Hace unos días tuve ocasión de presenciar un desagradable incidente que os paso a relatar sin más preámbulo: Dos jóvenes, tal vez de 18 o 20 años, zarandearon un árbol tras descubrir un nido en él, haciendo caer cinco o seis polluelos de rabilargos. Después, fríamente, los mataron uno a uno. Así, tal y como lo cuento.
El salvaje hecho duró apenas unos segundos. A unos los mataron a patadas. A los otros le golpearon la cabeza contra un piedra, mientras los presentes presenciábamos atónitos y con la boca abierta el macabro incidente. Aquello no era una gamberrada de críos que todos hemos hecho alguna vez, como tirarles piedras a las lagartijas que, en las largas noches de verano, se agolpaban en las farolas para alimentarse de los insectos atraídos por la luz. Aquello era una acción cruel, repetida y aprendida, tal vez de sus mayores.
"¿Por que habéis hecho eso?", les pregunté cuando pasaron a mi lado. "Son rabilargos", me contestó uno de ellos. "Son muy dañinos. Son peores que las urracas, se comen los huevos de otros pájaros..."
"Pero también tienen su sitio" argumenté, iluso, con la intención de hacerle comprender algo tan sencillo. Pero la respuesta del joven fue bien clara; "No. Estos no tienen sitio."
Por la tarde, ya en casa, estuve buscando información y aprendí cosas muy interesantes sobre estos pequeños córvidos. Por ejemplo, que son monógamos aunque tienen un porcentaje de "divorcios" de un 17 % y que en ocasiones las parejas tienen "ayudantes" que colaboran en la difícil tarea de criar a los pollos. O que se distribuyen principalmente por el suroeste de la península... Diversos estudios han demostrado que los rabilargos llevan miles de años por estas tierras, desmontando así la teoría que afirmaba que estas aves habían sido introducidos en la península, desde Asia, por navegantes portugueses. En Extremadura están considerados aves de protección especial.
Por la tarde, ya en casa, estuve buscando información y aprendí cosas muy interesantes sobre estos pequeños córvidos. Por ejemplo, que son monógamos aunque tienen un porcentaje de "divorcios" de un 17 % y que en ocasiones las parejas tienen "ayudantes" que colaboran en la difícil tarea de criar a los pollos. O que se distribuyen principalmente por el suroeste de la península... Diversos estudios han demostrado que los rabilargos llevan miles de años por estas tierras, desmontando así la teoría que afirmaba que estas aves habían sido introducidos en la península, desde Asia, por navegantes portugueses. En Extremadura están considerados aves de protección especial.
Es una pena que las fotografías no muestren el colorido de estas aves ya que presentan un plumaje con tonos celestes, amarillos y ocres realmente bonito.