No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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sábado, 7 de junio de 2014

pinturas esquemáticas del cancho del reloj. solana de cabañas. cáceres.

La misma tarde que volvimos de ver la pinturas esquemáticas de Solana, maravillados por el hermoso paraje donde se encuentran, cayó en mis manos un folleto del recién remodelado Museo Arqueológico de Madrid, en el cual se incluye una estela hallada en las Villuercas entre una de las diez obras singulares que el visitante no debe dejar de ver...

El texto que acompaña a la imagen, un tanto borrosa, de esta pieza es el siguiente; la estela de Solana de Cabañas, que así es como se le conoce, tiene grabada la figura del jefe local con los objetos que simbolizaron su poder y legitimaron su control sobre el territorio, marcada con esta estela de finales de la Edad de Bronce. Yo añadiría, entre otras cosas y como curiosidad, que en la parte inferior aparece el esquema de un carro de cuatro ruedas tirado por dos cuadrúpedos.

Reproducción de la Estela de Solana.  Como es
habitual, junto al guerrero aparecen sus armas y
un gran escudo.

Hoy día se desconoce el lugar exacto donde se encontró esta pieza arqueológica; solo se sabe que dicho hallazgo tuvo lugar en las inmediaciones de Solana, una pequeña población perteneciente a Cabañas del Castillo. Si queréis conocer más sobre las estelas decoradas no dudéis en visitar Estelas decoradas de Extremadura, una web estupenda donde aparece una amplia información sobre todas las piezas de este tipo encontradas hasta la fecha. Igualmente podéis visitar el siguiente enlace;



estelas decoradas.
Aunque se han encontrado estelas de este tipo a lo largo y ancho de toda la geografía extremeña se considera que la comarca pacense de la Serena es uno de los principales focos donde se produjo esta manifestación religiosa-funeraria.






En realidad, aunque las estelas decoradas y las pinturas esquemáticas comparten el mismo marco geográfico, se distancian en el tiempo en algunos cientos de años. Es decir, los hombres que tallaron en la piedra al guerrero y sus armas no fueron los mismos que dejaron las marcas de sus dedos sobre las paredes del Cancho del Reloj. Según los especialistas, los grupos humanos que nos dejaron las estelas vivieron al final de la Edad de Bronce mientras que las pinturas esquemáticas datan de la Edad del Cobre o Calcólitico. A groso modo se podría decir, por tanto, que las pinturas son más de mil años más antiguas.

Y dicho esto, vayamos a las pinturas esquemáticas de Solana, situadas como la mayoría de los yacimientos de este tipo, en un lugar de difícil acceso. Respecto a eso, tengo que reconocer que la ausencia de indicaciones y señales informativas hizo bastante complicado para nosotros llegar al yacimiento. Desconozco si esta falta de información tiene como objetivo preservar el lugar del vandalismo o simplemente se trata de falta de interés de las autoridades.

Por desgracia, el paso del tiempo y los líquenes que se desarrollan en la piedra han deteriorado bastante las pinturas y algunos motivos han desaparecido o apenas son perceptibles. Además las que todavía son visibles muestran un gran descoloramiento. Aun así, se pueden apreciar algunas figuras antropomorfas, entremezcladas con puntos y rayas, seguramente producidas por el deslizamiento de las yemas de los dedos embadurnadas de oxido de hierro mezcladas con grasa animal y/o pigmentos vegetales.

Todas las pinturas que pudimos ver son de color rojo, presentando la mayoría de ellas trazos gruesos. Tan solo encontramos un motivo que pudiera haberse hecho con cañas, ramas o huesos a modo de pincel, a juzgar por su fino trazo.

Posibles figuras antropomorfas e ideomorfos, constituidos por puntos
y rayas,  aparecen en el gran mural del abrigo del Reloj.
También se pueden ver lineas, producidas por el desplazamiento vertical
de los dedos mojados en pintura.
¿La huella de una mano izquierda embadurnada de pintura apoyada
sobre la pared?
Antropomorfo rodeado de lineas verticales. El deterioro
de las pinturas no permite afirmar  que estas rayas verticales
 correspondan realmente a las patas de algún tipo de cuadrupedo. 
Antropomorfo y trazos verticales.
Ideomorfo de trazo fino, realizado con huesos, cañas o ramas.

Como os decía, el abrigo del Cancho del Reloj está enclavado en un lugar singular, casi mágico. Si emocionante resulta contemplar las pinturas que dejaron sobre sus paredes los hombres y mujeres que hace miles de años poblaron estas tierras, no lo es menos observar bajo tus ojos el planeo de los buitres leonados. O contemplar desde las alturas el increíble paisaje apalachiense de las Villuercas. Eso, sin embargo, lo dejaremos para otro capítulo...



Las pinturas esquemáticas del abrigo de la Calderita se encuentran en el término municipal de la Zarza (Badajoz), concretamente en una escarpada falda de la Sierra de Peñas Blancas, y constituyen una de las muestras más importantes de este tipo de manifestaciones a lo largo y ancho de la geografía extremeña.
Estas pinturas no son una excepción y por ello hay que pasar un buen rato intentando identificar las diminutas figurillas, a veces muy deterioradas, que hace miles de años (entre 3000 y 1000 años a.d.C.) dejaron en las rocosas paredes de dicha sierra los hombres que poblaron la actual comarca de la Serena.


Dichas pinturas rupestres se encuentran dentro de un abrigo situado en la Sierra de Pela (Badajoz), concretamente en el lugar llamado Pedriza Vieja. Lamentablemente su estado de conservación es bastante malo ya que las paredes de este abrigo aparecen actualmente muy ennegrecidas por los líquenes.


pinturas esquemáticas de la cueva de álvarez. desfiladero del río ruecas. cañamero. cáceres.
Esta cueva acoge en su interior una serie de pinturas muy interesantes situadas por los especialistas en el Calcolítico. Se estima que, en la península ibérica, este periodo se desarrolló aproximadamente entre 4000 y 3000 años a.C.