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domingo, 14 de febrero de 2010

olivenza. badajoz.

Al pasear por sus calles queda claro que el sabor portugués es el que predomina en Olivenza y que, durante años, perteneció al pais vecino. En 1801 dejó de hacerlo pero afortunadamente, estos doscientos años largos no han logrado borrar este sabor, pero tampoco su caracter militar. Entre los edificios defensivos, sin olvidar los baluartes del siglo XVII, destaca la ciudadela mediaval (erigida sobre los restos de una fortificación templaria) y dentro de ella, la impresionante torre del homenaje.

Cuenta Olivenza con un casco antiguo bien cuidado en el que algunas de sus casas presentan, como no, grandes chimeneas de caprichosas formas. Pero es sobre todo la arquitectura religiosa lo que más sorprende a todo aquel que visita por primera vez la bella población. Así, en el interior de la iglesia de Santa María Magdalena, de estilo manuelino, ocho columnas salomónicas llenan de movimiento todo el espacio mientras que en la de Santa María del Castillo son los azulejos barrocos lo que más llama la atención del visitante.

Y es que, como no podía ser de otra manera, Olivenza es distinta y aunque entre sus habitantes solo hablan portugués los de más edad, la huella del pais sigue presente casi en cada paso que das. Incluso todavía hay asociaciones, como el Grupo dos Amigos de Olivença, (fundado en Lisboa en 1938) que opinan que la actual situación es ilegal y pretenden reintegrar la población a Portugal, eso si, sin hacer uso de la violencia.

Si abandonamos Olivenza en dirección a Portugal y a solo once km. nos encontramos con los restos de puente Ajuda (Ponte de Nossa Senhora de Ajuda). Este puente, fortificado y con una torre defensiva en el centro, fue construido por el rey Manuel el Afortunado durante el siglo XVI con objeto de salvar el río Guadiana y unir Olivenza con el resto de su territorio. Sin embargo, apenas doscientos años después fue volado en su parte central por las tropas españolas y desde entonces permanece así, con gran parte de él sumergida bajo el agua esperando una restauración que quizás nunca llegue a producirse.

La historia de esta pretendida restauración es curiosa. En 1991 los gobiernos de España y Portugal llegaron a un acuerdo:los primeros restaurarían el puente viejo y los segundos harían un puente nuevo para el paso de vehiculos. En 1999 cuando los portugeses casi han acabado el puente nuevo y están asfaltando la parte española se suspenden las obras por que la Guardia Civil pide la licencia de obras a los obreros portugueses, que naturalmente no tienen.Solucionado el problema le llega el turno a los españoles de cumplir su parte, de manera que cuando van a comenzar las obras en ambas orillas, quedan las de la parte portuguesa suspendidas por que el grupo citado anteriormente denunció que no se había pedido permiso a Patrimonio de Portugal. De este modo, la parte portuguesa del puente se encuentra en ruina total e invadida por acebuches y encinas, mientras que en la española se llevó a cabo una pólemica restauración, que adulteró, según ciertas asociaciones portuguesas, de forma irremediable un monumento portugués y sobre la que aún pesa una denuncia. No es más que una anécdota pero el comportamiento chapucero de ambos paises y ese pelín de mala uva no hace más que confirmar que portugueses y españoles somos familiares más próximos de lo que pensamos...

4 comentarios:

  1. Muy curiosas las zonas fronteriza, cargadas de historia, enemisatades y hermandades a la par...

    Por cierto yo no olvidaré la tecula mécula que me dieron a probar...

    Saludos.

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  2. Hola Jesús, es la primera vez que hago un comentario en tu blog aunque muchas veces he pasado para ver tus fotografías.

    Y a mí que me gusta ese puente tal como está? !

    Recorrido inverso al tuyo... extremeña que desde hace muchos años vive lejos de allí. Y hace más años todavía un profesor de griego me explicó que no era por ser una tierra dura como yo pensaba, que etimológicamente viene de douro, a extremos del Duero, como tú comentas.

    Bonito reportaje sobre Olivenza el que has hecho. Yo recuerdo especialmente las gárgolas de sus iglesias, también como Anzaga la tecula mécula, el bacalao y lo que aunque no soy de Olivenza tantísimas veces cantábamos, aquello de...

    Las niñas de Olivenza no son como las demás
    que son hijas de españa y nietas de portugal...

    seguro que tus hijas la saben.

    Un saludo

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  3. Es cierto, se me olvidó comentar la famosa y exquisita Técula Mécula. He estado buscando en la red pero lo único que he sacado en claro es que está hecho con tocino, yemas y almendras. Nadie parece conocer el origen de su nombre ni de donde procede; que si unas monjas portuguesas, que si una receta escondida en un baul...Lo único en lo que todo el mundo está de acuerdo es en que está buenisimo.
    En cuanto a la canción, si, mis hijas la conocen pero me temo que esas canciones populares acabarán perdiendose ante tanta avalancha de información y de "bisbalitos"

    Un saludo a Mercedes y a Anzaga, bienvenidos y gracias.

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  4. Olivenza ahora se está haciendo famosa porque en su plaza de toros se celebra la primera corrida de la temporada...¿ quién la eligiría ?
    Bonito reportaje.

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