No está claro de donde procede el actual nombre de Extremadura, una tierra olvidada y a menudo menospreciada. Algunos historiadores opinan que quizás proceda del término con que se conocía en los reinos cristianos a los territorios situados al sur de dicho río.
Desde aquí solo pretendo hacer un pequeño homenaje a la tierra donde ahora vivo. De ella es mi mujer y en ella han nacido también mis dos hijas.

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martes, 26 de septiembre de 2023

piedra a piedra

Puente de Alconetar. 

Los Mármoles. 

Recientemente he podido leer en uno de los dos principales diarios de Extremadura que el monumento conocido como Los Mármoles de Talaverilla es el único monumento en tierras extremeñas que ha sido trasladado de su emplazamiento original piedra a piedra, lo cual no es cierto. Olvida la periodista, o más bien desconoce, (algo que no es ningún secreto y que es bien conocido por cualquiera que tenga un mínimo interés por la Historia y el Patrimonio extremeño) que el puente de Alconétar también fue trasladado para evitar que se perdiera para siempre bajo las aguas del embalse resultante tras la construcción de la Presa de Alcántara. 

(Estos son quizás los más conocidos, aunque como bien me indica Samuel Rodríguez Carrero, autor del imprescindible blog Extremadura: caminos de cultura, algunas portadas que vemos actualmente adornando ciertos edificios han sido trasladadas desde su primer emplazamiento. Así ocurre "con el antiguo seminario de Galarza, con sus portadas hoy distribuidas entre varios palacios de la parte antigua de Cáceres, la portada del patio del Museo de Bellas Artes de Badajoz, procedente del antiguo cuartel que había en el Paseo de San Francisco o la portada de la parroquia de Puebla del Prior trasladada del antiguo Palacio Prioral. Tampoco podemos olvidar el Pontón, un puente salvado de las aguas del Embalse Gabriel y Galán, entre Zarza y Guijo de Granadilla, que antiguamente permitía salvar el río Alagón.")

Hubo otros monumentos, no obstante, que no corrieron tanta suerte tras la anegación de las tierras. Así un gran número de puentes, casas fuertes o ermitas, incluso pueblos enteros o megalitos, permanecen sepultados bajo las aguas de estos y otros embalses, siendo solo visibles durante las épocas de sequías. 

Muy conocido es el caso de Granadilla, abandonado por sus habitantes obligatoriamente y sin embargo nunca cubierto por las aguas. Hoy día es un importante recurso turístico y una forma muy interesante de visitar un recinto amurallado apenas alterado por el hombre aunque si por el paso del tiempo. 


Granadilla. Cáceres. 

Granadilla. Cáceres, 

Como caso curioso de atropello y expolio flagrante hay que señalar el intento de trasladar piedra a piedra a EEUU, en 1919, el Conventual de Calera de León  e incluso el Conventual de San Benito de Alcántara por parte del excéntrico multimillonario William Randolph Hearst, Ciudadano Kane en el cine. Afortunadamente esta tremenda tropelía fue imposibilitada por la presión de los vecinos y de las autoridades locales, que informaron y presionaron a altas instancias.  


Ciudadano Kane.

Conventual de Calera de León. Badajoz.

Conventual de San Benito. Alcántara. Cáceres. 


Por último, reseñar otro curioso caso, esta vez en el impresionante embalse de Alqueva (Portugal) sobre el Guadiana, cuya construcción sumergió bajo las aguas a Aldeia da Luz, una pequeña población de menos de 300 habitantes  Sin embargo, antes de inundar el territorio donde se situaba, tuvieron la genial iniciativa de reconstruir la iglesia en un nuevo lugar y, según tengo entendido, algunas casas, además de construir un pequeño centro de interpretación donde se pueden apreciar numerosos elementos etnográficos y arqueológicos, maquetas, videos, etcétera, que recuerdan y honran la memoria de todos los que habitaron dicha localidad. 

Está claro que los portugueses, en muchas cosas, nos llevan años de ventaja...

La iglesia de Aldeia da Luz en su nuevo emplazamiento.

Museu da Luz. 

Maqueta. 

Cartelería explicativa. 


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