En el citado artículo se puede encontrar, entre otras cosas, detallada información sobre un aeródromo cercano a Benquerencia de la Serena, sobre refugios antiaéreos en el casco urbano de Castuera o sobre un curioso tren blindado y el refugio excavado donde se camuflaba para evitar los ataques de la aviación.
El punto de partida fue la pedanía de Puerto Mejoral, en cuyas inmediaciones pudimos ver dos de los bunqueres o fortines descritos por Rafael Moreno García, a los que por sus características, considera como excepcionales. Son circulares, presentan una pequeña cúpula y están separados 300 m. entre sí. En uno de ellos llama la atención un castillete (el emblema del Cuerpo de Ingenieros al que pertenecía la compañía de zapadores que edificó los fortines) que aparece, grabado sobre el cemento, en la cúpula del búnquer.
Búnker 1. Puerto Mejoral. Emblema del Cuerpo de Ingenieros del ejército franquista. |
Bunker 1. Puerto Mejoral. Al fondo, el castillo de Benquerencia, donde existe un observatorio construido por la misma compañía de zapadores. |
Bunker 2. Puerto Mejoral. Situado a 300 m. del anterior. Las piedras que se han ido acumulando en su exterior y el agua procedente de las lluvias impiden la entrada en él. |
Posteriormente, subimos al castillo de Benquerencia de la Serena porque sabíamos que desde allí se puede ver una magnífica vista de gran parte de la comarca de la Serena, y que precisamente por eso, se había construido un observatorio. Una vez arriba, pudimos comprobar el hundimiento de la gran plataforma de hormigón que actuaba de techo y el mal estado que presenta una inscripción que recuerda a la Compañía de Zapadores nº 14. Desde el castillo, también pudimos ver, a lo lejos, la Casa Elías, utilizada durante la guerra como cuartel y posteriormente como hospital.
La sierra de Tiros, desde el castillo de Benquerencia. |
Castillo de Benquerencia de la Serena. Su origen es islámico, pero posteriormente perteneció a la Orden de Alcántara. |
Interior del observatorio del castillo. En la imagen se puede apreciar el techo hundido. |
Sobre la puerta del observatorio todavía se puede ver, a duras penas, las siglas de la compañía de zapadores que lo construyó. 14 Cnia Z |
La Casa Elías hizo las veces de cuartel y de hospital. |
El siguiente punto fue el campo de prisioneros de Castuera. Realmente, según tengo entendido, dicho campo estuvo en funcionamiento entre abril de 1939 y marzo de 1940 y por lo tanto, es posterior a la guerra. En cualquier caso, se situaba en las proximidades de la mina abandonada La Gamonita, cuyo castillete es la referencia para llegar hasta allí puesto que no existe ningún tipo de indicación. Actualmente se ha llevado a cabo la instalación de una planta fotovoltaica junto a la gran explanada que ocupaba el campo.
Hoy día, pocos restos indican que allí hubo un antiguo campo de prisioneros. Los más visibles son una peana de hormigón de planta cuadrada en la cual estuvo colocada una gran bandera o una cruz y varias plataformas circulares donde, al parecer, se asentaban unos grandes depósitos de agua. Quedan, además, algunos otros restos solo identificables para los ojos más expertos.
La verdad es que el lugar es desolador y por ello, no nos detuvimos por allí mucho tiempo. No es agradable pasear por lugares donde ocurrieron cosas que jamás debieron ocurrir.
Peana de hormigón. |
Castillete de la mina La Gamonita, de finales del siglo XIX. |
Plataformas circulares que servían de base para depósitos de agua. A lo lejos, la Gamonita y las placas solares. |
Por último, todavía con cierto desasosiego, nos dirigimos a las afueras de Castuera para buscar un conjunto de diez fortines republicanos situados muy cerca de la ermita de San Isidro, de cuya existencia tuve conocimiento gracias al citado artículo de Moreno García. Al parecer estos pequeños bunqueres fueron construidos para salvaguardar la carretera que unía Zalamea de la Serena con Castuera y forman un semicírculo de 1 km de longitud. Finalmente, solo pudimos encontrar uno de ellos porque la mayoría deben encontrarse situados en fincas particulares valladas, cubiertos por la vegetación o semienterrados...
Bunker próximo a la carretera Ex-133. Entrada. |
Bunker próximo a la carretera Ex-133. Vista general. |
Perdido en la sierra de la Ortiga, un cuartel republicano de la guerra civil guarda en su interior curiosos graffitis. Aunque su estado es de ruina progresiva todavía se puede observar un gran patio rectangular en cuyos laterales debieron situarse las cuadras y los barracones de los soldados.
restos de la guerra civil en las comarcas de la serena y las vegas altas.
En el número 19 de la calle San Francisco de Villanueva de la Serena (Badajoz) todavía se puede ver el daño que una explosión, ocurrida durante la guerra civil, ocasionó en la reja de una ventana. La verdad es que no me había dado cuenta de ello hasta que alguien me lo dijo.
restos de la guerra civil en cáceres.
Hace unos días, recibí un correo electrónico de Samuel Rodriguez Carrero, autor de Extremadura:caminosdecultura,blogspot.com, en el que me daba cuenta de algunas vestigios que de dicha guerra aun perduran en las afueras de la ciudad de Cáceres y me enviaba una serie de fotografías sobre estos restos.
Buen reportaje de investigación, bien documentado y con buenas imágenes que atestiguan tus palabras.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
El tal campo de prisioneros debe de ser el único caso de la historia en que se declara como bien de interés cultural a algo que existió durante menos de un año. Qué cosas.
ResponderEliminarClaro que prefirirías que no quedase ni rastro de memoria, pero el crimen perfecto no existe y es muy difícil cometer un genocidio y no dejar pruebas. A ver si te echan pronto de la tal Administración, y el contacto con la realidad humaniza tus entrañas.
ResponderEliminarMi abuelo murió en el frente de Extremadura. Vino de Isso (Albacete) para luchar con los rojos. Me ha encantado toda esta información que aportas. Hoy te escuché en la Ser Extremadura. Llevo dos años viviendo en Cáceres por un traslado en Correos. Aquí no tenemos familia, bueno los restos de mi abuelo que deben de estar en la Sierra de Castuera. Dejó aquí su vida. Otros compañeros tuvieron mas suerte. Te agradecería si dispusieras de mas información me la hicieras llegar. Muchas gracias.
ResponderEliminarMi email es juancarlosesparciafrias@gmail.com y mi teléfono 672756282
ResponderEliminarMi email es juancarlosesparciafrias@gmail.com y mi teléfono 672756282
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo; matizar que la carretera que une Castuera con Zalamea no es la EX.103 sino la EX.103.
ResponderEliminarUn saludo.
ERRATA: Donde dice "EX.103 sino la EX.103" debe decir "EX.133 sino la EX.103".
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