El río Ruecas, afluente del Guadiana, nace en Las Villuercas, más concretamente en el Cancho del Fresno (Cañamero). Después, tras recorrer un desfiladero tallado en la roca pacientemente durante miles y miles de años por sus otrora impetuosas aguas, se remansa en las vegas del Guadiana, primero cacereñas y luego pacenses. Finalmente desemboca cerca de Hernán Cortés en ese gran río, tras recorrer 90 kilómetros desde su nacimiento.
Merece la pena, por tanto, asomarse a sus riberas, disfrutar ante enigmáticas pinturas rupestres en sus primeros tramos, escuchar el sonido del agua, observar la avifauna y con suerte alguna nutria, entrar en los viejos molinos, y en fin, recorrer los cuidados campos regados por este y otros ríos...
La zona del río que nos muestras de sus primeros kilómetros es una naturaleza de gran belleza.
ResponderEliminarEn una ocasión vi una noticia de que algún descerebrado se dedico a estropear pinturas de ese estilo.
Saludos.