Un paseo por el campo después de las abundantes lluvias. El verde va ganado terreno a los pastos amarillentos propios del estío; huele a tierra mojada y a otoño. Y al atardecer, los nubarrones negros descolgados de la gran borrasca se enredan y juegan con el sol poniente. Empieza a refrescar...
No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río. Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.
Poco a poco la naturaleza nos dice que comenzamos un nuevo ciclo.
ResponderEliminarSaludos.