No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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sábado, 26 de marzo de 2011

feria. badajoz.



Donde termina el inmenso mar de viñas y olivos de la Tierra de Barros y empiezan las onduladas serranías del sur de Badajoz se sitúa este pueblo pacense, blanco y con sabor andaluz. De empinadas calles y casas encaladas, Feria cuenta con bonitos rincones y con algunos edificios destacados.

Sobresale entre el caserío de tejados rojos la torre de la iglesia, del siglo XVI. Su portada de piedra nos ofrece una tira de cómic imposible de descifrar por la mayoría de nosotros, pero llena de significado para los habitantes que antaño poblaron estas tierras. En ella se puede ver a San Bartolomé, espada en mano, como figura central, mientras que extrañas y fantásticas figuras ocupan los laterales. Es también bastante curiosa la plaza porticada de ladrillo rojo, de estilo mudéjar, fechada en los últimos años del siglo XV. No olvidemos que el arte mudéjar tuvo, como en otros muchos lugares de Extremadura, un desarrollo bastante considerable.













Pero en Feria destaca, sobre todo, su castillo. Visible desde muchos y distantes lugares, fue levantado por los propietarios del Ducado de Feria, la familia Suárez de Figueroa. Esta familia construyó también los castillos de Nogales, Villalba o Salvatierra de los Barros, fundamentalmente con función defensiva. No se andaban con menudencias dicho nobles, y cuando hacían algo lo hacían a lo grande. El actual Parador de Turismo de la cercana Zafra, por ejemplo fue también construido por los poderosos Figueroas. La fortaleza de Feria no iba a ser menos. Subir por las estrechas escaleras de la torre del homenaje y contemplar desde su terraza el paisaje que se extiende ante nosotros es una experiencia tan gratificante como recorrer por algún sendero, entre viejos olivos, higueras y almendros, las estribaciones de las sierras del sur de Badajoz. La recién llegada primavera se encarga de cubrir el suelo de flores mientras que la banda sonora la ponen algunos pajarillos que revolotean a nuestro alrededor. Lo siento, pero esta estación es bastante propicia para tonterías de este tipo... Espero que podáis perdonarme...

Castillo de Feria
Castillo de Nogales.
Castillo de Villalba de los Barros.

4 comentarios:

  1. Perdonarte!?
    Sigue siendo un placer leerte.

    Un abrazo

    JM

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  2. No conozco Feria, pero tiene que ser un sitio precioso, y como dice JM ¿perdonarte? ¿poqué?, si siempre es un placer leerte y ver tus fotos.
    Saludos

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  3. Gracias,me alegra que os guste. Ya sabéis. La llegada de la primavera afecta a cada uno de distinta manera.

    Un abrazo.

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  4. Con lo dulce que es oir canturrear a los pajarillos alegres por la llegada del buen tiempo y disfrutar de campo multicolor!. Y sobre todo sentir emociones así y no esconderlas jjeje,
    Que pueblos tan preciosisímos nos presentas Jesús.
    Un abrazo
    Cristina

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