No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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domingo, 30 de enero de 2011

la orden de alcántara. dos.


Que la fortuna me sonría como hasta ahora, murmura el freire, mientras mira inquieto como Cádiz se va haciendo cada vez más pequeña, a medida que la carabela que la reina Isabel de Castilla ha puesto a su disposición rompe las olas del Atlántico con su quilla. Atrás quedan las interminables llanuras de la Serena donde tan a gusto se sentía, cabalgando a través de cordeles y cañadas, a lomos de su poderosa yegua. Y mientras apenas se distinguen ya las torres y las casas de la pequeña ciudad, van quedando atrás también los enormes ganados de la Mesta, avanzando lentamente entre enormes nubes de polvo. O los interminables rezos en la iglesia del castillo de Magacela a los que están obligados todos los miembros de su orden.

La recia madera cruje, el velamen se hincha... Y como si con él no fueran los gritos de "cago en diole, jala, jala," que lanzan los negruzcos y fibrosos marinos o el agua salada que de vez en cuando salpica su cara, Ovando permanece impasible apoyando ambas manos sobre la agrietada baranda, perdida la mirada.

¿Qué me espera al otro lado del océano? piensa Nicolás, ahora Gobernador de las Islas y Tierra Firme. ¿Seré capaz de llevar a cabo la misión que se me ha encomendado? Todavía recuerda la fría mirada de la de Trastámara y la escueta frase que le dirigió: "Cumple con tu destino".

Nota: Esa flota zarpó de Sanlúcar en dirección a la Española en febrero de 1502. Estaba compuesta por treinta y dos embarcaciones y en ella viajaban también Fray Batolomé de las Casas y Francisco Pizarro.

domingo, 23 de enero de 2011

trincheras, búnkeres y cuarteles.

Hace ya algunas semanas subí con mi amigo Manuel, uno de mis compañeros de escapadas, a la sierra de la Ortiga, situada a pocos kilómetros de Don Benito. Allí, además de contemplar hermosas vistas de gran parte de la comarca, pudimos ver las trincheras de la guerra civil, de las cuales me había hablado varias veces Manuel. Después buscamos sin éxito algún nido de ametralladora o algún búnker. He de decir que me impresionó la anchura y la profundidad de las trincheras, excavadas en plenos afloramientos rocosos y pedreras. Desconozco si para su construcción se empleó dinamita o algún tipo de maquinaria o fueron hechas únicamente con picos y palas...Al volver al coche un pastor nos pidió que le lleváramos a Don Benito, a lo cual, lógicamente, accedimos. Ni que decir tiene que aprovechamos la situación e interrogamos sin piedad al buen hombre.

"Si, si. Son trincheras. Y muy cerca de aquí hay una cueva donde se refugiaron durante unos meses unos maquis hasta que fueron detenidos por la Guardia Civil. Yo era un niño, pero recuerdo aquello perfectamente. Ahora la entrada de la cueva está medio cegada a causa de los derrumbes."

De vuelta a casa descubrimos excelentes blogs y páginas webs que nos suministraron valiosa información sobre los restos que la guerra de 1936 dejó por toda la comarca de la Serena. De esta manera descubrimos también la existencia de un cuartel republicano perdido en la sierra donde al parecer estuvo el poeta Miguel Hernández intentando subir la moral de la tropa y en cuyas paredes se pueden ver algunos "graffitis" dibujados por los milicianos que en él se alojaron. Este fin de semana, después de interminables días de lluvia o niebla, hemos podido por fin visitar el cuartel. Este se encuentra en la falda de la sierra, en un bonito paraje desde el que se domina una gran extensión de territorio. Aunque su estado es de ruina progresiva todavía se puede observar un gran patio rectangular en cuyos laterales debieron situarse las cuadras y los barracones de los soldados. En la cabecera del patio, situado en un nivel más alto, estarían los despachos y habitaciones de los oficiales. Estas dependencias tenían al menos una altura, pudiéndose ver todavía la escalera que daba acceso al piso superior. Actualmente la techumbre se ha derrumbado y es complicado moverse por el interior, entre vigas de madera, cascotes y la maleza que amenaza con invadirlo todo.

Finalmente damos con ellos. Los "graffitis" que hace aproximadamente 75 años dibujaron los milicianos republicanos resisten el paso del tiempo, las inclemencias y los derrumbes, mostrándose como importantes testimonios de una guerra fratricida que nunca debió ocurrir. Pero, ¿por cuanto tiempo?

En la imagen que sigue a continuación se puede ver el deporable estado de conservación del edificio. En la segunda imagen se puede observar los materiales empleados en la construcción de la cubierta y el buen estado que presenta este tramo.

Las siguientes fotografías muestran el exterior e interior del búnker o casamata situado en el puente viejo del Guadiana, junto a la carretera de Guadalupe.

Existen por toda la Serena y las Vegas Altas otros numerosos vestigios de aquella cruenta contienda; trincheras, nidos de ametralladoras, búnkeres, etc. Gran parte de la información la he obtenido de las siguientes direcciones. Si queréis profundizar en el tema podéis hacerlo pinchando en ellas:
http://www.1936laserenalosmonegros.es/ http://www.guerracivilenbadajoz.com/ http://www.gabifem.com/2006/10/sierra-de-la-ortiga.html

sábado, 22 de enero de 2011

cinextur. naturaleza, turismo y cine.

Dentro del Festival de Aves de la Ciudad de Cáceres este año se ha puesto en marcha el I Certamen Internacional de Cine de Turismo de Naturaleza. Organizado por la Consejería de Cultura y Turismo, este certamen tendrá lugar en Cáceres, entre los días 7 y 9 de abril de 2011.

El I Certamen Internacional de Cine de Turismo de Naturaleza, CINEXTUR, pretende servir de escenario para la promoción de todos aquellos elementos naturales susceptibles de convertirse en recursos turísticos y en escenario de actividades de tiempo libre y de disfrute de la naturaleza.
Los objetivos que persigue la Consejería de Cultura y Turismo con la celebración de este certamen son:
- Sensibilizar al espectador sobre la diversidad y el valor del medio natural, que puede convertirse en el elemento principal de su actividad vacacional y de ocio.
- Potenciar la producción de obras audiovisuales basadas en la naturaleza.
- Poner en valor la diversidad y el paisaje natural extremeño, que se han convertido en el principal recurso turístico de nuestra región y es la base de nuestro desarrollo.

Las bases se pueden consultar en http://www.cinextur.com/

lunes, 17 de enero de 2011

castro vetón de villasviejas del tamuja. cáceres.

Los vetones fueron un pueblo de descendencia celta que habitaron principalmente las actuales provincias de Ávila, Cáceres y Salamanca. También se han encontrado restos de sus poblamientos en Toledo y Zamora. El río Guadiana por el sur y el Duero por el norte actuaron de fronteras naturales para este pueblo, que se asentó en los territorios antes citados entre los siglos V y I a.C. De ellos se sabe que durante años los vetones tuvieron en la minería y en la ganadería sus principales medios de vida y que entre sus dioses se encontraba Ataecina, asimilada posteriormente como Proserpina por los romanos.

Parece ser que su declive empezó precisamente con la incursión y conquista del Imperio Romano del oeste de la península ya que no se mostró como un pueblo demasiado belicoso ante el invasor. Al contrario, tras alguna resistencia los vetones se abrieron a los romanos, conscientes de su inferioridad, como antes lo habían hecho ante las influencias orientalizantes procedentes del sur.

Uno de los símbolos más conocidos de los vetones son los verracos, esas toscas estatuas de lineas simples que representarían a toros o cerdos y que habitualmente han sido encontrados en los castros o en sus proximidades. En el museo Arqueológico de Cáceres se muestra un verraco procedente de Villasviejas. Las imagenes que siguen a continuación las tomé, hace ya algunos años, en Ávila. La fotografía del tercer verraco, indudablemente una copia moderna, la hice entre las localidades pacenses de Palomas y Oliva de Mérida. Desconozco quién puso la réplica así como el motivo que le impulsó a ello. Mucho se ha discutido sobre el significado que estos bloques de granito tallados tuvieron para los vetones, pero lo cierto es que esta cuestión aun sigue siendo un misterio.

El castro u opidum vetón de Villasviejas se encuentra en un montículo a orillas del río Tamuja. Aprovechando el desnivel causado por la erosión del río contruyeron un poblado fortificado que en su momento debió ser impresionante e inexpugnable. Varias murallas concéntricas situadas a distintos niveles y varios torreones de vigilancia guardaban Tamusia, en cuyo interior se situarían los chozos.

En la actualidad se pueden encontrar algunos restos de murallas, aunque muy deterioradas, y algunos chozos, rectangulares, excavados recientemente. Realmente es difícil hacerse una idea de como fue aquél poblado y solo con grandes dosis de imaginación se pueden "ver" los torreones, los fosos, las murallas y las casas. Por contra, el lugar donde hace ya 2500 años se emplazó este castro vetón, es de singular belleza ya que el río Tamuja por allí se abre paso a duras penas, moldeando las rocas, y la dehesa extremeña donde se encuentra, como sabéis, empieza a mostrarse esplendorosa tras las generosas lluvias del otoño.

jueves, 6 de enero de 2011

extremadura en la exposición de sevilla de 1929.


Hace unos días tuve la ocasión de pasear por la recién remodelada Plaza de España de Sevilla y de hacer algunas fotografías. Seguro que muchos de vosotros habéis estado allí e incluso tendréis fotos de esta preciosa plaza o de algunos rincones del Parque de María Luisa. Seguro también que os habéis detenido delante de los azulejos hechos en Triana que representan a todas las provincias españolas.

Badajoz está representado por una imagen en la que aparecen los ejércitos del rey Alfonso IX a las puertas de la ciudad tras la rendición de la plaza. Flanqueando esta imagen aparecen la torre de Espantaperros y la Puerta de Palmas.

El azulejo que representa a Cáceres muestra el momento en que los Reyes Católicos juran el Fuero de la ciudad. A ambos lados de esta imagen aparecen el Arco de la Estrella y el Arco del Cristo.














   










La plaza de España se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Como es lógico en esta Exposición hubo representación de todos los países de habla hispana pero también se construyeron pabellones de Brasil, EE.UU. y de las distintas regiones españolas. El pabellón de Extremadura, debido a la importancia que esta tuvo en la aventura americana, ocupó un lugar preferente. En concreto estaba situado en la zona conocida actualmente como Prado de San Sebastian. Por desgracia, tras la finalización de la Exposición fue abandonado y posteriormente, como muchos otros edificios levantados con motivo del evento, derribado. En las fotos que he podido ver en algunos webs y blogs que he consultado se puede apreciar como en este pabellón imperaba el estilo regionalista tan propio de la época y el ensalzamiento de las excelencias de la tierra, ya que aparecen elementos constructivos característicos del Templo de Diana de Mérida, del palacio de los Golfines de Cáceres o del Monasterio de Guadalupe. Los arquitectos que intervinieron en el proyecto fueron Rafael Arévalo y Vicente Traver. Este último fue uno de los arquitectos más famosos de la época y diseñó otros importantes edificios. Si os apetece ver imágenes del pabellón de Extremadura y más información sobre este podéis hacerlo en la siguiente dirección: http://exposicioniberoamericanadesevilla1929.blogspot.com/2010/04/pabellones-regionales.html

Como he comentado antes, este pabellón fue derribado algún tiempo después de la finalización de la Exposición. Otros sin embargo continúan en pie embelleciendo toda la zona. Muchos no lo saben pero Sevilla le debe mucho a aquél acontecimiento. El estadio del Real Betis Balompié, los barrios de Heliópolis y el Porvenir, el Parque de María Luisa, el Teatro Lope de Vega y numerosos edificios ocupados actualmente por organismos públicos y empresas, existen gracias a aquella Exposición. Así mismo se acometieron ensanches y reordenaciones urbanísticas. Hoy día pasear por aquellos barrios y parques, en los cuales he pasado gran parte de mi vida, es una autentica delicia. Pero siempre queda en el aire como sería ahora la ciudad si se hubiera conservado todo lo que se construyó con motivo de la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929.

martes, 28 de diciembre de 2010

la orden de alcántara. uno.

Estamos en el partido de la Serena, concretamente en el patio de armas del castillo de Magacela. Los freires, después de acudir a los rezos correspondientes a la hora prima, se entrenan para la guerra haciendo entrechocar sus espadas. A pesar del gélido y cortante viento del norte que mueve las capas blancas de los vigías que hacen guardia en las almenas, algunas gotas de sudor empiezan a aparecer en los rostros curtidos de los caballeros. Algunos de ellos han estado en la guerra y suelen mostrar orgullosos, las cicatrices que recorren sus torsos o sus brazos.

El novicio Nicolás de Ovando les observa atento mientras saca brillo a una armadura. Como ellos, Nicolás procede de familia noble pues es sabido que solo ingresan en la Orden de Alcántara los que tal condición tienen. Su padre, uno de los hombres más poderosos de Cáceres, le hizo ingresar en la orden unos meses antes sin apenas advertirle de la dura vida que le esperaba, pues estos caballeros, además de guardar votos de castidad, obediencia y pobreza, deben manejarse a la perfección en el arte de la guerra. Realmente, piensa el joven, nada de esto debe ser impedimento. Si acaso tantos rezos; maitines, la prima, completas...y los estudios. ¿Para que han de servir a un guerrero tantas letras?

En verdad hace frío hoy, y en la lejanía se pueden ver las crestas nevadas de las Villuercas, cubil de alimañas y refugio de malhechores. De cualquier modo, todos los habitantes del castillo atienden en silencio sus tareas pues un alcantarino nunca debe permanecer ocioso; en la tahona, en la cocina, en las caballerizas...Únicamente los relinchos de algún caballo, el ruido de los metales al chocar o los bufidos de los hombres cuando se embisten entre sí rompen el silencio que debe imperar en la vida de los freires.

Allá abajo, en la aljama, tan solo un puñado de casas donde viven los belicosos moriscos, la vida es muy distinta pero el silencio es el mismo. Un escalofrío recorre la espalda de Ovando cuando recuerda las hostiles miradas y los afilados puñales que dejaban ver bajo sus túnicas, mientras su comitiva, procedente de Brozas, subía la empinada calzada de acceso al castillo, aquél día que llegó a Magacela.

Nicolás se arropa con su capa y se esmera en su trabajo. Debe hacerlo por que quiere llegar lejos. Quien sabe si llegará a ser comendador de alguna encomienda tal y como había prometido a su padre. ¿La de Lares? ¿La de Castilnovo? Serían suyas de este modo enormes extensiones de aquellos pastizales tan codiciados por los dueños del ganado trashumante. Pero... ¡Qué altivos son los leoneses! ¡Y qué bravucones los cántabros!

O mejor, piensa el novicio, capitanear a estos hombres en la guerra y cabalgar a lomos de poderosas monturas bajo el estandarte que lleva prendida con hilos de oro la cruz verde de los alcantarinos...


sábado, 25 de diciembre de 2010

castillos de la serena.

A principios del siglo XIII los ejércitos del rey Fernando III, con la ayuda de las órdenes militares, conquistaron la comarca de la Serena, en poder de los musulmanes desde varios siglos antes. Uno tras otro fueron cayendo los bastiones de Magacela, Benquerencia, Zalamea... Como en toda Extremadura, los territorios conquistados fueron cedidos a las distintas ordenes, las cuales ocuparon las fortalezas que permanecían en pie y construyeron otras. Hoy día seis de aquellos castillos permanecen en pie, visibles desde la lejanía, como orgullosos del papel que la Historia les reservó. Otros, como Lares y Arsa, cayeron en el olvido...

Castillo de la Encomienda de Castilnovo. Villanueva de la Serena. Este castillo no es visitable por ser de propiedad privada. Su estado de conservación es bastante bueno. Es uno de los dos castillos de la zona que no es de origen árabe ya que fue construido, probablemente, allá por el siglo XIV. Muy cerca, en el cerro de Tamborrío (entre ambos ríos, Guadiana y Zújar) hubo una fortaleza árabe de la que apenas quedan restos.


Castillo de Benquerencia de la Serena. Su estado es ruinoso. Apenas queda nada de lo que debió ser una fortaleza inexpugnable asentada sobre un lugar estratégico. Situado en la sierra de Tiros, desde él se puede observar gran parte de la comarca: al norte la estepa, al sur los olivares de Monterrubio y algunas manchas de dehesa. Bajo su ahora maltrecha silueta nació Benquerencia, pueblecito de estrechas y empinadas callejas con un inequívoco aire morisco e interesantes muestras de arquitectura popular. Pasear por sus calles, subir al castillo y respirar el aire limpio de la sierra es un ejercicio altamente recomendable para el cuerpo y para la mente.Curiosamente es posible observar, dentro del castillo, un búnquer de la Guerra Civil de 1936.



Castillo de Almorchón. Actualmente quedan pocos restos de esta fortaleza roquera que no es visitable por encontrarse dentro de una finca privada. De origen musulmán, posteriormente cayó en poder de la Orden del Temple y tras la desaparición de esta pasó a manos de la Orden de Alcántara. Durante un tiempo debió ser un lugar importante y estratégico, albergando en el interior de sus diferentes defensas un pequeño poblado. Después el abandono sumió al castillo en el estado de ruina progresiva en que ahora se encuentra.


Castillo de Arribalavilla. Zalamea de la Serena. Construido sobre los restos de una fortaleza musulmana, actualmente quedan en pie sus murallas y sus cuatro torres; Torre Mocha, Torre Oscura y las del Homenaje y de la Higuera, así como un aljibe. Su planta es cuadrangular. Lamentablemente este castillo solo es observable a cierta distancia ya que numerosas construcciones contemporáneas se apoyan sobre sus muros.

Adosado a este castillo estuvo el palacio donde Juan de Zúñiga estableció una corte literaria entre cuyos maestros destacó el gramático Elio Antonio de Nebrija. En este palacio se alojó también, en 1502, durante al menos 15 días la reina Isabel la Católica cuando se dirigía a Toledo desde Sevilla.


Castillo de Capilla. Este es uno de los castillos más desconocidos de la zona y sin embargo las vistas que desde sus deteriorados torreones se pueden observar son increíbles. Bajo la peña donde se asienta se extiende, desde el año 1989, el embalse de la Serena. Por el sur, la sierra de Tiros, agreste y hermosa pero desconocida para una gran mayoría. Como en muchos otros, en su construcción intervinieron alarifes mudéjares, tal y como se puede observar por el uso de ladrillos en los arcos de puertas y ventanas.


Castillo de Magacela. Desde mi punto de vista este castillo es, por su situación, por sus dimensiones y por la gran extensión de tierra que desde él se divisa, el castillo de la Serena. Su estado de conservación, sin embargo, dista mucho de ser el adecuado. A pesar de que ciertas estructuras, como la torre poligonal del Homenaje o la entrada en recodo, presentan un buen estado es difícil imaginar como sería esta fortaleza en sus momentos de esplendor. Durante años en Magacela estuvo el Priorato de la Orden de Alcántara pero después de su traslado a Villanueva, el castillo y la localidad fueron perdiendo importancia.

sábado, 18 de diciembre de 2010

grullas.

Ha llegado el momento. En muchas zonas de la provincia de Badajoz puedes disfrutar ahora del incomparable espectáculo de las grullas, que venidas del norte de Europa huyendo del frío invierno, alegran los cielos extremeños durante unos meses con sus grisáceas figuras y su sonoro grú-grú. Ya no hay excusas, por tanto, para perderse por las pistas de tierra de los arrozales extremeños en busca de estas magníficas aves y ¿por qué no? en busca de la fotografía que siempre hemos soñado hacer.

sábado, 11 de diciembre de 2010

entrelobos.

No. No me refiero a la sensación de ir por la autovía mientras montones de BMWs y Mercedes se adueñan del carril de la izquierda...

"Entrelobos" es el título de una magnifica, dura y a la vez tierna película estrenada hace unos días, que cuenta la historia de un niño que tras ser abandonado a su suerte en Sierra Morena permaneció durante doce años conviviendo con una manada de lobos. Rodada en el Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro, esta película ofrece paisajes espectaculares e imagenes de una Naturaleza vibrante e inhóspita, a la vez que muestra la peor cara del hombre, es decir, la cara ambiciosa del que no se detiene ante nada.

Las desventuras de Marcos Rodríguez comenzaron en 1954 y se prolongaron durante una docena de años. Por aquellos años las crestas de las sierras no estaban coronadas por las antiestéticas antenas de telefonía que ahora "adornan" dichas sierras ni sus pedregosas veredas estaban salpicadas de bolsas ni de latas de coca-colas. Por contra, la vida de las personas no valía nada, en Sierra Morena el hambre era el azote de las clases más desfavorecidas y había gente que entregaba a sus hijos para saldar viejas deudas. Según narra la película fueron los lobos los que salvaron la vida de este niño.

Pero, ¿existen todavía lobos en Extremadura? Para deleite de los ganaderos y desesperación de los naturalistas, la respuesta es no. El lobo ha dejado de atemorizar a niños y mayores. Parece ser que las carrancas, collares de cuero con púas de hierro que protegían el cuello de los mastines del ataque de los lobos, se oxidan en doblaos y corralones o quizás en las vitrinas de algún museo etnográfico. Así mismo es cada vez menos frecuente observar a estos somnolientos perros vigilar el ganado y no creo que ninguno de nosotros haya escuchado, al calor de la lumbre, cuentos sobre feroces lobos que atemorizaban a pueblos enteros. Finalmente el hombre, al menos por aquí, acabó con el lobo cumpliendo así uno de sus sueños más antiguos...

Es cierto que de vez en cuando, sobre todo cerca de los límites de Castilla-León donde existe una considerable población, se han visto algunos lobos, pero según afirman los estudiosos de esta especie, son simples incursiones de caza. De cualquier forma, afirman estos mismos estudiosos, existen factores, como la pérdida de población humana de algunas zonas y la regeneración del monte por la disminución del pastoreo, que indican que tal vez el aullido del lobo vuelva a oírse por las serranías extremeñas.
Hace algunos años, alguien me regaló un cachorro de raza indefinida al que puse por nombre Betis. Lo habían arrebatado a una perra que cuidaba el ganado y que acababa de parir debajo de las adelfas que crecen a orillas del Guadalete, muy cerca de la Sierra de Cádiz. La crié con biberones y cuando creció, resultó ser muy parecida a un husky. Como sabeís estos perros son muy similares a los lobos. Y efectivamente, Betis tenía más de loba que de otra cosa: su forma de rugir, de pelear, su pelaje...y sobre todo su ansia de libertad y de correr por el campo. Fue una magnifica compañía y por ello, sin caer en el error de considerar mejor a un animal que a una persona, quiero ahora recordarla. Es una manera de agradecerle el tiempo que vivió a mi lado.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

el mudéjar extremeño.

Como sin duda sabéis, hace unos días el flamenco y la dieta mediterránea fueron proclamados por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La influencia árabe en ambos es, a mi juicio, casi tan definitiva como la impronta que dejaron en los pueblos de empinadas callejas y casas blancas, en la toponimia de nuestra geografía o en la piel morena y cabello rizado de algunos de nosotros... Y como no, en la arquitectura de muchos de los palacios, fortalezas e iglesias que embellecen nuestros pueblos y que han llegado a nuestros días en desigual estado de conservación.

Llerena, Zafra, Guadalupe, Galisteo, Hornachos, Alía, Capilla, Azuaga, Puebla de Alcocer...La lista de poblaciones extremeñas que aun conservan, en mayor o menor medida, muestras de Arte Mudéjar sería casi interminable. Este Arte se caracteriza, a grandes rasgos, por el uso para la consecución de los edificios del yeso, de la escayola y sobre todo del ladrillo, y por estar hecho por los mudéjares, más tarde llamados moriscos, que no eran otros que los habitantes de origen musulmán que habían permanecido en territorio cristiano tras la ocupación de estos.

Dicho estilo constructivo permaneció en la península durante varios siglos y nos dejó joyas como los Reales Alcázares de Sevilla o el Monasterio de Guadalupe e incluso viajó a través del Atlántico de la mano de alarifes moriscos que se fueron a hacer las Américas.

Los alarifes o albañiles tuvieron bastante movilidad por todos los territorios que forman la actual Extremadura e iban con sus familias allá donde un noble quisiera hacerse su palacio o estuviera prevista la construcción de una iglesia. Por ser mano de obra barata y eficiente y por los resultados estéticos que ofrecían sus edificios, los alarifes no serían tan mal vistos y tan mal tratados por los cristianos como el resto de los mudéjares. Eso si, como la mayoría de ellos, se aferrarían con uñas y dientes a sus costumbres, a su religión, a su música o a su modo de vestir...Hubo momentos en que fueron respetados, siempre formando parte de las clases más inferiores, pero a partir de 1502 se intentó por todos medios la cristianización de los moriscos. El siguiente fragmento refleja bien la situación:

"... y si con fingida humildad usaban de algunas buenas costumbres morales en sus tratos, comunicaciones y trajes, en lo interior aborrecían el yugo de la religión cristiana, y de secreto se doctrinaban y enseñaban unos a otros en los ritos y ceremonias de la secta de Mahoma. Esta mancha fue general en la gente común, y en particular hubo algunos nobles de buen entendimiento que se dieron a las cosas de la fe, y se honraron de ser y parecer cristianos, y destos tales no trata nuestra historia. Los demás, aunque no eran moros declarados, eran herejes secretos, faltando en ellos la fe y sobrando el baptismo, y cuando mostraban ser agudos y resabidos en su maldad, se hacían rudos e ignorantes en la virtud y la doctrina. Si iban a oir misa los domingos y días de fiesta, era por cumplimiento y porque los curas y beneficiados no los penasen por ello. Jamás hallaban pecado mortal, ni decian verdad en las confesiones. Los viernes guardaban y se lavaban, y hacían la zalá en sus casas a puerta cerrada, y los domingos y dias de fiesta se encerraban a trabajar. Cuando habían baptizado algunas criaturas, las lavaban secretamente con agua caliente para quitarles la crisma y el oleo santo, y hacian sus ceremonias de retajarlas, y les ponían nombres de moros; las novias, que los curas les hacían llevar con vestidos de cristianas para recibir las bendiciones de la Iglesia, las desnudaban en yendo a sus casas y vistiéndolas como moras, hacían sus bodas a la morisca con instrumentos y manjares de moros..."

Luis del Mármol Carvajal.

Finalmente, en abril de 1609, Felipe III decretó la expulsión de los moriscos. Muchos de ellos tuvieron que marchar. Pero otros, los que se habían cristianizado y habían adoptado nombres y apellidos castellanos, permanecieron aquí, entre nosotros. Y aquí quedaron también, el uso del aceite de oliva ante la grasa de cerdo que usaban los cristianos, o su música, que siglos después daría paso al flamenco al mezclarse con la música popular y con la de los gitanos. Y por supuesto, quedaron retazos de su arquitectura, de la cual afortunadamente todavía podemos disfrutar, distribuida a lo largo y ancho de Extremadura y de amplias zonas de la península ibérica.

Monasterio de Guadalupe.
Castillo de Nogales
Alía. Cáceres.
Ermita del Humilladero. Guadalupe. Cáceres.

Castillo de Capilla.
Portada de la iglesia de Santa Ana. Magacela.
Castillo de Puebla de Alcocer.