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viernes, 21 de febrero de 2025

te busqué.

 


Te busqué en Lebrija, donde el río Betis traía consigo el olor a mar, y te busqué en los soportales rojizos de Bolonia. Incluso pude entrar en el Colegio de San Clemente e imaginarte bajo la arcada de su hermoso patio, cuando solo eras un aplicado e imberbe colegial. Pero también seguí tu rastro en Salamanca —donde tuviste casa a la espalda de la universidad, mujer e hijos— y donde fraguaste enemistades eternas y, también, amistad fuerte con Zacuto, el astrólogo judío que te mostró la esfera celeste con sus astros, planetas y signos del Zodiaco.

Después recorrí la Sierra de Gata y anduve bajo grandes castaños e inverosímil arquitectura de adobe, piedra y madera. Allí te habías reunido con el señor de Zúñiga para marchar posteriormente a Alcántara, donde glosaste su puente, y más tarde al partido de La Serena. Y quizá fue en esas llanuras mesteñas donde más cerca te sentí. Liberado de la docencia, rodeado de insignes maestros, arropado por el calor del noble plasentino, compusiste tratados inmortales y llevaste el Renacimiento al castillo de Arribalavilla, en la actual Zalamea. Largos años, venturosos y fructíferos, se sucedieron en tierras extremeñas hasta sumar dieciséis.

Mas, inesperadamente, la parca se llevó a tu mecenas. Desolación y tristeza, vuelta a Salamanca y, esporádicamente, a Brozas, otra vez tierras extremeñas, donde vivía tu hijo.

Y finalmente a la vieja Complutum. Ya peinabas canas y estabas encorvado, pero tu curiosidad y genio estaban intactos. Lo sé porque también recorrí sus calles y entré en las salas donde departías con un viejo cardenal, otrora confesor de la reina y luego regente de una huérfana Castilla y entonces dedicado en cuerpo y alma al saber.

Te busqué, Elio Antonio, te busqué. Pero tu grandeza fue tal, que no fue fácil dar contigo.
 
 
TE BUSQUÉ. (Relato incluido en el libro en papel "XVIII Antología Premio Orola 2024. Antonio de Nebrija")

domingo, 16 de febrero de 2025

se vende, se alquila, se traspasa.




Los centros de muchos de nuestros pueblos y ciudades se mueren. Eso es fácil de comprobar solo dando un pequeño paseo por cualquiera de nuestros núcleos urbanos. Donde antes había tiendas de ropas, de alimentación o de menaje y pequeño electrodoméstico, ahora hay locales comerciales con grandes cartelones de se alquila o se traspasa. Y cuando algunos de estos locales libres se ocupan de nuevo, son tiendas de comercio oriental o conocidas marcas y franquicias (o lo que es peor, casas de apuestas deportivas.) 

Seguramente hay muchísimos factores, algunos de los cuales los ciudadanos de a pie ni siquiera llegamos a entender. Sin embargo hay otros muy claros, como el espectacular incremento de las compras online o la proliferación de grandes centros comerciales. Y en ese punto si que podríamos influir con pequeños gestos, como por ejemplo, ir a la ferretería de toda la vida, comprar el pan debajo de casa o consumir quesos de la zona en lugar de esa archiconocida marca con gran soporte publicitario. No nos quejemos de que en nuestro pueblo no podemos comprar tal o cual cosa, cuando en ocasiones somos los primeros en tirar de internet o en acudir a los grandes centros comerciales para hacer nuestras compras diarias.

Mientras tantos, las autoridades -al menos muchas de ellas- a lo suyo, muy contentas de haberse conocidos así mismo. Pues eso... 

viernes, 7 de febrero de 2025

helga de alvear

                             

El pasado tres de febrero falleció Helga de Alvear, la coleccionista de arte causante de que exista en Cáceres un museo que acoge, según los expertos, una de las colecciones más importantes de Europa.  Sin embargo, el fallecimiento de esta figura clave en el mundo de la cultura ha pasado casi desapercibida para el público mayoritario ante el aluvión de maleducados terraplanistas, caraduras y cuentistas, que proliferan en los medios de comunicación y redes sociales últimamente:

museo de arte contemporáneo helga de alvear. cáceres.                                                                                  

No hay que ser un gran entendido para comprender, solo unos segundos después de haber traspasado el gran recibidor del museo, que es todo un lujo y una suerte disponer en Cáceres de una colección de Arte Contemporáneo tan extensa y diversa. Sin duda, un atractivo más a sumar a los muchos que esta hermosa ciudad ya posee. La apertura de este nuevo centro expositivo se suma, por tanto, al singular Museo Vostell Malpartida, (ejemplo de innovación y buen hacer), amplificando la zona como referencia para los aficionados y estudiosos de este tipo de arte.