No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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jueves, 9 de octubre de 2014

ciervos. las villuercas. cáceres.


Hay ciertos lugares en Extremadura donde, durante esta época del año, es relativamente fácil observar pequeñas manadas de ciervas pastando por dehesas y montes. Hasta ahora las habíamos podido ver en el P.N. de Monfragüe y en la Reserva del Cíjara. El pasado sábado pudimos fotografiarlas también en el Geoparque de las Villuercas, concretamente a ambos lados de la carretera que une el Hospital del Obispo y Navatrasierra.

La mayoría de los ejemplares que pudimos ver eran hembras. Normalmente las hembras son menos esquivas y más fáciles de ver que los machos, porque suelen reunirse en manadas. Algunas, incluso, parecían muy habituadas a la presencia humana y cruzaban las pistas y carreteras con toda parsimonia. Otras, sin embargo, en cuanto nos detectaban huían a toda velocidad y se escondían en la espesura del monte sin hacer ni el más mínimo ruido.




Los machos, sin embargo, son más dificiles de observar, ya que pasan la mayor parte del día escondidos entre la maleza, esperando que caiga la tarde para salir a pelear con otros machos. A pesar de ello, nosotros tuvimos la suerte de ver a un ciervo joven, que pastaba tranquilamente sin inmutarse apenas por nuestra presencia.

Así mismo, pudimos escuchar los tremendos berridos que, con tanta frecuencia, emiten los machos durante la época de la berrea. Son señales inequívocas de las luchas que tienen lugar en los claros del bosque, cuando el sol empieza a ponerse tras las montañas...