Situado sobre un promontorio desde el que se dominan grandes extensiones de la Tierra de Barros se alza el castillo de Nogales. Dicho castillo fue mandado construir en 1468 por el primer Duque de Feria, poderoso noble, dueño de enormes extensiones de tierra y de los castillos de Zafra y Villalba. Consta la fortaleza de una gran torre rodeada de una muralla con cuatro torreones cilíndricos en las esquinas. Es posible observar todavía los adornos con ladrillos que decoran sus muros y almenas, por lo que es probable que en su construcción intervinieron alarifes mudéjares, aunque predominan el mampuesto y el granito. Entre los elementos que más llaman la atención se encuentra la puerta, muy bien conservada, y los escudos que hay tallados sobre ellas. Recientemente los alumnos de Jardinería del Taller de Empleo Barros I han realizado trabajos de ajardinamiento y adecentamiento en la explanada sobre la que se asienta el castillo.
Las vistas que desde la torre del homenaje se pueden contemplar son espectaculares. Por el norte se puede divisar una enorme llanura de barro rojo ocupada en su mayor parte por viñas, de las cuales se obtienen vinos de calidad pero poco conocidos fuera de Extremadura, y que tienen la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. Por el sur los pueblos empiezan a ser blancos mientras se hacen dueñas del paisaje onduladas sierras donde el cerdo ibérico, bajo la sombra de encinas y alcornoques centenarios, rebusca la bellota.
Pero Nogales no es solo su castillo, su iglesia y su cementerio, curioso trío que desde hace años convive en lo más alto. Al recorrer su pequeño casco urbano, se pueden encontrar preciosas muestras de arquitectura popular, empinadas calles y como no, el bar "El Pipa" donde se pueden saborear unas sabrosas migas que ayudaran a entrar en calor y a recobrar fuerzas puesto que los amantes de la Naturaleza tienen la oportunidad de dirigir sus pasos hacia distintas rutas senderistas. Entre ellas destaca la denominada de "Los doce apostoles", llamada así por que al final de dicha ruta se pueden contemplar enormes ejemplares de estos árboles, que desafiando al paso de los años, esperan a todo aquél que quiera comprobar lo pequeño que es el hombre.
Las vistas que desde la torre del homenaje se pueden contemplar son espectaculares. Por el norte se puede divisar una enorme llanura de barro rojo ocupada en su mayor parte por viñas, de las cuales se obtienen vinos de calidad pero poco conocidos fuera de Extremadura, y que tienen la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. Por el sur los pueblos empiezan a ser blancos mientras se hacen dueñas del paisaje onduladas sierras donde el cerdo ibérico, bajo la sombra de encinas y alcornoques centenarios, rebusca la bellota.
Pero Nogales no es solo su castillo, su iglesia y su cementerio, curioso trío que desde hace años convive en lo más alto. Al recorrer su pequeño casco urbano, se pueden encontrar preciosas muestras de arquitectura popular, empinadas calles y como no, el bar "El Pipa" donde se pueden saborear unas sabrosas migas que ayudaran a entrar en calor y a recobrar fuerzas puesto que los amantes de la Naturaleza tienen la oportunidad de dirigir sus pasos hacia distintas rutas senderistas. Entre ellas destaca la denominada de "Los doce apostoles", llamada así por que al final de dicha ruta se pueden contemplar enormes ejemplares de estos árboles, que desafiando al paso de los años, esperan a todo aquél que quiera comprobar lo pequeño que es el hombre.