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jueves, 19 de mayo de 2016

lo que dicen las piedras. (y lo que no dicen)

Durante las salidas al campo de las últimas semanas, he tenido la oportunidad de fotografiar marcas y cavidades en las rocas, algunas de ellas muy curiosas. En realidad estas son muy abundantes por toda la geografía extremeña y podemos encontrarlas fácilmente. Lo que es más complicado es diferenciar entre las que son consecuencia de un proceso natural y las que se deben a la mano del ser humano y sobre todo, en este último caso, determinar el propósito con el que fueron hechas.

No es nada sencillo tampoco determinar la época en que fueron hechas pues a veces la imaginación y la ilusión puede hacernos pensar que estamos ante marcas realizadas hace miles de años cuando en realidad son bastante recientes.

Las primeras imágenes que quiero mostrar están tomadas cerca del berrocal de Magacela, concretamente en un arroyo. En ellas se pueden ver algunas cavidades de desigual tamaño distribuidas de manera irregular por el cauce del arroyo. Aunque al principio pensé que podían deberse a la mano del hombre, en mi opinión ests huecos son marmitas de gigantes, un proceso natural provocado por el desgaste de piedras sueltas movidas por corrientes fluviales. En la imagen se puede apreciar el tamaño de los huecos en comparación al tamaño de un teléfono móvil.




Hace algunos fines de semana, sin embargo, paseando por la parte antigua de Trujillo advertí en un afloramiento rocoso un conjunto de cavidades que esta vez si parecían deberse a la intervención del hombre. Después busqué en internet pero no pude encontrar nada sobre ellas, aunque evidentemente deben ser muy conocidas y ya habrán sido estudiadas y descritas convenientemente. Desconozco totalmente la época en que fueron hechas así como la función que tenían. Leyendo aquí y acá tampoco he podido sacar conclusiones claras aunque parece que los distintos autores otorgan una marcada función religiosa y/astronómica a este tipo de depresiones circulares, llamadas cazoletas. Hay, sin embargo, otras hipótesis. Una de ellas sostiene que la función de estas cavidades artificiales sería la de recoger agua de lluvia o del rocío.

De cualquier forma si alguien puede aportar información sobre la época y función de estas oquedades será bienvenida.



Curiosamente, no muy lejos de ese punto encontré minutos después las hendiduras horizontales de otro afloramiento rocoso en pleno casco antiguo. Para Alejandro González Pizarro, (gran conocedor de las pinturas esquemáticas de las dos provincias extremeñas y coautor del  blog 100 años de Henri Breuil en Extremadura, en el cual se analizan con gran precisión los abrigos que en territorio extremeño visitó el abate y arqueólogo francés durante una de sus campañas), al que hice llegar las fotos, estas hendiduras podrían corresponder a marcas realizadas por canteros con objeto de señalar el lugar del corte. Marcas similares se pueden ver en una cantera romana situada en las cercanías de Mérida.



Otras de las manifestaciones rupestres con las que me he encontrado en las últimas salidas bien pudieran ser altares rupestres similares a los que algunos investigadores han descrito por ejemplo en las cercanías de Trujillo o en la Sierra de Santa Cruz. En este caso estas cavidades servirían para recoger la sangre de los sacrificios. Es de destacar la presencia de pequeñas canaletas de desagüe.

Otros autores, sin embargo, opinan más bien que estas cavidades, en las que ha intervenido claramente el hombre, son antiguos lagares o molinos utilizados para prensar el vino o moler la uva. La existencia de los canales de desagüe hacen pensar que el producto resultante sería un líquido, en este caso el mosto.

Al parecer, es relativamente frecuente encontrar este tipo de manifestaciones en bolos graníticos y piedras caballeras. Las fotografías que siguen a continuación fueron tomadas en las proximidades de Salvaleón. (Badajoz)




Por último quiero mostrar, aunque esta vez las marcas corresponden a una época mucho más reciente, las piedras desgastadas que se pueden ver en una de las esquinas de la Iglesia de la Asunción de Villanueva de la Serena (Badajoz).

En este caso la explicación parece fácil. Al parecer, hasta no hace demasiados años los alrededores de la iglesia y de la Plaza Mayor de Villanueva estaban ocupados por los diversos puestos y tenderetes (carniceros, hojalateros, caldereros etcétera.) que conformaban el mercado. Por tanto, según la creencia popular, este desgaste habría sido producido por el gesto, repetido durante decenas de años, del carnicero afilando sus cuchillos sobre el granito de la inmensa mole de esta iglesia...






megalitísmo. dólmenes.
En los últimos meses he tenido la oportunidad de visitar algunos de los dólmenes más espectaculares que se conservan en la península ibérica. Antequera (Málaga) Villamartín (Cádiz) o el distrito portugués de Evora son lugares donde el megalitismo, al igual que en gran parte del territorio extremeño, se manifestó de manera notable. 


Los altares rupestres son manifestaciones del arte rupestre que habitualmente suelen pasar desapercibidas siendo, desde mi punto de vista, una de las más emocionantes; simplemente, me resulta sobrecogedor pensar que sobre esas piedras nuestros antepasados realizaban sus rituales, ceremonias y sacrificios en sus intentos de comunicarse con el más allá. 


Según la RAE un crómlech o crónlech (menos usado) es un monumento megalítico consistente en una serie de piedras o menhires que cercan un corto espacio de terreno llano y de forma elíptica o circular. En portugués, se emplea el término cromeleque para designar a este conjunto de menhires.


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