Lisboa. |
Oporto. |
Una de las cosas que más me gusta cuando viajo es escuchar a los músicos de la calle. Por unas cuantas monedas, impasibles ante los ruidos y ante la gente que pasa absorta en sus pensamientos, nos dejan en el aire su manera de entender la música y de alguna forma, nos ayudan a ser más felices. Por esos ratitos, por su contribución a un mundo mejor, hoy quiero dejar aquí un pequeño tributo a los anónimos músicos de la calle.
Granada. |
Granada. |
Granada. |
Oporto. |
Oporto. |
Praga. |
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