Hace unas semanas publicaba un artículo en el cual señalaba las grandes coincidencias entre algunos esquemas rupestres y ciertas letras de alfabetos indígenas y tartesios. Quizás no sean más que eso, simples coincidencias. Sin embargo, si observamos el siguiente mapa, en el que están señalados los abrigos donde se han conservado estos esquemas y los principales yacimientos tartesios que se conocen hasta la fecha en territorio extremeño, podemos concluir que ambos ocupan el mismo espacio geográfico.
Señalados en verde, se muestran los yacimientos tartesios o post orientalizantes, enclavados en los valles de dos grandes ríos, como el Guadiana y el Zújar. Como excepción, Aliseda o Talavera la Vieja, situados más al norte, ya en la provincia de Cáceres.
Por otro lado, señalados en rojo, se encuentran algunos de los abrigos que muestran esquemas con gran parecido a ciertas letras de los citados alfabetos. Como se puede observar, estos abrigos también se sitúan en los valles del Guadiana y el Zújar, lo cual puede significar dos cosas. La primera, que los fenicios ejercieron una influencia sobre la población autóctona mucha más temprana que la establecida hasta hoy. Esto explicaría que sea posible encontrar, por ejemplo, bitriangulares e ídolos oculados en distintos abrigos fechados en el Bronce Final, que en realidad serían letras.
Y la segunda, en contraposición con lo expuesto anteriormente, que algunas de las pinturas rupestres se realizaron en una fecha bastante tardía, cuando en todo el territorio se había asentado una cultura floreciente con escritura propia capaz de construir santuarios y otros complejos edificios. En este caso, las élites vivirían en Cancho Roano, la Mata o el Turuñuelo, situadas en la fértil campiña, mientras que la población autóctona, tal vez más desfavorecida, habitaban en las partes altas de las sierras, mucho menos productivas. Allí seguirían ocupando, tal vez ocasionalmente, los abrigos donde sus antepasados habían pintado en las rocas, algunas de sus inquietudes, miedos o creencias...
el alfabeto tartesio. Es decir, dicho de la manera más sencilla; los bitriangulares, escaleriformes, ramiformes, ídolos oculados y otros grafemas presentan muchas similitudes y por tanto pueden identificarse con algunas letras de diversos alfabetos prerromanos. En la siguiente imagen se puede comprender mejor lo expuesto.
Señalados en verde, se muestran los yacimientos tartesios o post orientalizantes, enclavados en los valles de dos grandes ríos, como el Guadiana y el Zújar. Como excepción, Aliseda o Talavera la Vieja, situados más al norte, ya en la provincia de Cáceres.
Por otro lado, señalados en rojo, se encuentran algunos de los abrigos que muestran esquemas con gran parecido a ciertas letras de los citados alfabetos. Como se puede observar, estos abrigos también se sitúan en los valles del Guadiana y el Zújar, lo cual puede significar dos cosas. La primera, que los fenicios ejercieron una influencia sobre la población autóctona mucha más temprana que la establecida hasta hoy. Esto explicaría que sea posible encontrar, por ejemplo, bitriangulares e ídolos oculados en distintos abrigos fechados en el Bronce Final, que en realidad serían letras.
Y la segunda, en contraposición con lo expuesto anteriormente, que algunas de las pinturas rupestres se realizaron en una fecha bastante tardía, cuando en todo el territorio se había asentado una cultura floreciente con escritura propia capaz de construir santuarios y otros complejos edificios. En este caso, las élites vivirían en Cancho Roano, la Mata o el Turuñuelo, situadas en la fértil campiña, mientras que la población autóctona, tal vez más desfavorecida, habitaban en las partes altas de las sierras, mucho menos productivas. Allí seguirían ocupando, tal vez ocasionalmente, los abrigos donde sus antepasados habían pintado en las rocas, algunas de sus inquietudes, miedos o creencias...
Correspondencia entre algunos esquemas rupestres y ciertas letras de los alfabetos ibéricos y tartesio. Tabla extraída de la web Promotora Española de Lingüística. |
Arcoriforme en negro que presenta un gran parecido con la quinta letra de la columna de la izquierda de la tabla anterior. Sierra de Magacela. |
la extremadura tartesia Hace unas semanas apareció en El País un artículo sobre los trabajos que un grupo de arqueólogos están realizando en el yacimiento de El Turuñelo (Guareña) y que están desenterrando, para sorpresa de muchos, los restos de un gran edificio tartesio, coetáneo a Cancho Roano o La Mata. Estamos hablando por tanto de un descubrimiento excepcional.
edificio protohistórico de la mata. campanario. badajoz.
edificio protohistórico de la mata. campanario. badajoz.
Hace dos mil quinientos años llegaron a estas tierras gentes procedentes del antiguo reino de Tartesos... Probablemente habría que hablar de una aristocracia procedente de las costas del sur, que protagonizó un fenómeno o unidad cultural.
Este yacimiento últimamente ha adquirido más importancia si cabe, sobre todo para el gran público, a raíz de que National Geographic lo citara en un documental como posible destino de los supervivientes de la Atlántida.
El origen de Cancho Roano, según algunas hipótesis, podría ser el túmulo o enterramiento de un importante guerrero, a juzgar por los restos encontrados y por la estela funeraria que se encuentra formando parte de la escalera de acceso
Esta estatuilla formaría parte de un conjunto de caballo y jinete dispuestos sobre una plataforma representando una escena de caza. Según estos mismos investigadores, no se ha encontrado ninguna otra pieza similar, ni dentro de la península ni fuera de ella.
Parece ser, por los restos encontrados, que en este lugar existió ya un asentamiento prerromano que fue habitado a partir del siglo V a.C. Pero los momentos de mayor esplendor debieron alcanzarse posteriormente, cuando los romanos se asentaron por toda la zona.
Como siempre muy interesante.
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