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martes, 20 de agosto de 2013

pinturas rupestres de la cueva de álvarez. desfiladero del río ruecas. cañamero. cáceres.


La pasada primavera hicimos una pequeña y agradable excursión, aguas abajo del Embalse del Cancho del Fresno, por el bonito desfiladero que el río Ruecas excavó pacientemente hace millones de años. El objetivo principal era conocer las pinturas rupestres de la Cueva de Álvarez o Cueva Chiquita. 

El punto de partida fue el Centro de Interpretación de la Zepa "Sierra de las Villuercas y Valle del Guadarranque", situado en Cañamero. Allí pasamos un rato muy entretenido y didáctico, y pudimos ver las huellas fosilizadas que dejaban los trilobites al desplazarse hace millones de años por el fondo oceánico. Al parecer, este tipo de huellas son muy frecuentes en algunas zonas del geoparque y reciben el nombre de crucianas.

Igualmente, ya en el exterior, pudimos contemplar y fotografiar un pequeño ejemplar de loro (Prunus Lusitánica), árbol muy escaso, considerado una reliquia del Periodo Terciario, que, sin embargo, todavía se encuentra representado formando bosquetes. Estos pequeños bosques de loros se llaman loreras y se pueden encontrar en algunas zonas umbrías y húmedas de las Villuercas.

Cruciana.
Loro. Prunus Lusitánica

Como os decía, la Cueva de Álvarez, acoge en su interior una serie de pinturas esquemáticas muy interesantes, situadas por los especialistas en el período Calcolítco. Se estima que, en la península ibérica, este periodo se desarrolló aproximadamente entre 4000 y 3000 años a.C.

El Calcolítico es conocido también como Edad del Cobre, porque durante ese periodo, el hombre, además de emplear huesos y piedra pulimentada como materia prima para la confección de sus utensilios, empezó a utilizar metales, en este caso cobre. A esta época pertenecen también los restos de cerámica campaniforme y diversos ídolos oculados que se han encontrado en algunos yacimientos extremeños y, por supuesto, las abundantes pinturas rupestres que aquellos hombres dejaron en las oquedades y cuevas de las sierras.

Ya he tratado en otras ocasiones (Magacela, La Calderita, Navalvillar de Pela) este tipo de pinturas esquemáticas, y por lo tanto no me voy a extender. Solo indicar que se emplearon distintas gamas de rojos y de negros para la confección de los esquemas, y que algunos motivos se encuentran en muy buen estado. Otros, sin embargo, presentan un estado de gran deterioro. 

Los trazos gruesos de los esquemas parecen indicar que fueron hechos pasando por las rocas los dedos mojados en la mezcla de óxidos, pigmentos y grasas animales que solían utilizar. No recuerdo, la verdad, si había símbolos con trazos finos que indicaran la utilización de cañas, huesos o pequeñas plumas. Por último, añadir que la mayoría de las figuras son  de difícil interpretación (grafemas o ideomorfos) aunque también aparecen antropomorfos, es decir, figuras humanas.

Grafema.
Figura antropomorfa con objeto en la mano, probablemente una lanza.
Figuras antropomórficas.
Figura antropomórfica.
Grafema.
Grafemas.



Las pinturas esquemáticas del abrigo de la Calderita se encuentran en el término municipal de la Zarza (Badajoz), concretamente en una escarpada falda de la Sierra de Peñas Blancas, y constituyen una de las muestras más importantes de este tipo de manifestaciones a lo largo y ancho de la geografía extremeña.
Estas pinturas no son una excepción y por ello hay que pasar un buen rato intentando identificar las diminutas figurillas, a veces muy deterioradas, que hace miles de años (entre 3000 y 1000 años a.d.C) dejaron en las rocosas paredes de dicha sierra los hombres que poblaron la actual comarca de la Serena.


Dichas pinturas rupestres se encuentran dentro de un abrigo situado en la Sierra de Pela (Badajoz), concretamente en el lugar llamado Pedriza Vieja. Lamentablemente su estado de conservación es bastante malo ya que las paredes de este abrigo aparecen actualmente muy ennegrecidas por los líquenes.

lunes, 12 de agosto de 2013

pinturas rupestres de la calderita. la zarza. badajoz.


Las pinturas esquemáticas del abrigo de la Calderita se encuentran en el término municipal de la Zarza (Badajoz), concretamente en una escarpada falda de la Sierra de Peñas Blancas, y constituyen una de las muestras más importantes de este tipo de manifestaciones a lo largo y ancho de la geografía extremeña.

Hacía tiempo que teníamos previsto visitar dicho abrigo, pero, por un motivo u otro, la visita se fue demorando. Por fin, hace unos meses tuvimos la ocasión de subir a dicha sierra y de fotografiar y de observar in situ el conjunto de pinturas rupestres esquemáticas que hace varios miles de años dejaron allí los pobladores de estas tierras. La verdad es que, una vez recuperados de la subida, nos resultó muy emocionante estar delante de esas pequeñas pinturas e intentar descifrar el significado que les quiso dar su autor.

En este sentido, los arqueólogos clasifican este tipo de pinturas en antropomorfos (pinturas que representan a personas), zoomorfos (figuras que representan a animales) y grafemas o ideomorfos (pinturas que corresponden a símbolos y motivos geométricos, como soles, puntos, figuras en zigzag, etc.). Como se puede ver en las imágenes, solo unas pocas figuras podrían corresponderse con figuras humanas o con algún animal. La mayoría de los símbolos son de difícil interpretación, por lo tanto, podrían clasificarse dentro de los ideomorfos.

¿Antropomorfo o figura vegetal?
¿Figura antropomorfa?

En la mayoría de abrigos de este tipo, los esquemas suelen ser de color rojo, intercalados con trazos negros y, en menor medida, blancos. Sin embargo, en la Calderita se puede apreciar que dichas pinturas se confeccionaron con un único color. Probablemete, este color rojo, al igual que en otros yacimientos situados en las provincias de Badajoz y Cáceres, se obtendría tras machacar rocas o tierra con alto contenido de oxido de hierro sobre grasa animal,  pigmentos vegetales y heces.

Para realizar las pinturas de trazos más gruesos se emplearían los dedos, directamente mojados en la pasta resultante y posteriormente aplicados sobre la roca. Por contra, las de trazos más  finos serían ejecutadas con la ayuda de plumas, cañas o pequeñas ramas. 

Grafema soliforme.
¿Zoomorfo o grafema?

Pero, volvamos al significado que aquellas expresiones artísticas tenían para los grupos humanos que poblaron el suroeste peninsular y que se refugiaron del calor, de la lluvia y del frío bajo estos abrigos. ¿Qué querían transmitir? ¿Qué querían evitar? Tal vez lo mejor de todo es que nunca vamos a saber si nos hallamos ante muestras religiosas y de culto, o simplemente se tratan de manifestaciones pictóricas donde aquellos hombres recreaban la vida cotidiana.

Ideomorfo.
Ideomorfo.


Las pinturas rupestres de la sierra de Magacela  no son una excepción y por ello hay que pasar un buen rato intentando identificar las diminutas figurillas, a veces muy deterioradas, que hace miles de años (entre 3000 y 1000 años a.d.C) dejaron en las rocosas paredes de dicha sierra los hombres que poblaron la actual comarca de la Serena.



Dichas pinturas se encuentran dentro de un abrigo situado en la Sierra de Pela (Badajoz), concretamente en el lugar llamado Pedriza Vieja. Lamentablemente su estado de conservación es bastante malo ya que las paredes de este abrigo aparecen actualmente muy ennegrecidas por los líquenes y por el humo de las hogueras realizadas en su interior