la península. Sin embargo, aunque recuerdo haber visto escalones tallados, en aquella ocasión no tomé fotografías por lo que no puedo mostrar esta escalera aunque si el bolo que hacía las veces de altar.
En el artículo Un altar rupestre en el Prado de Lácara (Mérida). Apuntes para la creación de un Parque Arqueológico, escrito por Martín Almagro-Gorbea y Javier Jiménez Ávila se establece que dicho altar se halla a una distancia de 100 metros del dolmen y que por su cara norte tiene 16 escalones tallados. A continuación una segunda escalera con seis escalones más permite acceder a una altura total de 7 metros. Como curiosidad, indicar una cubeta excavada en la parte superior del bolo granítico con su correspondiente desagüe. Para los autores, este canalillo otorgaría a este tipo de santuarios una función relacionada con libaciones y/o sacrificios no reñida, por su disposición geográfica, con un posible uso topoastronómico de los altares.
Bolo granítico provisto de cazoletas excavadas a modo de escalones. |
Interior del dolmen de Lácara. |
Continuando con el anterior artículo destacar que, según su autores, en la península existen al menos 150 posibles altares provistos de escalones "dirigidos al cielo", algunos de ellos en territorio extremeño; Mérida, Esparragalejo, Valencia de Alcántara, Plasencia y Malpartida de Cáceres.
Precisamente, enlazando con la función astronómica que algunos autores otorgan a los altares o peñas sacras, no debería dejar sin mención la presencia en el término municipal de esta última localidad, en el bonito paraje de Los Barruecos, de una curiosa figura antropomorfa excavada en la roca en la que el profesor Rosco Madruga (descubridor de la basílica de Santa Lucía del Trampal) ha creido reconocer un observatorio astronómico. Según sus observaciones, esta figura antropomorfa tiene la particularidad de estar situada en el interior de una oquedad en cuya parte superior existe un agujero por el cual pasa la luz solar iluminando en su totalidad esta figura solo los días correspondientes a los equinoccios. (Fuente Diario HOY) Estaríamos por tanto ante un altar o santuario utilizado por los hombres del Calcolítico para determinar el momento exacto en que los días y las noches tienen la misma duración y el cambio de las estaciones, algo que podría ser de gran ayuda a la hora de establecer la fecha de siembra de los cultivos y otras prácticas agronómicas.
Figura antropomorfa situada en el interior de una pequeña cueva que pudo ser tallada con la finalidad de determinar los cambios de las estaciones. |
Tras la formación rocosa conocida como la Seta se encuentra el bolo granítico en cuyo interior Rosco Madruga señala la presencia de un santuario astronómico. |
Es interesante señalar también, además de numerosas cazoletas y pinturas esquemáticas dispersas por todo el berrocal, la presencia en las inmediaciones de la figura antropomorfa de una gran roca provista de escalones tallados que completaría, junto con la figura mencionada anteriormente el conjunto sacro. En las siguientes imagénes (enviadas por Rubén Núñez, el inquieto autor del blog caceresaldetalle.blogspot.com, un magnífico blog donde se muestran curiosidades y monumentos desconocidos de los alrededores de Cáceres) se aprecia muy bien estos escalones de acceso a una gran plataforma o altar.
Escalones tallados en la roca en las proximidades del posible observatorio astronómico. Los Barruecos. AUTOR: Rubén Núñez. caceresaldetalle.blogspot.com |
Detalle de escalones tallados en la roca. Los Barruecos. AUTOR: Rubén Núñez. caceresaldetalle.blogspot.com |
Donde "algunos de ellos en territorio extremeño; Mérida, Esparragalejo, Valencia de Alcántara, Plasencia y Malpartida de Cáceres."
ResponderEliminarSe debe indicar "Mata de Alcántara" en lugar de "Valencia de Alcántara". El altar al que se refiere en dicaha localidad es La Peña Carnicera, uno de los altares tipo Lacara que hay en Extremadura.
Es verdad. En el mencionado artículo se describe este altar como "una peña con grandes entalles u oquedades a modo de escalones por su cara Este en cuya cima hay una cubeta circular de 10 cm de profundidad. Junto a la escalera tres cruces indican la cristianización del monumento, seguramente en época altomedieval"
ResponderEliminarEl mismo artículo cita otro bolo en Valencia de Alcántara conocido como Cancho Penedo que presenta entalles en la roca a modo de escalones.
Me hubiera encantado habe visto este lugar cuando estuve por la zona de Trujillo y Mérida, creo que los encargados de hacer circuitos por esas tierras deberían incluirlo, en sus recorridos.
ResponderEliminarBesos
Completamente de acuerdo, Ventana, pero normalmente estos altares están situados en dehesas, sierras y berrocales de dificil acceso. En Extremadura hay empresas que organizan rutas a yacimientos, geositios y este tipo de cosas.
EliminarUn abrazo y hasta pronto.
Muy interesante. Saludos.
ResponderEliminarMuy interesante como siempre¡¡¡¡¡ En estos días estaba preparando una entrada sobre los escalones del altar de los Barruecos. Si quieres te mando alguna foto para que la incluyas¡¡ Un abrazo¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMuchas gracias por el envío de tus fotografías, que además son muy buenas y explicativas.
EliminarEstoy expectante por ver "tu altar rupestre".
Un abrazo,
Enhorabuena por el blog Jesús, muy interesante como siempre!
ResponderEliminarYo soy de Montánchez y siempre he escuchado que el "cancho que se menea" pudo haber sido utilizado como altar ritual... conoces esta piedra? Creo que tiene una historia bastante curiosa, tanto por el hecho de que se balanceara con un simple gesto como que fuese derribada por soldados franquistas durante la guerra y vuelta a levantar en 2013.
La verdad es que no he estado nunca en ese curioso lugar aunqe he oido hablar de él y conozco a grandes rasgos su historia. Espero pasar por allí algún día.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, José Luis. Y hasta pronto.
Jesús
ResponderEliminarlo que incluyes como escalones en la Molineta de Trujillo, son restos de canteras que abundan en los alrededores de esta Molineta. Hay otros más por ahí cerca, además del de la foto, y son muy frecuentes por todo el berrocal. Antiguamente en Trujillo, el gremio de los canteros era muy importante y cada familia, por así decirlo, tenía una pequeña cantera donde sacaba las piezas que podía, dentro de esa industria familiar. Y de ahí esos escalones tan abundantes.
Cordiales saludos desde Trujillo.
Anotado queda. Gracias, Patricio.
EliminarHola estoy creando un catalogo de Arboles singulares, chozos, molinos, dólmenes... (entre otras cosas) son los propios vecinos de los pueblos los que mediante esta aplicación nos los dan a conocer...a ver que os parece...Este es el enlace http://www.lacolmenacultural.com/mapa_recursos.php
ResponderEliminares una herramienta que os podría venir muy bien, la colmena nace en Extremadura y queremos usarla en los centros escolares para darle valor a nuestros recursos desconocidos. Un saludo y espero que os guste.
Por cierto, es sin ánimo de lucro.
ResponderEliminarBuen trabajo amigo. José A. Ramos
ResponderEliminarLa de cosas interesantes y poco conocidas que se pueden encontrar a lo largo de nuestras carreteras... Este tipo de blogs ayudan mucho a difundirlas y darlas a conocer, gracias!
ResponderEliminarLa roca con forma de seta me impresiona, ¿cómo pudo erosionarse con esa forma?
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