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domingo, 30 de enero de 2011

la orden de alcántara. dos.


Que la fortuna me sonría como hasta ahora, murmura el freire, mientras mira inquieto como Cádiz se va haciendo cada vez más pequeña, a medida que la carabela que la reina Isabel de Castilla ha puesto a su disposición rompe las olas del Atlántico con su quilla. Atrás quedan las interminables llanuras de la Serena donde tan a gusto se sentía, cabalgando a través de cordeles y cañadas, a lomos de su poderosa yegua. Y mientras apenas se distinguen ya las torres y las casas de la pequeña ciudad, van quedando atrás también los enormes ganados de la Mesta, avanzando lentamente entre enormes nubes de polvo. O los interminables rezos en la iglesia del castillo de Magacela a los que están obligados todos los miembros de su orden.

La recia madera cruje, el velamen se hincha... Y como si con él no fueran los gritos de "cago en diole, jala, jala," que lanzan los negruzcos y fibrosos marinos o el agua salada que de vez en cuando salpica su cara, Ovando permanece impasible apoyando ambas manos sobre la agrietada baranda, perdida la mirada.

¿Qué me espera al otro lado del océano? piensa Nicolás, ahora Gobernador de las Islas y Tierra Firme. ¿Seré capaz de llevar a cabo la misión que se me ha encomendado? Todavía recuerda la fría mirada de la de Trastámara y la escueta frase que le dirigió: "Cumple con tu destino".

Nota: Esa flota zarpó de Sanlúcar en dirección a la Española en febrero de 1502. Estaba compuesta por treinta y dos embarcaciones y en ella viajaban también Fray Batolomé de las Casas y Francisco Pizarro.

domingo, 23 de enero de 2011

trincheras, búnkeres y cuarteles.

Hace ya algunas semanas subí con mi amigo Manuel, uno de mis compañeros de escapadas, a la sierra de la Ortiga, situada a pocos kilómetros de Don Benito. Allí, además de contemplar hermosas vistas de gran parte de la comarca, pudimos ver las trincheras de la guerra civil, de las cuales me había hablado varias veces Manuel. Después buscamos sin éxito algún nido de ametralladora o algún búnker. He de decir que me impresionó la anchura y la profundidad de las trincheras, excavadas en plenos afloramientos rocosos y pedreras. Desconozco si para su construcción se empleó dinamita o algún tipo de maquinaria o fueron hechas únicamente con picos y palas...Al volver al coche un pastor nos pidió que le lleváramos a Don Benito, a lo cual, lógicamente, accedimos. Ni que decir tiene que aprovechamos la situación e interrogamos sin piedad al buen hombre.

"Si, si. Son trincheras. Y muy cerca de aquí hay una cueva donde se refugiaron durante unos meses unos maquis hasta que fueron detenidos por la Guardia Civil. Yo era un niño, pero recuerdo aquello perfectamente. Ahora la entrada de la cueva está medio cegada a causa de los derrumbes."

De vuelta a casa descubrimos excelentes blogs y páginas webs que nos suministraron valiosa información sobre los restos que la guerra de 1936 dejó por toda la comarca de la Serena. De esta manera descubrimos también la existencia de un cuartel republicano perdido en la sierra donde al parecer estuvo el poeta Miguel Hernández intentando subir la moral de la tropa y en cuyas paredes se pueden ver algunos "graffitis" dibujados por los milicianos que en él se alojaron. Este fin de semana, después de interminables días de lluvia o niebla, hemos podido por fin visitar el cuartel. Este se encuentra en la falda de la sierra, en un bonito paraje desde el que se domina una gran extensión de territorio. Aunque su estado es de ruina progresiva todavía se puede observar un gran patio rectangular en cuyos laterales debieron situarse las cuadras y los barracones de los soldados. En la cabecera del patio, situado en un nivel más alto, estarían los despachos y habitaciones de los oficiales. Estas dependencias tenían al menos una altura, pudiéndose ver todavía la escalera que daba acceso al piso superior. Actualmente la techumbre se ha derrumbado y es complicado moverse por el interior, entre vigas de madera, cascotes y la maleza que amenaza con invadirlo todo.

Finalmente damos con ellos. Los "graffitis" que hace aproximadamente 75 años dibujaron los milicianos republicanos resisten el paso del tiempo, las inclemencias y los derrumbes, mostrándose como importantes testimonios de una guerra fratricida que nunca debió ocurrir. Pero, ¿por cuanto tiempo?

En la imagen que sigue a continuación se puede ver el deporable estado de conservación del edificio. En la segunda imagen se puede observar los materiales empleados en la construcción de la cubierta y el buen estado que presenta este tramo.

Las siguientes fotografías muestran el exterior e interior del búnker o casamata situado en el puente viejo del Guadiana, junto a la carretera de Guadalupe.

Existen por toda la Serena y las Vegas Altas otros numerosos vestigios de aquella cruenta contienda; trincheras, nidos de ametralladoras, búnkeres, etc. Gran parte de la información la he obtenido de las siguientes direcciones. Si queréis profundizar en el tema podéis hacerlo pinchando en ellas:
http://www.1936laserenalosmonegros.es/ http://www.guerracivilenbadajoz.com/ http://www.gabifem.com/2006/10/sierra-de-la-ortiga.html

sábado, 22 de enero de 2011

cinextur. naturaleza, turismo y cine.

Dentro del Festival de Aves de la Ciudad de Cáceres este año se ha puesto en marcha el I Certamen Internacional de Cine de Turismo de Naturaleza. Organizado por la Consejería de Cultura y Turismo, este certamen tendrá lugar en Cáceres, entre los días 7 y 9 de abril de 2011.

El I Certamen Internacional de Cine de Turismo de Naturaleza, CINEXTUR, pretende servir de escenario para la promoción de todos aquellos elementos naturales susceptibles de convertirse en recursos turísticos y en escenario de actividades de tiempo libre y de disfrute de la naturaleza.
Los objetivos que persigue la Consejería de Cultura y Turismo con la celebración de este certamen son:
- Sensibilizar al espectador sobre la diversidad y el valor del medio natural, que puede convertirse en el elemento principal de su actividad vacacional y de ocio.
- Potenciar la producción de obras audiovisuales basadas en la naturaleza.
- Poner en valor la diversidad y el paisaje natural extremeño, que se han convertido en el principal recurso turístico de nuestra región y es la base de nuestro desarrollo.

Las bases se pueden consultar en http://www.cinextur.com/

lunes, 17 de enero de 2011

castro vetón de villasviejas del tamuja. cáceres.

Los vetones fueron un pueblo de descendencia celta que habitaron principalmente las actuales provincias de Ávila, Cáceres y Salamanca. También se han encontrado restos de sus poblamientos en Toledo y Zamora. El río Guadiana por el sur y el Duero por el norte actuaron de fronteras naturales para este pueblo, que se asentó en los territorios antes citados entre los siglos V y I a.C. De ellos se sabe que durante años los vetones tuvieron en la minería y en la ganadería sus principales medios de vida y que entre sus dioses se encontraba Ataecina, asimilada posteriormente como Proserpina por los romanos.

Parece ser que su declive empezó precisamente con la incursión y conquista del Imperio Romano del oeste de la península ya que no se mostró como un pueblo demasiado belicoso ante el invasor. Al contrario, tras alguna resistencia los vetones se abrieron a los romanos, conscientes de su inferioridad, como antes lo habían hecho ante las influencias orientalizantes procedentes del sur.

Uno de los símbolos más conocidos de los vetones son los verracos, esas toscas estatuas de lineas simples que representarían a toros o cerdos y que habitualmente han sido encontrados en los castros o en sus proximidades. En el museo Arqueológico de Cáceres se muestra un verraco procedente de Villasviejas. Las imagenes que siguen a continuación las tomé, hace ya algunos años, en Ávila. La fotografía del tercer verraco, indudablemente una copia moderna, la hice entre las localidades pacenses de Palomas y Oliva de Mérida. Desconozco quién puso la réplica así como el motivo que le impulsó a ello. Mucho se ha discutido sobre el significado que estos bloques de granito tallados tuvieron para los vetones, pero lo cierto es que esta cuestión aun sigue siendo un misterio.

El castro u opidum vetón de Villasviejas se encuentra en un montículo a orillas del río Tamuja. Aprovechando el desnivel causado por la erosión del río contruyeron un poblado fortificado que en su momento debió ser impresionante e inexpugnable. Varias murallas concéntricas situadas a distintos niveles y varios torreones de vigilancia guardaban Tamusia, en cuyo interior se situarían los chozos.

En la actualidad se pueden encontrar algunos restos de murallas, aunque muy deterioradas, y algunos chozos, rectangulares, excavados recientemente. Realmente es difícil hacerse una idea de como fue aquél poblado y solo con grandes dosis de imaginación se pueden "ver" los torreones, los fosos, las murallas y las casas. Por contra, el lugar donde hace ya 2500 años se emplazó este castro vetón, es de singular belleza ya que el río Tamuja por allí se abre paso a duras penas, moldeando las rocas, y la dehesa extremeña donde se encuentra, como sabéis, empieza a mostrarse esplendorosa tras las generosas lluvias del otoño.

jueves, 6 de enero de 2011

extremadura en la exposición de sevilla de 1929.


Hace unos días tuve la ocasión de pasear por la recién remodelada Plaza de España de Sevilla y de hacer algunas fotografías. Seguro que muchos de vosotros habéis estado allí e incluso tendréis fotos de esta preciosa plaza o de algunos rincones del Parque de María Luisa. Seguro también que os habéis detenido delante de los azulejos hechos en Triana que representan a todas las provincias españolas.

Badajoz está representado por una imagen en la que aparecen los ejércitos del rey Alfonso IX a las puertas de la ciudad tras la rendición de la plaza. Flanqueando esta imagen aparecen la torre de Espantaperros y la Puerta de Palmas.

El azulejo que representa a Cáceres muestra el momento en que los Reyes Católicos juran el Fuero de la ciudad. A ambos lados de esta imagen aparecen el Arco de la Estrella y el Arco del Cristo.














   










La plaza de España se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Como es lógico en esta Exposición hubo representación de todos los países de habla hispana pero también se construyeron pabellones de Brasil, EE.UU. y de las distintas regiones españolas. El pabellón de Extremadura, debido a la importancia que esta tuvo en la aventura americana, ocupó un lugar preferente. En concreto estaba situado en la zona conocida actualmente como Prado de San Sebastian. Por desgracia, tras la finalización de la Exposición fue abandonado y posteriormente, como muchos otros edificios levantados con motivo del evento, derribado. En las fotos que he podido ver en algunos webs y blogs que he consultado se puede apreciar como en este pabellón imperaba el estilo regionalista tan propio de la época y el ensalzamiento de las excelencias de la tierra, ya que aparecen elementos constructivos característicos del Templo de Diana de Mérida, del palacio de los Golfines de Cáceres o del Monasterio de Guadalupe. Los arquitectos que intervinieron en el proyecto fueron Rafael Arévalo y Vicente Traver. Este último fue uno de los arquitectos más famosos de la época y diseñó otros importantes edificios. Si os apetece ver imágenes del pabellón de Extremadura y más información sobre este podéis hacerlo en la siguiente dirección: http://exposicioniberoamericanadesevilla1929.blogspot.com/2010/04/pabellones-regionales.html

Como he comentado antes, este pabellón fue derribado algún tiempo después de la finalización de la Exposición. Otros sin embargo continúan en pie embelleciendo toda la zona. Muchos no lo saben pero Sevilla le debe mucho a aquél acontecimiento. El estadio del Real Betis Balompié, los barrios de Heliópolis y el Porvenir, el Parque de María Luisa, el Teatro Lope de Vega y numerosos edificios ocupados actualmente por organismos públicos y empresas, existen gracias a aquella Exposición. Así mismo se acometieron ensanches y reordenaciones urbanísticas. Hoy día pasear por aquellos barrios y parques, en los cuales he pasado gran parte de mi vida, es una autentica delicia. Pero siempre queda en el aire como sería ahora la ciudad si se hubiera conservado todo lo que se construyó con motivo de la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929.