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jueves, 23 de enero de 2020

el puente del arzobispo. toledo.




El hecho de que en ciertas zonas sean las aguas del Tajo las que establecen las líneas divisorias entre Castilla-La Mancha y Extremadura provoca que podamos leer noticias tan absurdas como la que apareció en febrero de 2019 en distintos medios de comunicación, en los que se informaba de que la comunidad castellana-manchega había iniciado expediente para declarar BIC la mitad del formidable puente sobre el río Tajo, situado en parte en la localidad toledana de El Puente del Arzobispo. La otra mitad, al pertenecer a Extremadura, se quedaría por tanto sin ninguna figura jurídica de protección, al menos que yo conozca. (https://www.eldigitalcastillalamancha.es/actualidad/699425268/La-Junta-inicia-los-tramites-para-declarar-BIC-el-puente-de-Puente-del-Arzobispo.html)

Al margen de ello, el citado puente es espectacular, contando en la actualidad con once arcos y una longitud aproximada, según mis cálculos, de 200 metros. Las imágenes muestran la sillería empleada en su construcción, los fuertes tajamares y en general, la robustez de un puente diseñado para soportar las embestidas del bravo río que era el Tajo. Igualmente podemos ver los arranques de dos torreones que hoy aparecen desmochados pero que en 1853 José María Quadrado describía como "dos torreones en los tercios del puente abriendo paso a los transeúntes por bajo de sus arcos ojivales". Además describe también "una escalera interior que permitía a los defensores bajar al río". Al parecer, esta escalera todavía se conserva. 





Respecto al origen del puente, (siguiendo siempre como fuente de información el artículo de Agustín Sánchez ReyEl puente del arzobispo Tenorio cumple 600 años, del que también está extraído el entrecomillado anterior), hay que señalar que está muy relacionado con el auge que iba tomando el Monasterio de Guadalupe y la elevada afluencia de peregrinos y autoridades eclesiásticas que se desplazaban desde Toledo al citado monasterio y que tenían que cruzar el Tajo mediante barcazas. Esta necesidad propició la construcción de un puente, originando a su vez la creación de un núcleo habitado, en la actualidad El Puente del Arzobispo, con la función de vigilar el paso. No hay que olvidar que este puente se erigió a finales del siglo XIV, una época convulsa donde las intrigas y traiciones de nobles belicosos y de aspirantes al trono de Castilla estaban a la orden del día. 

Tanto tiempo en pie, por tanto, propició que la citada construcción fuera testigo mudo del paso de pastores y ganado trashumantes en sus idas y venidas desde Gredos hasta los pastos extremeños y también de reyes y nobles o de numerosos viajeros venecianos, alemanes o portugueses, que dejaron escrito como les impresionó la construcción. Igualmente, diversos ejércitos utilizaron este paso para cruzar el Tajo y adentrarse en territorio extremeño. Así, en 1809 tuvo lugar el paso de las destructoras tropas napoleónicas al mando del mariscal Victor, que a la postre sería causante en Medellín de la muerte de miles de españoles en una cruenta batalla.






jueves, 9 de enero de 2020

monjes-guerreros. (silencio, se rueda.)




Siempre me ha atraído mucho la figura del monje guerrero, es decir, de los sufridos caballeros de las órdenes militares-religiosas de Alcántara, de Calatrava, de Santiago o del Temple. En realidad, creo que el término monje guerrero, usado actualmente para referirnos a los caballeros que consagraban su vida a Dios y a guerrear contra los infieles, bajo las estrictas reglas monásticas, es un término moderno. En cualquier caso, durante varios siglos, estas órdenes fueron muy importantes y poderosas en gran parte de Extremadura. Después, diversas circunstancias políticas y sociales fueron socavando este poder, hasta dejarlas reducidas a simples comparsas (en sentido metafórico).

(Imágenes tomadas del modesto pero interesante proyecto de recreación de la vida cotidiana de estos monjes-guerreros, en el marco de dos preciosas localidades como Magacela y Santa Cruz de la Sierra, en el cual he tenido la suerte de colaborar junto a David Prado, Antonio Dovane y Carlos Señor.)









domingo, 5 de enero de 2020

antropomorfos esquematizados y su evolución.




Uno de los paneles que más me ha impresionado y que más me ha dado que pensar de los que he visto en los últimos años gracias a los compañeros del grupo Recorvo, ha sido el gran panel de los antropomorfos del abrigo de la Huerta del Capellán (Capilla. Badajoz). Como podéis ver, se trata de una gran superficie en la que aparece un buen número de figuras humanas. Estas, además de ser, desde mi punto de vista, preciosas, nos dan también una información muy relevante respecto a la evolución de los antropomorfos hacia figuras aún más esquematizadas. 




Observando este gran panel podemos observar varios tipos de antropomorfos; unos asexuados, otros con el sexo muy evidente, algunos con cabeza, otros sin cabeza e incluso sin piernas, etc. Vamos a fijarnos en principio, sin embargo, en las dos figuras carentes de cabeza. La situada más a la izquierda tiene piernas, la de derecha no, recibiendo el nombre de antropomorfos ancoriformes, por su parecido a un ancla. Curiosamente, este esquema es muy común en algunos alfabetos prerromanos.




Otro de los esquemas que me ha llamado mucho la atención es una figura que presenta largos brazos en asa muy exagerada y piernas del mismo tipo. ¿Qué ocurre si hacemos un esfuerzo y realizamos un pequeño ejercicio de imaginación, prolongando brazos y piernas hasta que toquen el tronco? Pues simplemente que nos encontramos ante un ídolo en phi o incluso en "doble phi", como los que aparecen por ejemplo en el espectacular Abrigo de las Palomas (Sierra de San Serván).

"Casi" ídolo en phi. A su derecha ancoriforme, mucho más esquematizado.
Es curioso, la presencia de una figura tan simplificada (ancoriforme)
junto a otra mucho más compleja.
Huerta del Capellán.
Ídolos en phi. Abrigo de Las Palomas.
(Arroyo de San Serván. Badajoz)
Ídolos en phi. Abrigo de Las Palomas.
(Arroyo de San Serván. Badajoz)

Podéis pensar que son conclusiones muy simplistas, tal vez con razón. Quiero recordar, sin embargo, que ya en 1965, la investigadora Pilar Acosta, en la misma línea que Breuil, ("los signos esquemáticos no son todavía una escritura, pero que a ella conducían...") opinaba que "algunos de los motivos esquemáticos que constantemente se repiten en los abrigos españoles con uno o varios significados, fueron importados por gentes que habían estado en contacto con pueblos que ya conocían la escritura y que no faltan elementos ni bases fundadas que demuestren que al menos el punto álgido del Esquematismo ibérico fue una auténtica escritura pictográfica, abortada por culturas superiores."


           (Gracias a Alex G. Pizarro por las imágenes de Huerta del Capellán)



alfabeto tartesio Es decir, dicho de la manera más sencilla; los bitriangulares, escaleriformes, ramiformes, ídolos oculados y otros grafemas presentan muchas similitudes y por tanto pueden identificarse con algunas letras de diversos alfabetos prerromanos. En la siguiente imagen se puede comprender mejor lo expuesto.








más sobre el alfabeto tartesio Señalados en verde, se muestran los yacimientos tartesios o post orientalizantes, enclavados en los valles de dos grandes ríos, como el Guadiana y el Zújar. Como excepción, Aliseda o Talavera la Vieja, situados más al norte, ya en la provincia de Cáceres. Por otro lado, señalados en rojo, se encuentran algunos de los abrigos que muestran esquemas con gran parecido a ciertas letras de los citados alfabetos. Como se puede observar, estos abrigos también se sitúan en los valles del Guadiana y el Zújar, lo cual puede significar dos cosas.


bitriangulares.
Tradicionalmente se ha considerado la tipología de los antropomorfos bitriangulares esquemáticos como representaciones de figuras femeninas, tal vez por haber sido identificada la unión de los dos triángulos por sus vértices como una cintura femenina, y el triángulo inferior como una especie de túnica o faldón.



jueves, 2 de enero de 2020

grullas, grullas, grullas...







Hubo un tiempo en que me gustaba recorrer las Vegas Altas, a veces solo y otras veces con Anabel, con el objetivo de ver y fotografiar grullas. La verdad es que era una bonita afición, porque recorrer en invierno los inmensos y prósperos regadíos proporciona buenos ratos y además estás en contacto con el campo y con la Naturaleza. Hace ya dos o tres años que no salgo a ver grullas, aunque pienso hacerlo en breve. Mientras tanto me entretengo buscando en mis viejos archivos fotos de estas elegantes, fascinantes y atractivas aves, tan del paisaje extremeño...