El esgrafiado es una técnica decorativa que fue bastante utilizada en buena parte de la provincia de Cáceres, principalmente entre finales del siglo XV y mediados del XVII. Sin embargo, hay algunas poblaciones que por fortuna todavía conservan esta antigua manera de decorar las fachadas de las casas, destacando entre ellas Valdefuentes. Un breve recorrido por sus calles nos permite observar que en esta población, (situada a unos 35 km de Cáceres) conviven viejos esgrafiados con otros realizados recientemente, lo cual quiere decir que los vecinos han manteniendo viva la costumbre de adornar sus casas con este procedimiento.
Realmente el objetivo primero del esgrafiado era proteger de las adversidades climáticas las fachadas de los interiores de los edificios con varias capas de una mezcla de cal, arena y agua, aunque posteriormente se le daría uso ornamental. El rascado de la última capa con la ayuda de una plantilla deja ver las capas internas provocando el efecto decorativo.
Realmente el objetivo primero del esgrafiado era proteger de las adversidades climáticas las fachadas de los interiores de los edificios con varias capas de una mezcla de cal, arena y agua, aunque posteriormente se le daría uso ornamental. El rascado de la última capa con la ayuda de una plantilla deja ver las capas internas provocando el efecto decorativo.
Respecto a la tipología de los esgrafiados de Valdefuentes hay que señalar que es muy diversa, siendo una de las más empleadas la que pretende imitar ladrillos, alternada con motivos vegetales. A veces, sin embargo, toda la fachada es una sucesión de diversas figuras geométricas (rombos, triángulos, hexágonos, etcétera), siendo frecuente también el uso de cenefas. En cualquier caso, todo lo expuesto anteriormente parece sujeto a los gustos del artesano o de los propietarios de la casa.
El convento de San Agustín, uno de los más importantes edificios de Valdefuentes, también contiene esgrafiados realmente interesantes desde el punto de vista histórico y artístico, aunque esta vez no en la fachada sino en el claustro. Así como la arquitectura popular se vale de esta técnica ornamental para el embellecimiento de las fachadas, la arquitectura civil, militar y religiosa utilizó el esgrafiado para decorar los interiores. Por eso no es extraño encontrar esgrafiados en claustros de conventos, sacristías, interiores palaciegos, estancias principales de castillos y casas fuertes, etcétera. En este sentido, apuntar que esta técnica decorativa de origen hispano musulmán recibió, cuando cayó en manos de nobles y poderosos, una fuerte influencia flamenca e italiana.
Por desgracia, muchos de los exquisitos esgrafiados de esos palacios y castillos se encuentran en un alarmante estado de deterioro progresivo. En Valdefuentes, sin embargo, esta técnica continúa viva y por tanto, solo queda aplaudir la iniciativa de los vecinos de seguir conservando la tradición de esgrafiar las fachadas de sus casas.
Fuente: Esgrafiados, encintados y enjalbegados renacentistas en torno al curso medio-bajo del río Tagia. Francisco Sanz Fernández.
En Robledillo de Gata, también hay varias. Saludos.
ResponderEliminarBuen artículo. Lo más importante, invita a visitar esta localidad. Y merece la pena hacerlo.
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