Un paseo por el campo después de las abundantes lluvias. El verde va ganado terreno a los pastos amarillentos propios del estío; huele a tierra mojada y a otoño. Y al atardecer, los nubarrones negros descolgados de la gran borrasca se enredan y juegan con el sol poniente. Empieza a refrescar...
Poco a poco la naturaleza nos dice que comenzamos un nuevo ciclo.
ResponderEliminarSaludos.