No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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viernes, 11 de octubre de 2019

las sirenas de la serena.



Desde muy antiguo, el hombre ha creído en la presencia de hadas o damas de luz vinculadas a cursos y puntos de agua, las cuales atraían con sus cantos, su belleza y otras artes a los más incautos, para posteriormente causarles la perdición. Es posible por tanto, a falta de otras teorías contrastadas, que la relación de la comarca pacense de La Serena con los personajes mitológicos del mismo nombre, se deba a la creencia de que en algún paraje del río Guadiana o del río Zújar, existía un personaje de este tipo. Lógicamente, en su origen esta figura debió ser una lavandera, una molinera o algún otro personaje femenino que habitaba las riberas de los ríos antes citados, ante cuyos encantos caerían rendidos los viajeros. Posteriormente, el imaginario popular convertiría este ser real en ser de leyenda.

El caso es que en la comarca pacense de La Serena hay varios representaciones destacables de sirenas, aunque no tantas como se podría suponer. Así presidiendo la portada del Ayuntamiento de Villanueva aparece una sirena de gran tamaño. A izquierda y derecha de dicha representación se puede leer que dicha obra "acabose en 1583, siendo Gobernador el señor licenciado Duarte de Laguna".


                          


Pero esta no es la única sirena que podemos encontrar en Villanueva, porque en el dintel de granito del edificio conocido como la vieja cárcel, situado en la calle Pósito nº 20, podemos ver también una representación de este tipo. En este ocasión estamos ante una figura de pequeño tamaño y aspecto jocoso que suele pasar desapercibida para la mayoría de los transeúntes. 




Por último, cabe mencionar la sirena que, desde hace años, vigila los juegos de los cientos de niños que juegan y han jugado en el villanovense Parque de la Constitución, y también las conversaciones de madres, padres, abuelas y abuelos. Dicha figura, obra del escultor Perfecto Corbacho, preside el animado espacio desde principios de los setenta del siglo pasado. 




Otro ejemplo muy destacable de representación de este mitológico ser, lo podemos encontrar en Castuera, en concreto en la monumental portada de cantería de la conocida como Casa de las Sirenas. Las fotografías muestran dos sirenas de aspecto risueño en posición horizontal, situadas simétricamente respecto a una gran concha central. Hay que señalar, como curiosidad, que ambas figuras carecen de brazos, mostrando en su lugar alas o aletas. Estamos, sin duda, ante una obra de arte de gran mérito y de enorme valor histórico, que nos lleva a tiempos, no tan lejanos, de hermosos sueños de grandeza.  






(La primera vez que supe de la existencia de hadas de luz en puntos de agua -ríos, arroyos, pozos, lavaderos, molinos, etcétera- fue gracias a Eloy Martos Núñez, catedrático de la UEX.)

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