No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

SEGUIDORES

martes, 19 de agosto de 2025

parís, medellín, badajoz, olivenza, gévora... y la isla de trocadero.



Probablemente muchos de vosotros habréis visitado el Arco del Triunfo en Paris y reparado en que aparecen cinceladas en sus paredes algunas poblaciones extremeñas, como Medellín, Gévora, Badajoz u Olivenza. Pues bien, el motivo de que estas localidades figuren en dicho monumento es fácil de imaginar. Francia consideró que determinados episodios bélicos -ocurridos durante la  invasión de España y Portugal en 1808 por parte del ejercito napoleónicos- supusieron grandes victorias. Igualmente se puede leer Plaisance, que rápidamente asociamos con Plasencia, aunque en esta ocasión se refiere a una intervención francesa en Haití. 






Para más inri, Trocadero, uno de los lugares parisinos más visitados por los turistas y desde donde se obtienen las mejores vistas de la Torre Eiffel, recibe su nombre debido a otra victoria francesa, ocurrida en suelo español, concretamente en el término de Puerto Real (Cádiz), enmarcada en uno de los episodios más vergonzosos de la Historia de España; me refiero a la entrada en la península, en 1823, con la total complicidad del rey borbón Fernando VII, de los Cien Mil Hijos de San Luis. (Además, como curiosidad, hay que señalar que la variedad de lechuga francesa por excelencia se conoce como lechuga Trocadero)

Plaza del Trocadero. Paris. 

Torre Eiffel, desde la plaza del Trocadero. Paris. 

Pero refresquemos un poco, aunque brevemente, aquella etapa. Resulta que en 1820, Rafael del Riego, un experimentado militar liberal que, como otros muchos españoles, había arriesgado su vida en no pocas ocasiones para expulsar a los ejércitos napoleónicos, fue el protagonista de un pronunciamiento en Las Cabezas de San Juan, (Sevilla) cuando se dirigía con sus tropas a América. El motivo, "los buques podridos" donde debían embarcar, y el cariz absolutista del rey Fernando y el hecho de que este no hubiera jurado la Constitución de 1812. 

El caso es que este pronunciamiento, no sin la oposición de los partidarios de Fernando VII, dio lugar al Trienio Liberal, durante el cual el rey se vio forzado a aceptar la Constitución. Finalmente, en 1823, el rey -felón para unos y deseado para otros- y sus partidarios recurrieron a la ayuda francesa para volver a instaurar el absolutismo y dejaron el paso expedito al contingente francés, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis. 

En Agosto de ese mismo año, refugiados los constitucionalistas dentro del sistema abaluartado de Cádiz, tuvo lugar la batalla de la Isla de Trocadero, tras la cual los franceses tomaron un fuerte allí existente, transformándolo posteriormente para bombardear la ciudad, a la cual entraron tras su rendición el 3 de octubre.  

Isla de Trocadero. (Puerto Real. Cádiz).
Al fondo San Fernando. 

Restos del Fuerte de San Luis. Una vez tomado por los franceses, fue 
utilizado para bombardear Cádiz. 

Isla de Trocadero. (Puerto Real. Cádiz).


Murallas de Cádiz, ciudad donde se refugiaron las Cortes
hasta su rendición, tras la Batalla de Trocadero.

Según los expertos la victoria francesa en Trocadero fue definitiva para los intereses del rey, terminando con el Trienio Liberal y dando paso a un tiempo de terror y muerte para el bando liberal. El mismo Riego fue ejecutado en la horca, así como otros muchos liberales. Igualmente algunos ilustres extremeños como José María Calatrava, Fernández Golfín y Muñoz Torrero fueron perseguidos y exiliados.  

Un fraile venda los ojos del almedralejense Fernández Golfín antes de
ser fusilado. Detalle. "Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros
en las playas de Málaga"
 es una obra de Antonio Gisbert Pérez.

Tras la muerte de Fernando VII, la lucha entre absolutistas y liberales, carlistas e isabelinos, prosiguió durante buena parte del siglo XIX, llenando inútilmente de sangre los campos y las calles de pueblos y ciudades. 

1 comentario:

  1. El Arco del Triunfo francés contempla las batallas como victorias, podría ser un catálogo de las batallas dadas, pero es puro chauvinismo. Te invitaría a leer lo que dice Benito Pérez Galdós de la Batalla del Trocadero en la segunda fase de los episodios nacionales, en el libro que dedica a Los cien mil hijos de San Luis a la batalla del Trocadero:
    "No fue ciertamente el hecho del Trocadero una de aquellas páginas de epopeya que ilustraron el Imperio; fue más bien lo que los dramaturgos franceses llaman Succés d'estime, un éxito que no tiene envidiosos. Pero a la Restauración le convenía cacarearlo mucho, ciñendo a la inofensiva frente del Duque los laureles napoleónicos; y se tocó la trompa sobre este tema hasta reventar, resultando del entusiasmo oficial que no hubo en Francia calle ni plaza que no llevase el nombre del Trocadero, y hasta el famoso arco de la Estrella, en cuyas piedras se habían grabado los nombres de Austerlitz y Wagram, fue durante algún tiempo Arco del Trocadero."
    Un saludo

    ResponderEliminar