Puede que hace cinco mil años la
vida de los hombres y mujeres que nos dejaron lo que hoy conocemos como Arte Rupestre
Esquemático estuviera regida por dioses que, por supuesto, son totalmente desconocidos
para nosotros. Muchos de sus actos obedecerían por tanto a las voluntades de
esos seres ultra terrenales, y a sus caprichos. Tal vez, incluso, algunos de
esos esquemas representaban a esas deidades; soliformes, ídolos oculados, etc.
Sin embargo, otros esquemas,
desde mi punto de vista, eran indicadores o señales que expresaban posesión de algo
(minas, miradores, arroyos, etc.). También podrían señalar, pasos de animales, la
proximidad de puntos de agua, la cercanía de un poblado y un sinfín de cosas
imposibles de entender para el hombre de siglo XXI.
Es paradójico, pero miles de años
después, seguimos utilizando signos para entendernos entre nosotros. Las
señales de tráfico, sin ir más lejos, son esquemas mediante los cuales se nos
transmite información. Los emoticonos, que tan populares se han hecho recientemente
y que tan presentes están en nuestra vida diaria, no son más que signos que
utilizamos mediante los cuales podemos expresar nuestras emociones, inquietudes
y necesidades.
No obstante, nuevos y poderosos dioses
han surgido y se han popularizado en las últimas décadas, me temo que para
quedarse por mucho tiempo. Amazon, Google, Inditex, Netflix o Facebook son los
dioses que rigen ahora nuestros destinos. O por lo menos, lo intentan…