La aparición de nuevos abrigos de Arte Rupestre en los últimos años en distintas sierras de la comarca de la Serena, está consolidando dicha comarca como una las zonas más importantes en cuanto a este arte se refiere. En concreto, estos nuevos abrigos se sitúan temporalmente en el Calcolítico, también conocido como Edad del Cobre, un periodo que en líneas generales se caracteriza por la utilización por primera vez de herramientas y armas de metal. Es decir, el hombre, además de dedicarse a cultivar el suelo, a la caza y a criar animales, aprende a extraer minerales y a transformarlos para facilitar ciertas tareas.
Naturalmente, esta actividad minera dejó algunos rastros, visibles todavía hoy día y por eso, en muchas de las sierras que conforman el paisaje extremeño, aparecen cuevas o hendiduras que no son más que antiguas minas excavadas con la intención de extraer minerales de ellas. Dichas minas, explotadas durante el Calcolítico y quizás en periodos más recientes, se distinguen muy bien de las cavidades naturales porque suelen presentar las paredes muy ennegrecidas, ya que el proceso de extracción incluía un sobrecalentamiento artificial de la piedra para hacerla estallar.
Otra de las características de estas minas es que suelen presentar en la entrada algún tipo de pinturas esquemáticas, tal vez para indicar a quien pertenecían o quien trabajaba en ellas. La acción antrópica y de los fenómenos meteorológicos han borrado muchos de estos esquemas haciendo que sea imposible o muy difícil su observación a simple vista, aun aplicando tratamientos informáticos. Sin embargo, otras pinturas han llegado a la actualidad en bastante buen estado, mostrándonos entonces preciosos pero indescifrables conjuntos de esquemas.
A veces, sin embargo, no parece que la existencia de abrigos rupestres tenga relación con la actividad minera sino más bien con el control del territorio, situándose entonces en cornisas con gran visibilidad desde donde abarcar una gran extensión de territorio o en lugares estratégicos para controlar el paso de animales o personas. Hay autores, incluso, que establecen ciertos vínculos entre determinados abrigos y la celebración de rituales o ceremonias religiosas, por la presencia de figuras esquematizadas que bien podrían representar deidades o ídolos, con gran semejanza en ocasiones con los ídolos-placas, otra importante manifestación del Arte Rupestre.
Antropomorfos bitriangulares. Sierra Recorvo. Quintana de la Serena. (Autor de la fotografía. Carlos Señor Nieto.) |
Sierra de Guadamez. Zalamea de la Serena. (Autor de la fotografía. Alex G. Pizarro.) |
Grafema. Los Mestos. Cabeza del Buey. (Autor de la fotografía Alex G. Pizarro.) |
En cuanto a la tipología de estos esquemas, señalar que esta no difiere mucho de la tipología existente en otros lugares de la geografía extremeña. Así antropomorfos y zoomorfos se alternan con símbolos de significado desconocido para nosotros (puntos, barras, escaleriformes, espiraliformes, etc) conocidos como grafemas o ideomorfos. En este punto, es necesario señalar que para muchos autores, el arte esquemático es una disciplina que, en general, simplifica el todo en pos de conseguir representaciones, fieles a la realidad pero no exentas de ciertas dosis de abstracción, lo cual dificulta enormemente la comprensión de los esquemas.
Zoomorfos, antropomorfo y grafemas en un mismo panel. Huertas del Capellán. Capilla. |
Precioso panel con distintos tipos de antropomorfos que indica que podrían haber sido pintados en distintas épocas, o al menos, por distintos autores. Huertas del Capellán. Capilla. |
Antropomorfos. La esquematización llega a tal punto en este esquema que la figura humana se convierte en un arcoriforme. Huertas del Capellán. Capilla. |
Esta sucesión de nuevos descubrimiento de abrigos de arte parietal en la Serena y en otras comarcas extremeñas, se debe en gran medida al esfuerzo y dedicación de un puñado de entusiastas aficionados, estudiosos e investigadores que desde hace años, antes de forma individual y ahora bajo el nombre de grupo Sierra Recorvo, emplean gran parte de su tiempo libre en subir a lugares de difícil acceso para localizar, georreferenciar y estudiar paneles inéditos y otros ya conocidos. Por supuesto, cada vez que se produce un nuevo hallazgo, las autoridades competentes tienen cumplida información...
Ideomorfos de trazo fino y pequeño tamaño. Peñón del Pez. Capilla. (Autor de la fotografía. Casimiro Sánchez Iglesias.) |
(Todas las fotografías que se muestran en este artículo (Los Mestos, Sierra Recorvo, Sierra de Guadamez y Peñón del Pez) corresponden a pinturas descubiertas por miembros del grupo Sierra Recorvo, excepto las de Huertas del Capellán, publicadas por primera vez en Mayo de 2014 por Manuel García Blázquez en el blog Almadén y sus rincones.)
alfabeto tartesio Es decir, dicho de la manera más sencilla; los bitriangulares, escaleriformes, ramiformes, ídolos oculados y otros grafemas presentan muchas similitudes y por tanto pueden identificarse con algunas letras de diversos alfabetos prerromanos. En la siguiente imagen se puede comprender mejor lo expuesto
escuchando paisajes de arte rupestre
En dicho artículo, titulado Hearing rock art landscapes: a survey of the acoustical perception in the Sierra de San Serván area in Extremadura (Spain), como digo, sus autores tratan de establecer que los hombres que dejaron esas curiosos y a veces enigmáticos dibujos en los lugares más inaccesibles de las sierras, no escogieron esas paredes por casualidad.
más sobre el alfabeto tartesio Señalados en verde, se muestran los yacimientos tartesios o post orientalizantes, enclavados en los valles de dos grandes ríos, como el Guadiana y el Zújar. Como excepción, Aliseda o Talavera la Vieja, situados más al norte, ya en la provincia de Cáceres. Por otro lado, señalados en rojo, se encuentran algunos de los abrigos que muestran esquemas con gran parecido a ciertas letras de los citados alfabetos. Como se puede observar, estos abrigos también se sitúan en los valles del Guadiana y el Zújar, lo cual puede significar dos cosas