Ayer por la tarde, revisando fotos antiguas, encontré una carpeta olvidada que contenía imágenes de los Barruecos, ese paraje natural tan visitado y tan fotografiado, gracias en parte a la presencia durante varios años en la zona del artista alemán Wolf Vostel. Criticada por unos, admirada por otros, hoy día la obra de Vostel sigue asombrando, incluso incomodando, a todo el que acerca a los Barruecos. Un lujo, a mi juicio, disponer en Malpartida de un Museo dedicado a la obra de este vanguardista autor...
No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río. Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.
Parece uque a las cigüeñas le ha gustado bastante esa obra de arte...tanto le ha gustado que han decidido fijar allí su residencia.
ResponderEliminarBesos
Todavía no lo conozco, de este otoño no pasa... por que ahora con tanto calor. Besitos.
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