No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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viernes, 15 de septiembre de 2017

la mujer panzuda



La primavera pasada, mientras paseaba por el núcleo urbano de Villasbuenas de Gata, me paré durante unos minutos delante de una bonita casa y fotografié los curiosos relieves que aparecían en su fachada. Intrigado por su significado y por la época en que fueron realizados, indagué un poco en internet. En principio encontré poca cosa. En la web del ayuntamiento pude leer simplemente que fue construida durante el siglo XVII y que es conocida como la casa de la mujer panzuda, debido a la pétrea figura que sobresale en una pared lateral. La función de dicha figura sería indicar un prostíbulo o también un símbolo de fertilidad. Sin embargo, cuesta creer que justo a las traseras de la iglesia hubiera un prostíbulo, y que en una localidad tan pequeña hiciera falta señalar un lugar de esas características.

Mucho más preciso y completo es el articulo titulado Sierra de Gata en la plena Edad Media (siglo XI al XIII). Restos del Románico, (publicado en agosto de 2012 en el desaparecido Sierra de Gata digital) en el que el historiador Domingo Domené hace un pormenorizado estudio de tres curiosos elementos que aparecen en la fachada de la citada casa. 

De ellos, la figura de una mujer de prominente barriga es quizás el relieve que más llama la atención. Domingo Domené lo describe como una mujer desnuda y grávida, es decir, embarazada. Para él, las ocho gotas o bolos que aparecen bajo el alféizar de la ventana pudiera indicar un embarazo de ocho meses. 



Algo más elevada, a su derecha, aparece otra extraña figurilla, en esta ocasión identificada por el autor antes citado, como una mujer en el momento justo de dar a luz. El deterioro que ha sufrido la piedra impide, sin embargo, determinar con exactitud si este relieve se corresponde con la escena de un parto o si representa más bien una figura masculina de grandes genitales. En cualquier caso, ambos supuestos estarían relacionados con la fertilidad, y junto con la mujer panzuda-embarazada, tendrían una clara simbología de fecundidad aunque con una función desconocida todavía para nosotros. 


El tercer elemento, situado en la fachada principal, parece de una época posterior que los anteriores, presentando además una función mucho más clara. Se trataría de indicar que esa casa era ocupada por una autoridad religiosa. El cáliz y los ángeles que aparecen en la parte superior de la ventana y las tres borlas que aparecen en la parte inferior son para el historiador Domingo Domené claros indicativos de esa función religiosa. El zorro y el gallo representarían además la lucha entre el demonio y san Pedro. No obstante, observando la imagen, se echa en falta a la derecha de los citados animales, algún otro elemento que originariamente formaría parte del conjunto. 





Símbolos de fertilidad, por tanto, en la vivienda de una autoridad eclesiástica. Me temo que hay ciertos misterios que nunca acertaremos a entender. Y tal vez sea mejor así...


(Podéis obtener más y mejor información sobre esta casa y otra curiosa joya, ya desaparecida, en el articulo antes citado.)

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