No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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lunes, 11 de junio de 2018

el lobo en serradilla. cáceres.



Es curioso, pero al contrario de lo que ocurre en otras poblaciones serranas en las cuales el lobo siempre se ha considerado una alimaña a exterminar, en la localidad cacereña de Serradilla le tienen cierta simpatía, de manera que incluso aparece en su escudo, y también en la gran columna que se levanta en su plaza principal. Además, arriba en la sierra, en el lugar conocido por todos como Peña o Cancho del Lobo, hay un monumento a tan singular animal, en el cual se ha querido representar a un poderoso lobo en posición de emitir el temido aullido que antaño tanto inquietaba a pastores y viajeros. Así mismo, mientras recorríamos las callejuelas pudimos ver algunas reproducciones en dos o tres fachadas utilizadas como indicadores del número de la vivienda.

En realidad son cuatro los lobos que aparecen en el escudo. Me contó José María, el hombre que sabe hacer fuego, que esto se debía a que Serradilla obtuvo la independencia de Plasencia gracias a cuatro lobos muertos que le fueron presentados a las autoridades como muestra del riesgo que corrían los viajeros que se desplazaban entre ambas localidades. A partir de ese momento, la bonita localidad luce las cabezas de esos cuatro lobos en su escudo. (Más información  en el blog Rutas por Serradilla) De esta forma, esa fobia, ese miedo ancestral al lobo que ha existido siempre en el medio rural, se sustituyó por un reconocimiento que bien merece la pena señalar.





lunes, 4 de junio de 2018

altar rupestre inédito. guareña. badajoz.




Hace unos meses, mientras circulaba con mi coche en dirección a Guareña, me llamó la atención una piedra de mediano tamaño bastante curiosa, situada en el interior de una finca, pero a unos metros del arcén. Lógicamente, a la vuelta me paré e hice algunas fotos, en las cuales se puede observar la existencia de unas curiosas concavidades circulares, claramente hechas por el hombre.  Sin embargo, la alambrada de espino que protegía la finca impidió que me acercara más y tuve que tomar las imágenes con ayuda del zoom de la cámara. Después, ya en casa, pude comprobar también la presencia de cavidades artificiales, aunque menos visibles y más desgastadas, en las piedras de alrededor.

Para mí no había dudas de que estaba ante un altar rupestre que me recordaba, sobre todo por las alineaciones de cazoletas de arriba a abajo que recorren la piedra, a otro altar situado en el berrocal de Trujillo, concretamente junto a las ruinas de uno de los molinos de viento del berrocal.

Como curiosidad, hay que señalar que este altar de Guareña se encuentra muy cerca del río Guadámez, que desemboca unos kilómetros aguas abajo en el Guadiana, entre el yacimiento tartesio de El Turuñuelo y Medellín.

Es probable, por tanto, que haya algunos más en los berrocales cercanos. Recordemos, por ejemplo, los altares rupestres de las fincas municipales de doña Blanca y la Serrezuela, situadas en el término municipal de Don Benito, aproximadamente a once kilómetros en linea recta del altar de Guareña. 




pintura y altar rupestre. don benito. badajoz. 
Este abrigo tiene la particularidad de que están pintadas sobre granito. A esta circunstancia tan poco habitual hay que unir lo singular del conjunto, pues la fuerte erosión que ha sufrido el bolo granítico que sirve de soporte, ha provocado la formación de oquedades, en cuyo interior se encuentran los antropomorfos esquematizados que aparecen en las siguientes imágenes.

altares rupestres  

Los altares rupestres son manifestaciones del arte rupestre que habitualmente suelen pasar desapercibidas siendo, desde mi punto de vista, una de las más emocionantes; simplemente, me resulta sobrecogedor pensar que sobre esas piedras nuestros antepasados realizaban sus rituales, ceremonias y sacrificios en sus intentos de comunicarse con el más allá. 
Por lo tanto, tras este y otros hallazgos que se han producido en los últimos años, parece cada vez más evidente que en una amplia zona del territorio que hoy conocemos como Extremadura, comprendida entre el río Tajo y el norte de Sierra Morena, se produjo aproximadamente entre los siglos X y V a.C. un fenómeno cultural tartesio o muy relacionado con el pueblo tartesio.


Hace algunos fines de semana, sin embargo, paseando por la parte antigua de Trujillo advertí en un afloramiento rocoso un conjunto de cavidades que esta vez si parecían deberse a la intervención del hombre. Después busqué en internet pero no pude encontrar nada sobre ellas, aunque evidentemente deben ser muy conocidas y ya habrán sido estudiadas y descritas convenientemente. Desconozco totalmente la época en que fueron hechas así como la función que tenían