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jueves, 13 de julio de 2017

tormenta de arena.



El diez de abril de 2012, mientras circulaba con mi coche por las cercanías de Mengabril, fui testigo de las evoluciones de una gran tormenta de arena. Lógicamente, aquello me resultó tan curioso que no pude evitar estacionar en un camino y sacar la cámara de fotos de la guantera para fotografiar el raro fenómeno. En realidad no estoy seguro de que lo que presencié aquel día fuera una tormenta de arena. Tal vez era simplemente el producto de un fuerte viento levantando las partículas sueltas que conforman las fértiles vegas que el Guadiana creó durante millones de años. No sé si a eso se le puede llamar tormenta de arena pero el caso es que una inmensa polvareda se había apoderado de una gran parte del regadío que rodea la población antes citada. 

Si no recuerdo mal, durante aquel año las lluvias habían sido muy escasas. Pienso que esta fue, por tanto, una de las causas del insólito espectáculo. La otra sería que en esa época del año las tierras dedicadas a regadío suelen presentar el suelo desnudo de vegetación que lo proteja de la erosión eólica y están muy removidas por la acción de los arados. Ambas circunstancias propiciarían la enorme nube de polvo que recorrió aquella parte de las Vegas del Guadiana, muy transformada por la acción del hombre y por la agricultura tan intensiva a la que está sometida.

En fin, un extraño meteoro que espero se quede simplemente en eso, en extraño. Últimamente se están produciendo demasiadas anormalidades...







el rayo verde. El Rayo Verde, una de las pocas obras románticas que escribió el francés, tiene como principal protagonista a Helena, una joven que desea contemplar el rayo verde antes de contraer matrimonio. Para ello, bordeando las bellas costas de Escocia, viaja en busca de un lugar propicio donde observar el extraño fenómeno. Al parecer, dicho fenómeno óptico, que ocurre cuando el sol nace o se pone, suele durar entre unos segundos y cinco minutos, y se produce cuando coinciden una serie de parámetros respecto a la composición de la atmósfera, el color del disco solar, la nubosidad, etcétera.







tormenta en magacela. Esta tarde, mientras paseábamos por las inmediaciones del dolmen de Magacela, nos sorprendió una impresionante tormenta. Bueno, en realidad sabíamos que, tarde o temprano, la tormenta iba a descargar sobre nosotros. Pero los negros nubarrones, la luz de la tarde y los relámpagos alumbrando el cielo, daban al lugar una belleza casi mágica que impedía que echáramos a correr hacia los coches para volver a casa.

2 comentarios:

  1. Extraordinarios fenómenos has recogido en tus imágenes, la tormenta de arena me recuerda cuando hay un levante fuerte por la zona de Cádiz, entonces la arena se levanta del suelo y es bastante molesta.

    Besos

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