La primavera asoma detrás de las lluvias y deja caer a ratos el tenue sol sobre cantuesos y escobas. Interminables láminas de agua dulce se extienden hasta que se confunden con las difusas sierras de La Serena. Pueblos blancos dormitan bajo antiguas fortalezas donde señoreaban poderosos caballeros. Algún convento abandonado ofrece sus entrañas.
Cualquier tiempo pasado fue distinto.
Estamos en la Siberia Extremeña...
En diferentes eventos turísticos me comentaron las peculiaridades de esa zona desconocida casi por muchos extremeños.
ResponderEliminarSaludos.
Que bonita se ve Extremadura en primavera.
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