Páginas

domingo, 21 de agosto de 2016

el alcalde de zalamea



Anoche pudimos presenciar de nuevo la inmortal obra de Calderón de la Barca. Cómo sabéis, año tras año, bajo el colosal dístilo romano que preside la plaza, los vecinos de Zalamea de la Serena representan de manera magistral los hechos acontecidos tras la llegada a la población de un grupo de soldados y la deshonra que el capitán causa a la hija de un rico labriego. Cómo no podía ser de otra manera, tras la afrenta, el capitán muere a manos del hacendado. Finalmente el mismísimo Felipe II tiene que hacer acto de presencia en Zalamea para impartir justicia, provocando el atronador aplauso del público asistente y la algarabía de las decenas de niños que forman parte del reparto. 






Como nota curiosa, destacar que ninguno de los varios cientos de actores que intervienen en la representación es profesional. Esto demuestra la enorme implicación de todo un pueblo y el inmenso y fenomenal trabajo de todo el personal del Ayuntamiento y de numerosos voluntarios, unidos en la causa común de llenar de color, música y cultura las calles de Zalamea.