La presencia de figuras en los edificios religiosos representando músicos en actitud de tocar algún instrumento es muy común. Ya es sabido que la música ha sido considerada por todas las culturas como "un arma religiosa" muy potente. Sin embargo, la existencia de músicos en edificios civiles es menos frecuente, siendo un ejemplo muy destacado de esta rareza el palacio de la Conquista, levantado por los Pizarro en la imponente Plaza Mayor trujillana. Seguro que lo conocéis.
Los músicos a los que me refiero son cinco, y están situados en la fachada que se asoma a la plaza, en concreto en la cornisa del impresionante palacio. Como ha sido habitual en muchos de los artículos publicados a lo largo de todos estos años, cedo la palabra al experto en estas lides Samuel Rodríguez Carrero (autor del blog Extremadura: caminos de cultura), que ha escrito de ellos lo siguiente:
Las esculturas que podemos ver coronando el palacio son consideradas por algunos autores como gárgolas, pero en realidad no lo son puesto que el agua no cae por ellos sino por caños ubicados bajo sus pies y que no forman parte de la fábrica de los mismos. Estas figuras lo que hacen es decorar la cornisa, colocándose sobre los desagües.
En total son doce esculturas, seis de ellas en el lado que da a la calle de Hernando Pizarro, y otras seis (una de ellas en el punto de unión entre ambas fachadas, sobre el gran escudo y balcón de esquina que caracteriza el monumento) en la fachada que da a la plaza. De estos seis últimos, cinco son músicos, sentados sobre bajos podios mientras portan sus instrumentos. Además del que está en la esquina mencionada, tocan instrumentos los dos siguientes y los dos últimos, apareciendo sin embargo la figura central de este flanco pensativa, como si estuviera escuchando la música que sus compañeros tocan o más bien permaneciera mirando al horizonte. Entre los instrumentos que tocan podemos encontrar el arpa, en el músico esquinero, dos instrumentos de cuerda tocados por los dos músicos siguientes (posiblemente un laúd y una guitarra), y dos instrumentos de viento al final de la serie (lo que pudiera ser un oboe, y una gaita). Más que una función simbólica, seguramente la presencia de estos músicos en un edificio civil responde sencillamente a un gusto ornamental.
Músico 1. Ocupa el lugar central, algo más elevado que el resto. Toca un arpa. |
Músico 2. Tañe un laúd o similar. |
Músico 3. Su instrumento es una guitarra o algún derivado de esta. |
El pensador. Entre los músicos 3 y 4 se encuentra esta figura en actitud pensante que parece escuchar la música que surge de las efigies con las que comparte cornisa. |
Músico 4. Esta figura toca un instrumento de viento que pudiera ser un oboe. |
Músico 5. La fígura más esquinada porta una gaita. |
Además, como bien dice Samuel Rodríguez, en la otra fachada del palacio podemos ver otras seis estatuas, esta vez de temática bien distinta entre sí y respecto a los músicos; tres figuras femeninas que parecen tener carácter religioso, un felino y dos figuras que parecen representar indios que pudieran llevar sobre sus cabezas cestos con ofrendas, desde mi punto de vista, claras referencias estas últimas a las conquistas de la otrora poderosa familia trujillana de los Pizarro.