No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

SEGUIDORES

sábado, 18 de junio de 2011

el templo de diana. mérida.

Hacía tiempo que me apetecía contemplar in situ el entorno del templo de Diana de Mérida ya que se había de levantado cierta polémica en los medios locales tras la remodelación a la que este entorno había sido sometido. Francamente, me temía lo peor. Tal vez por eso no me pareció mal del todo. Es más, me pareció que se ha hecho una actuación bastante acertada ya que ahora es posible recorrer todo el perímetro del templo y contemplarlo desde otros ángulos. Si acaso se echa de menos algún elemento vegetal que aporte algo de color ante tanta piedra y tanto blanco; algún macetón, algún arbolito...

Pero hace unos días saltó de nuevo a la actualidad el templo de Diana ya que había salido a concurso la explotación de los bajos que rodean el edificio. La verdad es que ver al mencionado edificio rodeado de carteles de Frigo o de camisetas con el toro de Osborne no me parece lo más adecuado pero...

Bueno, si empezamos por el principio a lo mejor nos entendemos mejor. El templo de Diana es un edificio construido a finales del siglo I d.C. Formaba parte, entre otros grandiosos edificios, del Foro de Emérita Augusta y realmente no estaba dedicado a la diosa cazadora sino a Augusto.

Debió ser impresionante en su momento, aún lo es, revestido de estuco y con todas sus columnas en pie, adornados sus alrededores con estanques, jardines y estatuas. Lógicamente el templo ha llegado a nuestros días algo mutilado, entre otras cosas porque su interior alberga desde hace ya algunos siglos el palacio renacentista del Conde de los Corbos, que aprovechó el bosque de columnas para levantar dicho palacio.

Ya en 1785, Antonio Ponz, deslumbrado a su llegada a Mérida por la gran cantidad de restos y piezas de todo tipo que encontraba donde quiera que iba, daba cuenta del deteriorado estado en que se hallaba el templo:

"...es preciso hablar de otras notables antiguallas: una de ellas está situada hacia el medio de la ciudad, en la Casa del Conde de los Corbos, edificada entre una porción de columnas istriadas de orden compuesto. Estas se deja ver que eran de un magnifico templo, pero no se puede decir a que deidad estuviese dedicado, bien que Bernabé Moreno de Vargas pretende que a Diana, suponiendo que fuese la diosa titular de Mérida. Dicho templo es de los que Vitrubio llama Peripteros por tener columnas en el exterior de las quatro alas o lados de él, cuya figura es quadrilonga.

Las columnas son de varios trozos de piedra berroqueña y su altura no baxará de quarenta pies, los intercolumnios son algo más de seis pero era doble el espacio donde está la puerta del templo. Grandisimas son las piedras que quedan del basamento, como las que quedan del arquitrabe y todo ello respira singular magnificencia. Se conservan sino me engaño diez y nueve columnas en pie y lo demás está destruido..."

Viage de España. Antonio Ponz.

La verdad es que no me detuve a contar el número de columnas que actualmente permanecen en pie. Simplemente me limité a hacer algunas fotos y a leer los paneles informativos que se han dispuesto en torno al templo. Después, permanecí un rato sentado bajo una de las escasas sombras mientras de vez en cuando se oían las exclamaciones de admiración de los turistas, que no esperaban encontrar en pleno centro de Mérida, esa "notable antigualla".

El templo desde diversos ángulos:




Detalle del palacio de los Corbos:


3 comentarios:

  1. Impresionante Mérida e impresionante este templo, nos encantó cuando fuimos!

    ResponderEliminar
  2. Interesante texto. La de veces que he pasado junto al templo, lo he fotografiado, pero poco me había interesado por su historia, salvo que sabía que en época renacentista se aprovechó para construir una casa adjunta.

    ResponderEliminar
  3. Claro, Dani. A veces no valoramos algunas cosas, tan cerca como las tenemos. Saludos y gracias por comentar.

    Eli, cuando vuelvas por aquí os enseñaremos otras cosillas. Besos.

    ResponderEliminar