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domingo, 14 de febrero de 2016

pinturas rupestres del abrigo de las palomas. arroyo de san serván. badajoz.


Continuando con la intención de conocer los abrigos de pinturas rupestres más significativos de la provincia de Badajoz, hace unos semanas nos acercamos a la Sierra de San Serván pues sabíamos de la existencia de numerosos abrigos en dicha sierra. En concreto las pinturas esquemáticas que pudimos ver, gracias la web de rutas Wikiloc, se encuentran en el llamado Cancho de las Palomas, una abrupta pared orientada al suroeste bajo la cual se extiende la fértil comarca de Tierra de Barros.

Como en otras ocasiones, durante un buen rato disfrutamos fotografiando y observando los esquemas, e intentando descifrar el significado que hace algunos milenios los hombres que los hicieron quisieron dar a los dibujos que ahora teníamos ante nosotros, en bastante buen estado de conservación. Desgraciadamente pudimos observar también que algunos de los esquemas se encuentran ya muy desdibujados y que otros han sido objeto de vandalismo.

Días más tarde, sin embargo, mientras revisaba las fotografías entendí la dificultad de interpretar los esquemas y tuve que recurrir una vez más a Alejandro González Pizarro, que amablemente puso a mi disposición la obra Pintura Rupestre Esquemática de Mérida (Manuel León Gil y Ramón García-Verdugo Rubio), completísimo estudio sobre este y otros abrigos de la zona.

(Hay que decir también que Alejandro González Pizarro además de ser un gran entendido y conocedor de las pinturas esquemáticas de la provincia de Badajoz es también coautor del magnífico blog 100 años de Henri Breuil en Extremadura, un blog que recoge los abrigos que en territorio extremeño visitó el abate y arqueólogo francés durante una de sus campañas.)

IMAGEN 1 Abrigo Palomas nº1. 
 Ídolos oculados y trazos verticales.

En el artículo antes citado García-Verdugo y León Gil, descubridor en 1984 de las pinturas de la Sierra del Conde (Oliva de Mérida), sitúan estas pinturas en el Bronce Final (aprox. 1000 a.C) y establecen para sus estudio dos abrigos diferentes. El primero, llamado Palomas nº 1 (IMAGEN 1) se encuentra a más altura y presenta como figuras más destacadas dos ídolos oculados provistos de corona. Así aparecen descritos en el artículo citado; "Figura circular algo chata atravesada por una línea vertical en cuyos extremos existen dos bifurcaciones. En el interior del círculo y a ambos lados del eje se aprecian pequeños trazos verticales que se interpretan como ojos. La parte superior tiene forma de tridente a modo de tocado o corona."

Respecto a esto hay que decir que gran parte de los esquemas, al menos los más interesantes para mí, responden a esta tipología. Dicho de otra manera, la figura más característica de estos abrigos presenta uno o dos círculos atravesados por una línea vertical. A veces, aparecen puntos que podrían ser ojos, presentando también en ocasiones líneas en la parte inferior que podrían corresponder a las extremidadades inferiores y al falo. En general, según presenten ojos o no, a lo largo del artículo los autores distinguen entre ídolos oculados o figuras antropomorfas con brazos en asa.

 IMAGEN 2. Palomas nº 2 Segundo panel

Pero desde mi punto de vista el segundo abrigo, Palomas nº 2, resulta  mucho más espectacular tanto por el número de figuras representadas como por el estado de conservación de las mismas. De hecho, los autores del mencionado artículo establecen para su estudio 15 grupos de figuras descritas de izquierda a derecha, situados en una amplia terraza tres metros por encima del abrigo anterior. Entre ellos destaca sin duda el segundo panel (grupos 8-12) en el que se que se aprecia un buen número de figuras en bastante buen estado. Podéis ver una una imagen completa de este panel en la IMAGEN 2.

IMAGEN 3
Palomas nº 2 Segundo panel. Cortejo encabezado por ídolo oculado

Si comenzamos el estudio de este gran panel por nuestra izquierda (IMAGEN 3) podemos observar un antropomorfo algo aislado del resto con brazos en asa y con extremidades inferiores y falo, y dos esteliformes sin haces a su derecha. Después aparecen algunos dibujos más próximos entre si interpretados como un cortejo encabezado por ídolo oculado formado por dos círculos y eje vertical con extremidadeses inferiores y falo. A la derecha de este antropomorfo aparecen otros dos antropomorfos superpuestos de brazos en asa sobre barras verticales y horizontales. Por último cuatro barras verticales. 

IMAGEN 4
Palomas nº 2 Segundo panel. Antropomorfos 

Por último, para finalizar con este panel, citar que en la parte superior a la izquierda (IMAGEN 4), hay representados una figura con brazos en asa y un cuadrúpedo. A la derecha tres antropomorfos de mayor tamaño algo desdibujados. Las dos primeras están formadas por dos círculos atravesados por una línea vertical. La tercera presenta arcoriforme en la parte superior, falo y extremidades inferiores.

IMAGEN 5. Palomas nº 2
Grupos 6-7. Barras e ídolos.

Otro de los paneles destacados es el que podemos ver en la imagen superior (IMAGEN 5), en el que se aprecian numerosas barras verticales, entre las cuales destacan un ídolo de gran tamaño, tal vez el esquema de mayor tamaño representado. (IMAGEN 6) y dos pequeñas figuras bajo este ídolo. La situada más a la izquierda contiene dos puntos u ojos en el interior del círculo, la otra presenta un arcoriforme a modo de corona. (IMAGEN 7) Por lo demás en este panel, los autores describen cuadrúpedos, escaleriformes y ramiformes realmente difícil de apreciar en la actualidad.

IMAGEN 6 Palomas nº 2
IMAGEN 7 Palomas nº 2
                               
Hasta aquí los grupos de pinturas  mejor conservados y a mi juicio más interesantes. Sin embargo hay otros paneles que por estar más expuestos han sufrido más directamente los efectos meteorológicos y se conservan bastante peor o han desaparecido. A continuación, podéis ver las fotografías correspondientes a un cuadrúpedo, dos antropomorfos y dos soliformes, motivos más comunes y repetidos que los enigmáticos ídolos oculados y antropomorfos con brazos en asa que todavía se conservan en las paredes del abrigo de las Palomas.


Más pinturas esquemáticas;

pinturas rupestres de la sierra del conde. oliva de mérida. badajoz.
Hoy quiero compartir con vosotros un grupo de pinturas rupestres que tuvimos la suerte de admirar hace tan solo dos o tres fines de semanas. He de decir que nunca antes había visto en Extremadura, un grupo de pinturas tan espectaculares como las que pudimos contemplar el referido fin de semana, tanto por el número de figuras como por las características de algunos de los dibujos.





pinturas. rupestres del cancho del reloj. solana de cabañas. cáceres. Por desgracia, el paso del tiempo y los líquenes han deteriorado bastante las pinturas y algunos motivos han desaparecido o muestran un gran descoloramiento. Aun así, se pueden apreciar algunas figuras antropomorfas, entremezcladas con puntos y rayas, seguramente producidas por el deslizamiento de las yemas de los dedos embadurnadas de óxido de hierro mezcladas con grasa animal y/o pigmentos vegetales.

Las pinturas esquemáticas del abrigo de la Calderita se encuentran en el término municipal de la Zarza (Badajoz), concretamente en una escarpada falda de la Sierra de Peñas Blancas, y constituyen una de las muestras más importantes de este tipo de manifestaciones a lo largo y ancho de la geografía extremeña.


Estas pinturas no son una excepción y por ello hay que pasar un buen rato intentando identificar las diminutas figurillas, a veces muy deterioradas, que hace miles de años (entre 3000 y 1000 años a.d.C.) dejaron en las rocosas paredes de dicha sierra los hombres que poblaron la actual comarca de la Serena.


Dichas pinturas rupestres se encuentran dentro de un abrigo situado en la Sierra de Pela (Badajoz), concretamente en el lugar llamado Pedriza Vieja. Lamentablemente su estado de conservación es bastante malo ya que las paredes de este abrigo aparecen actualmente muy ennegrecidas por los líquenes.


Esta cueva acoge en su interior una serie de pinturas muy interesantes situadas por los especialistas en el Calcolítico. Se estima que, en la península ibérica, este periodo se desarrolló aproximadamente entre 4000 y 3000 años a.C.