A su alrededor, espectaculares bosques de castaños, sustituidos por robles a medida que la montaña va ganando altura, conforman el paisaje que rodea esta localidad desde la cual se puede divisar gran parte del año las cumbres nevadas del Pinajarro. Atravesando el valle transcurría la calzada romana conocida como Via de la Plata, de la que se pueden encontrar todavía algunos restos. Rutas transhumantes utilizadas por el hombre desde tiempo inmemorial para conducir su ganado recorren también un valle que en otoño ofrece los tonos ocres y rojizos del bosque caducifolio. Semanas después un manto de hojas cruje bajo los pies del senderista que se anime a realizar algunas de las muchas rutas que por el valle del Ambroz discurren.
Verracos vetones, termas romanas, castaños, alcornoques, hayas y tejos con cientos de años, gargantas de cristalinas aguas...completan la visita que el curioso viajero puede hacer a esta comarca que cuenta con pueblos de nombres tan sugestivos como Segura de Toro, Baños de Montemayor o Gargantilla.
Desde luego, tu narración y las bellas fotos invitan a visitar la población y sus alrededores cuanto antes.
ResponderEliminar¿ Y de gastronomía, qué tal ?
En la hospedería de Hervás, situada en un antiguo convento, ofrecen una cocina "tradicional-moderna" que está bien.
ResponderEliminarNo recuerdo más sitios. Habrá que volver...