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domingo, 22 de enero de 2023

extremadura perdida.




Nos costó trabajo acceder a ellos. Vallas y alambradas, baches, caminos cortados por las últimas avenidas y otros inconvenientes dificultaron mucho el acceso, pero eso nos hizo disfrutar más si cabe el momento cuando finalmente pudimos ver, abajo en el río, la inconfundible silueta de uno de los molinos que andábamos buscando. Una vez en su interior, observamos durante un buen rato la impresionante obra de ingeniería hidráulica que una vez, hace tal vez varios siglos, unos hombres decidieron emprender. Así, examínamos con asombro la presa o azud -derruida en parte quizás por la fuerza del agua, acaso adrede- y los canales que desviaban el río hacia el propio molino, donde la fuerza del agua movería las ruedas volanderas encargadas de moler el preciado grano, al girar sobre la piedra solera. 







Todavía impresionados por el bellísimo lugar donde se hallaba enclavada el magnífico ingenio, fuimos aguas arriba en busca de otro de los molinos, recorriendo la ribera, solo acompañados por el rumor del río corriendo. No tardamos mucho en encontrarlo; igual que el anterior, derruido y sin tejados, pero orgulloso, vigilando el río. Aguas arriba, otra presa, todavía más monumental, pero también partida.










Poco después volvimos a los coches, cansados pero contentos, y sobre todo sorprendidos por el hecho de que todavía queden lugares así, -perdidos, solitarios y desconocidos incluso para la mayoría de los habitantes de las poblaciones cercanas-, lugares donde huir del insoportable ruido que hay ahí fuera. 

miércoles, 18 de enero de 2023

garganta del fraile. serradilla. cáceres.




Hay lugares poco conocidos -y bellísimos- que guardan un gran atractivo, derivado precisamente de esa soledad y autenticidad. Sin embargo, ese encanto desaparece en parte cuando por una razón u otra alcanzan cierta notoriedad y se masifican. Recientemente incluso una pequeña localidad, creo que en Cataluña, con buen criterio a mi juicio, ha rehusado a formar parte de los pueblos más bonitos o algo así, por temor a no poder absorber la avalancha de turistas que eso pude suponer. Eso por no hablar de las archiconocidas Ruta del Cares en Asturias o del Caminito del Rey en Málaga, convertidas en ferias más que en rutas senderistas.

Esto viene al caso porque me comenta un buen amigo "serraillanu" que el camino que conduce a la  Garganta del Fraile (Serradilla, Cáceres) está recibiendo en estos días un número inusitado de visitantes -llegados en ocasiones en autobuses- tras ser elegido como mejor sendero homologado. No hay duda de que este tipo de distinciones pueden ser muy beneficiosas para la localidad, pero cuidado. El turismo masificado y sin control puede traer también nefastas consecuencias desnaturalizando y rompiendo el delicado equilibrio medioambiental de ese preciado patrimonio natural y paisajístico.






viernes, 6 de enero de 2023

nebrija, godoy, wellington, enrique cuarto...




¿Qué tienen en común Nebrija, Godoy, Wellington o Enrique IV? Varias cosas. En primer lugar, que tuvieron una estrecha relación con Extremadura, pero también que todos ellos aparecen representados en los medallones que adornan los cuatro flancos de la Plaza Mayor de Salamanca. Y por supuesto, que fueron personajes relevantes y en algunos casos, decisivos y/o determinantes -para bien o para mal- en su época.

Bueno, en realidad la imagen de uno de ellos, Manuel Godoy, dejó de estar presente hace algún tiempo. El pacense pasó a la Historia como amigo de los franceses y como traidor, y alguien decidió que no se merecía tal honor. Por el contrario el Duque de Wellington tuvo un papel primordial en la toma de Badajoz en 1812, en manos de los franceses, y la posterior expulsión de las tropas napoleónicas de la península ibérica. Por ello, aun siendo extranjero, ocupa un lugar junto a lo más granado de nuestra Historia.

 

Medallón donde estuvo representado el pacense Manuel
Godoy, Príncipe de la Paz.

Lord Wellington, militar inglés que
 tuvo un importantísimo papel en
 la derrota de Francia en la Guerra de
 la Independencia y en la liberación de
Badajoz, entre otros acontecimientos.

Menos conocida es la prolongada estancia de otro de estos personajes, el andaluz Antonio de Nebrija, en el territorio que hoy conocemos como Extremadura, donde escribió la primera Gramática en lengua castellana tras abandonar la Universidad de Salamanca. La docencia le absorbía todo su tiempo y no estaba bien pagada y por ello no dudó en unirse al noble y mecenas placentino Juan de Zúñiga, junto al que pasó una de sus etapas más prolíficas. Gata, Alcántara, Villanueva de la Serena, Zalamea de la Serena y Brozas son las poblaciones donde principalmente residió el gramático lebrijano en su periplo extremeño.


Antonio de Nebrija. 

Cartel explicativo. Exposición
 "Nebrija, el ideal humanista" 
Universidad de Salamanca.


En memoria de Antonio de Nebrija.
 Universidad de Salamanca.


Por su parte Enrique IV, hermanastro de Isabel La Católica, permanece enterrado en Guadalupe, desdichado en vida y afectado por la enfermedad, olvidado tras su muerte. Al menos su figura aparece en uno de los medallones de la hermosa plaza salmantina, muy cerca de los Reyes Católicos, presentes igualmente en la Plaza Mayor de la antigua Helmántica y muy relacionados también con Extremadura. Recordemos la afición de Isabel por desmochar torres a diestro y siniestro por todo el territorio y por visitar el Monasterio de Guadalupe, y la inclinación de Fernando por los afrodisiacos, los cuales -dicen las malas lenguas- causaron su muerte en Madrigalejo (Cáceres) cuando se dirigía al citado monasterio. 


Enrique IV.

Reyes Católicos.

Asimismo, el rey Carlos I, nieto de los Reyes Católicos y dueño de un imperio donde no se ponía el sol, eligió un escondido valle cercano a Cuacos de Yuste para morir. Años más tarde, Felipe II elegiría Badajoz como base para invadir Portugal y hacerse así con el trono portugués en detrimento del Prior de Crato. Durante este episodio moriría Ana de Austria, su cuarta esposa, a causa de una epidemia de gripe.


Carlos I.

Felipe II.

Y por último, aunque no menos importantes, Hernán Cortés y Francisco Pizarro, nacidos en Medellín y Trujillo respectivamente, héroes de carne y hueso que volvieron de las Indias convertidos en dioses y cargados de riquezas, de los cuales por mi parte hay poco que comentar y escribir porque, como suele decirse, doctores tiene la iglesia...

Hernán Cortes y Pizarro, tanto monta. 

Hernán Cortés. 

Francisco Pizarro.