Páginas

miércoles, 3 de junio de 2009

santa cruz de la sierra.cáceres


Pese a estar situado al pie de la Autovía Madrid-Lisboa, muy cerca de Trujillo, Santa Cruz es un lugar, uno más, donde parece haberse parado el tiempo. El casco urbano, pequeño pero bien conservado y las numerosas cruces de piedra que por él hay repartidas o su coqueta plaza mayor no son más que un aperitivo de lo que el viajero puede encontrar en la "montaña mágica" a cuyo pie está situado. Me he tomado la licencia de bautizar así a este promontorio que domina la penillanura y que se puede ver desde muchos kilometros de distancia. Y es que, no se me ocurre otro calificativo para este lugar que cuenta en su base con un convento agustino del siglo XVII, en la actualidad abandonado y con los restos de un castillo árabe y un aljibe en su cima. Entre ambos, un camino empedrado sube, entre muros de piedra y exuberante vegetación, hacia lo más alto.


Numerosas chozos de pastores construidos, según la información que he podido recoger en diversas páginas web, sobre los restos de un castro prerromano, jalonan la parte baja del recorrido. Al pie de alguna choza, se han tallado sobre la roca unos bebederos para cerdos u otros animales...¿o esos huecos servían a los vetones para moler el grano con la ayuda de un bolo de granito? Quizás alguien pueda aclarar más sobre este punto. Llama la atención también la gran cantidad de pilas y pilones de piedra que hay repartidas por todo el camino. El viajero que siga subiendo, entre parajes de enorme belleza, pronto descubrirá la razón de la profusión de estas. Ahí dejo una imagen pero el secreto debe ser descubierto "in situ". Eso si, mejor un día de primavera para disfrutar del bosque mediterraneo en todo su esplendor y de la inmensidad que desde su punto más elevado se divisa.


Y todavía hay algunas curiosidades destacables en este curioso lugar: La primera es que aquí nació Ñuflo de Chaves, conquistador y fundador de una ciudad en Bolivia que tiene el mismo nombre que su lugar natal. La segunda es una estela funeraria romana empotrada en la fachada de una casa en la que aparece el nombre de Viriato. No, no es el famoso lusitano que tuvo a los romanos en jaque. Este nombre fue al parecer frecuente y pudiera describrir a un hombre viril.(Celtiberia.net) Y por último, las jarras de cerveza helada y los abundantes aperitivos que sirven en el mesón Ñuflo de Chaves, uno de los dos bares de Santa Cruz, que calmará la sed y repondrá las fuerzas del viajero despues de la estimulante jornada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario